Garantizar los derechos sobre la tierra con tan solo unos clics

FAO.

Cómo la digitalización en Serbia protege los derechos sobre la tierra de las futuras generaciones.

Tecleando atentamente en su teléfono móvil, Milivoje Ćosić, pequeño agricultor, profesor universitario y padre de tres hijos, mira de vez en cuando hacia un prado soleado donde sus vacas pastan en la distancia. Está de pie delante de su casa en el pueblo serbio de Mionica, a unos 100 kilómetros al sudoeste de Belgrado, la capital del país.

Su madre, Isidora, y su hija, Irina, están trajinando en la cocina. Minutos después, Irina atraviesa una puerta y trae burek, un pastel caliente tradicional. La mesa ya está llena de una amplia variedad de alimentos caseros para el desayuno: huevos frescos, quesos, carne curada y pan recién horneado. El aroma del café preparado en una cafetera cezve tradicional completa la escena matutina.

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© FAO/ Sanja Knežević.

“Mi hermano, mi hermana y yo heredamos esta granja, que era de nuestro padre, nuestro tío y nuestro abuelo”, comenta Milivoje sonriendo con evidente orgullo. “Hoy nuestra tierra está debidamente registrada y se puede encontrar en el catastro en línea”. Muestra la pantalla de su teléfono móvil, señala una plataforma digital que proporciona datos sobre los registros catastrales en línea y prueba al instante que su nombre está oficialmente vinculado a la tierra.

Esto ha sido posible gracias a una transformación digital a gran escala de los sistemas de registro de la propiedad de Serbia, que ha facilitado la digitalización en muchos sectores de la economía, incluido el sector agroalimentario.

Hace apenas unos años, registrar tierras o realizar cambios en los derechos de propiedad, como una herencia o una compra, era un proceso largo y a menudo costoso en Serbia. Registrar una transacción llevaba meses. Los datos estaban fragmentados, eran poco fiables y de difícil acceso y a menudo estaban disponibles únicamente en archivos analógicos. El proceso de obtención de los documentos para demostrar los derechos de una persona sobre la tierra exigía normalmente varias visitas a las oficinas del catastro, que podían estar en otro pueblo.

Todo esto cambió en 2015, cuando la Autoridad Geodésica de la República de Serbia, institución estatal especializada que reúne, conecta y distribuye datos geoespaciales e inmobiliarios nacionales, puso en marcha el Proyecto de Gestión Inmobiliaria, financiado por el Banco Mundial y con el apoyo técnico del Centro de Inversiones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). El objetivo era ampliar las inversiones mediante el aumento de la transparencia, la accesibilidad y la fiabilidad de los sistemas de gestión de propiedades, así como aclarar las cuestiones de tenencia de la tierra para los ciudadanos, los agricultores, las empresas, los organismos gubernamentales y las instituciones municipales.

La tenencia de la tierra es un tema transversal que subyace a todos los sectores de la economía. En consecuencia, la FAO presta apoyo a gobiernos e instituciones en este ámbito y, por lo tanto, se encontraba en buenas condiciones para ayudar a la Autoridad Geodésica con conocimientos técnicos y experiencia en soluciones adaptadas a cada país relacionadas con la transformación digital de la administración de tierras.

El proyecto, que contó con el apoyo de la FAO y financiación del Banco Mundial, integró datos de varios sistemas de tecnologías de la información, como el registro de direcciones, el archivo digital, la infraestructura nacional de datos espaciales y otros, en un único sistema, conocido como el Sistema Integrado de Catastro Inmobiliario. Esto simplificó los procesos de gestión y redujo significativamente el tiempo necesario para registrar las transacciones de tierras.

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© FAO/ Sanja Knežević.

Agricultura en línea.

Al digitalizar sus procesos de gestión y la gran cantidad de archivos analógicos, el Sistema Integrado de Catastro Inmobiliario de Serbia ahora proporciona fácil acceso a todos los registros y permite compartir los datos con los servicios electrónicos de otras instituciones sin dificultades.

