Así son los animales que viven en las fosas oceánicas más profundas
CIENCIAS DE LA VIDA / ZOOLOGÍA.
Un vistazo panorámico revela que las fosas oceánicas, zonas abisales por debajo de los 6.000 m, albergan formas de vida únicas que han evolucionado adaptaciones extraordinarias para sobrevivir a presiones de más de 1.000 atmósferas, temperaturas próximas a 1 °C y completa oscuridad.
Foto: Wikimedia Commons.
El hábitat extremo de las fosas oceánicas.
Las fosas oceánicas constituyen el “zona hadal” del océano, definida como profundidades superiores a 6.000 m, donde sólo un pequeño número de especies ha sido registrado. La presión aumenta en 1 atmósfera por cada 10 m de profundidad, alcanzando valores cercanos a las 1.100 atmósferas en el abismo Challenger (11.000 m), es decir, unas 1.000 veces la presión atmosférica al nivel del mar. La luz solar deja de penetrar más allá de los 200 m, y en la zona hadal reina la oscuridad absoluta, interrumpida únicamente por la bioluminiscencia de sus habitantes. Las temperaturas oscilan entre 1 °C y 2,5 °C, con mínimas variaciones entre distintas fosas, reforzando un ambiente frío y estable que contrasta con las condiciones de la superficie.
Adaptaciones sorprendentes de los organismos hadales.
La vida a estas profundidades exige adaptaciones bioquímicas para contrarrestar la presión. Muchas especies sintetizan trimetilamina N-óxido (TMAO) para estabilizar proteínas, y se ha estimado que más allá de 8.500 m la concentración necesaria de TMAO podría ser fisiológicamente insostenible para los peces. El pez caracol hadal (Pseudoliparis swirei) presenta piel transparente sin pigmento, hígado y gónadas sobredimensionados, esqueleto parcialmente cartilaginoso y casi nula capacidad visual, todo diseñado para un entorno oscuro y a alta presión. El anfípodo gigante Hirondellea gigas ha desarrollado enzimas celulasas únicas que le permiten digerir restos de madera y otros polímeros vegetales acumulados en las fosas, una adaptación poco común en animales marinos.
Principales grupos de animales de las fosas oceánicas.
Peces hadales.
- Pez caracol de las Marianas (Pseudoliparis swirei), hallado entre 6.200 m y 8.076 m, alcanza hasta 28 cm y es el vertebrado con registro de captura más profundo (7.966 m).
Crustáceos.
- Superanfípodo (Hirondellea gigas), detritívoro de 2–5 cm, vive por debajo de 10.000 m y puede medir hasta 5 cm gracias a sus enzimas digestivas especializadas.
Equinodermos y gusanos.
- Pepinos de mar (familia Myriotrochidae) y gusanos poliquetos, encontrados en profundidades superiores a 10.000 m, aprovechan los restos orgánicos sedimentados.
Protistas gigantes.
- Xenófitos (foraminíferos de gran tamaño) forman costras sobre el sedimento y alcanzan varios centímetros, contribuyendo al hábitat bentónico.
Moluscos y medusas.
- Pulpo Dumbo (Grimpoteuthis spp.), con sus aletas en forma de orejas, carece de saco de tinta y vive por debajo de 7.000 m, adaptado a la escasa depredación.
- Medusas narcomedusas, capturadas junto al fondo abisal, flotan justo sobre el sedimento y completan el elenco gelatinoso hadal.
Descubrimientos recientes y estudios pioneros.
La nueva clase de vehículos autónomos submarinos “Orpheus” está permitiendo exploraciones más prolongadas sin cables ni tripulación, abriendo oportunidades para descubrir nuevas especies hadales. En 2019 se publicó el primer genoma de un pez hadal (P. swirei) en la revista Nature Ecology & Evolution, aportando claves sobre los genes implicados en la tolerancia a alta presión y baja temperatura.
Importancia ecológica y amenazas.
El fondo de las fosas acumula materia orgánica que actúa como sumidero de carbono, jugando un rol clave en el ciclo global del carbono y la regulación climática. Sin embargo, estudios recientes detectan contaminantes orgánicos, microplásticos y genes de resistencia en estas profundidades, subrayando la huella humana incluso en los rincones más remotos del océano.
En suma, el ecosistema hadal es un mosaico de vida insólita y adaptaciones extremas, cuyo estudio no solo revela los límites de la biología terrestre, sino que también aporta valiosa información sobre procesos globales como el ciclo del carbono y el impacto humano en el planeta.
Sitio Fuente: NCYT de Amazings