Síntomas de sarampión en niños: señales de alerta que se deben atender para evitar complicaciones

México: CUIDADO DE LA SALUD.-

La enfermedad, que tiene la facultad de parecer leve al inicio, puede complicarse rápidamente.

Estos son los síntomas de sarampión que no se deben ignorar. Foto: (Jesús Tovar Sosa/Infobae)

El sarampión, una enfermedad viral altamente contagiosa, puede presentar complicaciones graves si no se detecta y trata a tiempo, especialmente en niños no vacunados.

Esta enfermedad, que inicialmente puede parecer leve, puede derivar en problemas severos como neumonía, encefalitis o incluso la muerte. Reconocer los síntomas y actuar con rapidez es esencial para evitar consecuencias mayores.

El sarampión se desarrolla en dos fases principales. Durante la etapa inicial, que ocurre entre dos y cuatro días antes de la aparición del sarpullido, los niños pueden experimentar fiebre alta, que en algunos casos supera los 39–40 °C, acompañada de tos seca persistente, secreción nasal similar a la de un resfriado común, conjuntivitis (ojos rojos y sensibles a la luz), malestar general, fatiga y pérdida del apetito.

Un signo característico de esta etapa son las manchas de Koplik, pequeños puntos blancos o azulados que aparecen en la mucosa de la boca.

La segunda fase, conocida como fase eruptiva, se desarrolla entre el cuarto y séptimo día de la enfermedad. En este periodo, surge una erupción cutánea roja que comienza en la cara y detrás de las orejas, extendiéndose posteriormente al cuello, tronco, brazos y piernas.

Las manchas pueden unirse y volverse más intensas, lo que constituye uno de los signos más distintivos del sarampión.

Es crucial estar atentos a las señales de alerta que indican la necesidad de atención médica inmediata. Entre estas se encuentran fiebre persistente que no cede con medicamentos, dificultad para respirar, somnolencia excesiva o confusión, convulsiones, vómitos persistentes o diarrea intensa, dolor de oído o supuración, y erupciones que no desaparecen o adquieren un tono violáceo.

Estas manifestaciones pueden ser indicativas de complicaciones como infecciones sistémicas, neumonía, encefalitis, meningitis viral, deshidratación severa, otitis media o problemas hemorrágicos.

Además, se recomienda acudir a urgencias si el niño tiene menos de un año, no está vacunado y ha estado en contacto con alguien infectado, o si padece una enfermedad crónica como asma, diabetes o inmunodeficiencia. También es fundamental buscar atención médica si la erupción aparece junto con fiebre alta, dificultad para respirar o un estado de decaimiento general.

La prevención es clave para evitar el sarampión. La vacuna triple viral (SRP), que protege contra sarampión, rubéola y parotiditis, es altamente efectiva.

Se administra en dos dosis: la primera a los 12 meses de edad y la segunda entre los cuatro y seis años. En caso de no estar seguro sobre el estado de vacunación de un niño, se recomienda revisar su cartilla de vacunación o acudir al centro de salud más cercano para completar el esquema lo antes posible.

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Es importante tomar medidas de seguridad y vigilancia para evitar complicaciones por sarampión. Foto: (Archivo)

En caso de que un niño ya haya contraído sarampión, es fundamental tomar medidas en casa para evitar complicaciones y la propagación del virus.

Se aconseja aislar al niño durante al menos cuatro días desde la aparición del sarpullido, mantener el ambiente bien ventilado y con poca luz debido a la fotofobia, y garantizar una adecuada hidratación mediante agua, sueros o jugos naturales.

También es importante controlar la fiebre evitando el uso de aspirina en niños, y asegurar que el menor descanse lo suficiente.

El sarampión, aunque prevenible mediante la vacunación, sigue siendo una amenaza seria para la salud infantil, especialmente en comunidades con bajas tasas de inmunización. Reconocer los síntomas tempranos y actuar con rapidez puede marcar la diferencia entre una recuperación sin complicaciones y un desenlace grave.

Por: Jesús Tovar Sosa.

Sitio Fuente: infobae