Además, el proyecto respaldó el desarrollo de GeoSerbia, plataforma nacional para compartir y distribuir datos espaciales. Al proporcionar acceso a 335 conjuntos de datos geoespaciales, las empresas y las entidades gubernamentales pueden aprovechar esta información para crear sus propias aplicaciones y plataformas. Por ejemplo, el Ministerio de Agricultura elaboró un sistema, llamado eAgrar, que permite a los usuarios registrar explotaciones y solicitar subvenciones agrícolas. Con esta herramienta, los agricultores ya no necesitan acudir al catastro para obtener los documentos de sus derechos sobre la tierra y pagar por estos servicios, sino que pueden acceder a los registros de forma gratuita desde eAgrar, que está vinculado al catastro electrónico.

Por su parte, Milivoje utiliza el sistema eAgrar para solicitar subvenciones agrícolas en línea, directamente desde su casa. Afirma que, en el sector agrícola, la digitalización ha aportado numerosos beneficios, como la facilidad para registrar las explotaciones y la simplificación de los procedimientos para solicitar subvenciones, lo que ha hecho de la agricultura una actividad más atractiva para las generaciones más jóvenes.

En Serbia, como en la mayoría de los países, el sector agrícola se enfrenta a una crisis de envejecimiento. Las generaciones más jóvenes suelen estar menos interesadas en seguir los pasos de sus padres en el ámbito de la agricultura, debido a la percepción anticuada de que es solo un trabajo arduo y mal remunerado.

La digitalización está ayudando a cambiar estos puntos de vista y a ofrecer a los jóvenes la oportunidad de explorar carreras profesionales en los agronegocios.

“La agricultura en Serbia ahora es fácilmente accesible, sobre todo para nosotros, los jóvenes, porque somos la ‘generación de un solo clic’”, comenta Irina riendo entre dientes.

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© FAO/ Sanja Knežević.

Aunque los hijos de Milivoje decidieron estudiar en el extranjero, todos desean regresar a su país natal y beneficiarse de sus derechos a la tierra garantizados, aprovechando la oportunidad para emprender sus propios agronegocios. Irina, por ejemplo, espera producir rakia (un tipo de brandy local) y continuar con la producción familiar de queso y jamón.

“Me gradué en la universidad en Barcelona y decidí regresar a Serbia porque quiero crear mi propia marca de rakia a partir de los ciruelos locales, que será ecológica. Mi sueño es comercializarla en toda Europa y, en última instancia, en el mundo, para que una marca serbia sea reconocible”, afirma con los ojos llenos de emoción.

“Decidí hacerlo en Serbia porque quiero continuar el negocio de mis antepasados y que mi familia esté orgullosa”.

Después del desayuno, Irina sigue a su padre hasta la granja para alimentar a las vacas y las gallinas. Le encanta observar a los animales y se siente serena y feliz interactuando con la naturaleza, lejos del ajetreo de la ciudad.

Irina también espera desarrollar el agroturismo y el ecoturismo en esta región. “Es una zona muy atractiva”, añade con entusiasmo indisimulado. “Tiene muchas aguas termales que podrían convertirse en balnearios naturales y atraer turistas”. Está considerando construir una pequeña casa de huéspedes para turistas, a quienes pueda ofrecer sus productos frescos: verduras, frutas, huevos, quesos caseros y carnes.

Fortalecer los derechos de las mujeres sobre la tierra.

Muy cerca de allí, otra agricultora familiar, Marija Stojiljković, se sienta en un banco frente a su casa después de un duro día de trabajo en su huerto. Con una taza de café en la mano, contempla las ordenadas hileras de viñas, cuyas hojas muestran gotas de lluvia que brillan al atardecer.

Cuando le preguntan por su explotación agrícola, se le iluminan los ojos. Relata con entusiasmo su rutina diaria, hablando de actividades que la llenan de alegría y satisfacción.

“Esta granja es una granja familiar. La gestiono junto con mi marido... Todos los días del año trabajo en el huerto. Dependiendo de la temporada, mi marido y yo podamos y regamos los árboles, les aplicamos nutrientes y diversos tratamientos para proteger las plantas de plagas, enfermedades y malas hierbas y, por supuesto, cosechamos los frutos”.

