En Ciencia Joven: Las ocho enfermedades de transmisión sexual más frecuentes
MUNDO JOVEN.
Solo cuatro son curables.
Tal vez eres de los que piensan “jamás me va a pasar a mí” o prefieres los encuentros espontáneos y que nada arruine tu momento romántico o piensas que si usas un preservativo no sentirás lo mismo.
Si te identificas con alguna de estas creencias, considera que las infecciones de transmisión sexual no son exclusivas de la gente mayor, de hecho, los adolescentes y adultos jóvenes tienen un riesgo más alto de contagiarse.
El doctor Benjamín Acosta Cázares, de la Facultad de Medicina de la UNAM, nos habla sobre la frecuencia de estos males en México.
“En los últimos años, las Infecciones de Transmisión Sexual han ocupado los primeros diez lugares de morbilidad en nuestro país. Esto quiere decir que entre las diez razones más comunes por las que las personas van a consulta médica, son por este grupo de padecimientos, algunas de las cuales tienen síntomas inespecíficos que no permiten ubicar claramente que se trata de una enfermedad de este tipo o bien, son asintomáticas”, comenta el médico cirujano y doctor por la Universidad de Pittsburgh.
Aunque en total se observa un espectro de alrededor de 35 enfermedades de transmisión sexual, son ocho las que afectan más comúnmente a la población mexicana.
Sífilis, gonorrea, clamidiasis, tricomoniasis, herpes, hepatitis B, VPH y VIH.
Con tratamiento médico se pueden curar cuatro: la sífilis, la gonorrea, la clamidiasis y la tricomoniasis, mientras que el herpes, la hepatitis B , el Virus del Papiloma Humano y el Virus de Inmunodeficiencia Humana únicamente pueden tratarse para que permanezcan bajo control.
El primer paso a seguir después de haber tenido relaciones sexuales sin protección es estar al tanto de cualquier cambio en tu cuerpo, como lesiones, ulceras, irritaciones o enrojecimientos.
También estar atento si se presentan flujos, secreciones no usuales en la vagina o uretra según sea el caso, comezón o malestar. Estos síntomas pueden presentarse el día siguiente o hasta tres meses después de ocurrido el encuentro sexual. Lo mejor es acudir al médico cuanto antes para obtener diagnóstico y el tratamiento adecuado.
Dado que el cuadro clínico de todas las enfermedades es muy variado; algo muy simple puede ser el inicio de un padecimiento severo. Además, así el paciente será consciente de que tiene una enfermedad que le fue contagiada por otra persona y que puede contagiar a otros, alerta el integrante del Subcomité de Epidemiología de la UNAM.
En algunos casos, las molestias pueden desaparecer sin necesidad de haber visitado al doctor, o bien pueden permanecer como dormidas es decir, en estado de latencia y reaparecer meses o incluso años más tarde.
A veces los síntomas son muy fáciles de identificar, por lo que un paciente con alguno de estos problemas puede buscar en internet cuál es su padecimiento y tomar un tratamiento sin prescripción en vez de buscar atención médica. ¡Cuidado! Esto podría empeorar la situación de la enfermedad.
Complicaciones ocultas.
El principal problema con las enfermedades de transmisión sexual es que de no recibir tratamiento, traen complicaciones a largo plazo.
Una complicación de la clamidia es la enfermedad inflamatoria pélvica, que afecta todo el aparato reproductor y causa inflamación de algún órgano como endometrio y trompas de Falopio e incluso esterilidad al volver más estrechos los conductos y provocar más adelante embarazos ectópicos
Cuando se tiene herpes o sífilis incrementa el riesgo para el contagio del VIH. Muchos casos de este virus comenzaron por otras infecciones. Una persona con VIH también tiene menores defensas y por lo tanto está más propensa a contagiarse de alguna otra enfermedad.
En el caso de la Hepatitis B puede ser asintomática, aunque después de 45 a 50 días puede tener síntomas parecidos a una gripa, pero a largo plazo provoca ictericia (color amarillo en ojos y piel) cirrosis por cicatrización y cáncer. En el caso del VPH está comprobado desde hace algunos años que es una causa directa del cáncer cervico-uterino.
“Es un grupo de enfermedades bastante importante que requiere de mayor atención por parte de los prestadores de servicios médicos, pero también de la parte educativa y familiar. Es fundamental promover el sexo seguro y protegido.”
Sexo responsable.
El doctor Acosta destaca la importancia de fomentar el sexo seguro, pues ya sea por rebeldía, por falta de información o de conciencia, los jóvenes no conciben que podrían estar en riesgo, pero en realidad es el grupo más amenazado.
“El grupo de edad altamente vulnerable es la juventud porque es la época en la que se está experimentando, se está más propenso a tener una situación de riesgo En ciertos casos puede desencadenar casos muy graves”.
En ocasiones, no se tiene total certeza del estado de salud sexual de las parejas elegidas, además de que las relaciones pueden ir acompañadas de otras sustancias. Además, los prejuicios juegan un papel importante en este tema. Por pena, muchos pueden no solicitar ayuda.
“Nuestros prejuicios están ocasionando un daño al no permitir que el sexo en adolescentes sea vivido como algo responsable” afirmó el investigador.
La única medida de prevención que es casi totalmente efectiva es el uso de preservativo. Por desgracia, las encuestas muestran que las personas no utilizaron condón en su primera relación sexual. Una mala decisión puede tener consecuencias de por vida.
Recuerda que tener relaciones sexuales con otra persona debe ser una elección libre, responsable, madura, placentera y protegida.
Por Danae Villalón.
Sitio Fuente: Ciencia UNAM