“Cuidar un árbol frutal es como cuidar a un niño”, añade con una sonrisa. Esta comparación es aún más pertinente cuando se habla de la custodia y los derechos legales.

Aunque el Código Civil de Serbia siempre ha otorgado los mismos derechos de propiedad a ambos cónyuges, en la práctica, a menudo solo figuraba el nombre del marido en el registro. Esto significaba que, en caso de venta, por ejemplo, para demostrar los derechos de las mujeres sobre la tierra se necesitaban documentos adicionales. Sin embargo, ahora, en un intento por proteger los derechos de las mujeres sobre la tierra, es obligatorio incluir a ambos cónyuges en el registro de la propiedad, un cambio legal que también se ha reflejado en el nuevo sistema catastral. Esto ha supuesto un aumento significativo de la proporción de registros de propiedad en los que las mujeres figuran como propietarias o copropietarias.

El nuevo sistema automatizado de registro de la propiedad contribuye además a detectar las zonas en las que los derechos de las mujeres sobre la tierra son escasos, mediante la elaboración de informes desagregados por género, lo que proporciona información fundamental para que las instituciones centren sus esfuerzos en las zonas con desigualdades significativas. Estos cambios están ayudando a Serbia a alcanzar la meta de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relativa a la igualdad de género en la propiedad y el control de la tierra.

Marija heredó sus tierras de su familia y se alegra de que ahora sus derechos sobre la tierra como mujer estén protegidos y de que sus hijos puedan beneficiarse de la seguridad de esos derechos en el futuro.

“Como ahora todo está registrado, mis derechos de propiedad están garantizados y se pueden verificar fácilmente en el sistema”, señala Marija.

Cuando los derechos sobre la tierra no están registrados en el sistema catastral, pueden producirse abusos o reclamaciones duplicadas. Ahora, eAgrar comprueba directamente las parcelas y los derechos de uso asociados en la base de datos catastral.

Simplificación a través de la digitalización.

Aunque inicialmente Marija y otros agricultores, especialmente los más ancianos, tenían dudas sobre el uso de instrumentos digitales y la presentación de solicitudes de subvenciones mediante eAgrar, las dudas se disiparon con rapidez.

“Sinceramente, al principio era escéptica acerca de la digitalización. Pensaba que era demasiado complicada para mí y que no sería capaz de manejarla. Cuando me enteré de que eAgrar estaba conectado al catastro electrónico me llevé una grata sorpresa porque todo se había vuelto tan fácil, rápido y sencillo... No necesitas más que un teléfono móvil e internet, y todo se hace desde la comodidad de tu casa”, explica Marija.

Antes de la digitalización, los agricultores solían pasarse entre siete y nueve días solicitando las subvenciones. Ahora, gracias a la aplicación eAgrar, se tarda apenas unos minutos, y es un proceso transparente.

“Teníamos que dedicar, literalmente, un día entero a cumplir los requisitos legales para solicitar las subvenciones. Había que reunir una gran cantidad de papeles previamente y, justo cuando te llegaba el turno, te decían que te faltaba un papel y tenías que volver a empezar todo de nuevo, lo que nos resultaba muy difícil y nos quitaba mucho tiempo valioso”, cuenta Marija.

Esto refleja el sentir de Milivoje y otros pequeños agricultores serbios, que representan alrededor del 95 % de las explotaciones agrícolas del país.

“La digitalización es un avance excepcional en dirección a una resolución más rápida de los problemas jurídicos relacionados con la propiedad, sobre todo para nosotros, las personas mayores”, dice Radisa Stankovic, ex alcaldesa de la ciudad de Mionica y ahora jubilada. “Ahora tenemos a nuestra disposición un centro de atención al usuario que puede ayudarnos a entender la manera de presentar solicitudes a través del nuevo sistema, ya que la mayoría de las personas mayores no saben usar un ordenador”.

Amplios beneficios.

Si bien el catastro electrónico ha sido sumamente beneficioso para los agricultores por ofrecer una forma rápida y sencilla de validar sus derechos sobre la tierra, la plataforma ha beneficiado a un abanico mucho más amplio de la sociedad, como funcionarios gubernamentales, ayuntamientos, profesionales del ámbito jurídico, peritos, banqueros, agentes inmobiliarios y propietarios de empresas.

Los ciudadanos ya no necesitan acudir a las oficinas de registro de la propiedad. Los notarios y abogados tienen acceso a todos los registros de propiedad inmobiliaria, incluido el archivo digital, y pueden preparar la documentación para el registro de la propiedad y presentarla ante la Autoridad Geodésica de la República de Serbia en nombre de sus clientes.

Ahora, el registro de los contratos de compraventa o la formalización de los derechos sucesorios pueden completarse en solo cuatro días. Cuando los particulares tenían que registrar la propiedad de forma presencial, el registro tardaba, en promedio, 45 días y, en algunos casos, años. Ahora las personas pueden seguir el estado de sus solicitudes en línea.

“El sistema catastral no es solo un montón de máquinas, terabytes o piezas de metal”, afirma Žarko Mihailović, director de una notaría pública de Belgrado. “Se trata de hacer feliz a las personas y de hacerlas sentir más seguras y tranquilas sobre su futuro y el de sus hijos”.

Además, ahora los particulares pueden recibir por SMS notificaciones electrónicas de “alarma” en las que se les avisa de cualquier cambio en sus registros de la propiedad. Mirjana Sakić, farmacéutica, cuenta cómo este servicio de alarma digital le ayudó a prevenir un fraude. “Al darme de alta en la alarma catastral, descubrí que otro propietario había registrado mi apartamento. Gracias a este servicio digital, literalmente salvé mi propio apartamento; estuve muy cerca de perder mi propiedad.”

Detección de riesgos potenciales.

Utilizando datos de GeoSerbia y en coordinación con la Autoridad Geodésica, el Gobierno desarrolló una plataforma innovadora, denominada Registro de Riesgos, que ayuda a las autoridades locales a identificar zonas de riesgo, como áreas proclives a inundaciones o fallas sísmicas. Esta aplicación luego brinda información a los responsables de la adopción de decisiones, cuando y donde es necesario, para que tomen medidas preventivas, intervengan con rapidez ante una catástrofe natural o presten asistencia en la recuperación después de que esta se produzca.

Por ejemplo, todas las zonas inundables de Serbia se registran empleando datos históricos. Superponiendo conjuntos de datos con imágenes actuales de edificios, líneas de servicios públicos, etc., el Gobierno puede detectar qué objetos se encuentran en peligro, lo que le permite no solo reaccionar a tiempo, sino también planificar los fondos necesarios en situaciones de emergencia. En el marco del proyecto también se han suministrado enormes cantidades de datos de valoración de la propiedad, que son cruciales para estimar rápidamente las indemnizaciones a los agricultores y a otros ciudadanos en caso de que sus tierras o propiedades sufran daños a causa de catástrofes naturales. 

Con el apoyo del Banco Mundial y del Centro de Inversiones de la FAO, Serbia ha podido modernizar su sistema de administración de tierras y transformarlo digitalmente, lo cual ha sido fundamental para el desarrollo sostenible del país. Al proporcionar información actualizada cuando y donde es necesario para fundamentar mejor las políticas y regulaciones relacionadas con la tierra, los derechos de propiedad y los recursos naturales, esta transformación digital sirve como modelo para que otros países la personalicen y repliquen, generando oportunidades para las generaciones más jóvenes e inspirando nuevas innovaciones.

“Espero que la digitalización atraiga y motive a las generaciones más jóvenes, en concreto a mis hijos, para que sigan adelante con nuestro negocio familiar. Y que ellos mejoren y modernicen nuestra producción y logren que su historia sea aún mejor que la que comenzamos nosotros”, dice Marija.

Esta historia forma parte de una serie para conmemorar el 60.º aniversario del Centro de Inversiones de la FAO, destacando décadas de asociaciones, iniciativas e inversiones que han influido en los sistemas agroalimentarios. Descubra cómo el Centro de Inversiones de la FAO sigue impulsando soluciones de inversión y financiación agrícolas, transformando vidas en todo el mundo.

Sitio Fuente: FAO