El poder de… El chile de árbol
GASTRONOMÍA / CUIDADO DE LA SALUD. ALIMENTACIÓN.
- México tiene 29 tipos distintos de chiles. El que caracteriza a Jalisco es el chile de árbol, que tiene denominación de origen en el municipio de Yahualica.
- Son una fuente rica de vitamina E, vitamina B, potasio, cobre y hierro, además de otros antioxidantes.
- El chile de árbol es más que un ícono de la cultura mexicana, es un elemento culinario que da identidad a cientos de familias.
Chile de árbol seco.
¿Qué es?
El chile de árbol (Capsicum anuun) es una especie de chile alargado y delgado con un promedio de 7 cm de largo y 1 cm de ancho.
Chiles de árbol frescos sobre la palma de la manoComo la mayoría de los chiles, el chile de árbol cuando está fresco es de color verde y al madurar adquiere su característico color rojo brillante oscuro. Algunas personas lo consumen fresco, sin embargo, es más común hacerlo cuando está seco.
El nombre “chile de árbol”, originario de México y Centroamérica, se debe a la forma de la planta que lo produce, pues es más alta que otras variedades, sin llegar a clasificarse como un árbol.
México cuenta con 29 tipos de chiles. Además, cuenta con dos denominaciones de origen, entre la que destaca la del chile de árbol de Yahualica, en los altos de Jalisco.
Nayarit, Sinaloa, Zacatecas, Aguascalientes y, por supuesto, Jalisco son las entidades en donde más se cultiva.
Se puede encontrar en otros estados con diferentes nombres, por ejemplo, en San Luis Potosí se conoce como “chile bravo” y en otros sitios como “cola de rata”.
Se estima que el cultivo de chile contribuye, aproximadamente, en un 20% al total de la producción de hortalizas en México. En promedio, un mexicano o mexicana consume cerca de 18 kg de chile al año.
El uso del chile como sustento alimenticio tiene más de 500 años. Gracias a la pintura mural prehispánica se ha podido asociar con las culturas mexica, teotihuacana y zapoteca. En la actualidad, el chile de árbol continúa siendo uno de los ingredientes principales de la comida mexicana.
¿Qué nutrimentos y beneficios aporta?
Los chiles de árbol son un alimento que da gran sabor y color a los platillos.
Cada 100 gramos (g) de chile de árbol aportan cerca de 320 calorías, 64 g de carbohidratos, 14 g de proteínas, 6 g de lípidos, así como una buena cantidad vitamina E, vitamina B, potasio, cobre y hierro. Cuando se consume fresco es una gran fuente de vitamina C, mientras que en seco la vitamina A se encuentra en mayor proporción.
Al ser un alimento rico en vitaminas y minerales, su consumo continuo mejora el funcionamiento cognitivo y disminuye la probabilidad de contraer trastornos como demencia y Alzheimer durante la vejez.
Asimismo, los minerales que se pueden encontrar en los chiles secos son vitales para la formación de glóbulos rojos, ayudan a disminuir la anemia y la fatiga causadas por la deficiencia de hierro. Su alto contenido de potasio provoca que el consumo de este alimento ayude a reducir la presión arterial y a prevenir enfermedades cardiovasculares.
Se ha mostrado que el consumo de chile estimula la producción de saliva y líquidos que descomponen a los alimentos en el estómago, por lo tanto, contribuye a una mejor digestión de los alimentos.
¿Cuánto cuesta?
Las temporadas del chile de árbol son la primavera y el verano. Sin embargo, debido a que su producción es de origen mexicano y a que diferentes entidades de la República lo cultivan, se encuentra disponible durante todo el año.
Su precio es poco variable, dependiendo de la forma en la que se adquiera (fresco, seco o molido), así como del estado de origen y el punto de venta.
Los 100 g de chiles tienen en costo entre $14 y $30 pesos. Esta cantidad es suficiente para preparar más de 2 platillos.
¿Cómo se recomienda consumirlo?
El uso puede variar si se adquiere fresco, seco o molido, sin embargo es un ingrediente primordial para dar picor y sabor a diversos guisos y salsas.
Por ejemplo, un chile fresco o verde se puede utilizar picado o en rajas en cualquier ensalada o pico de gallo, incluso como acompañamiento para cualquier comida. Quienes tienen un gran gusto por el picante, lo comen directo “a mordidas” junto con las comidas.
En cambio, el chile seco se utiliza como condimento. Tiene un sabor ligeramente ahumado, que al mezclarse con otros chiles puede incluirse en caldos, guisos, adobos, moles, aderezos y salsas de mesa.
La combinación ideal entre el chile de árbol seco, el guajillo o pasilla ―licuados previamente hidratados, sin semillas y venas―, junto con cebolla, ajo y jitomates es ideal para hacer un recaudo perfecto para cualquier guiso o caldo.
En algunos puestos de verduras o especias podrás encontrar chile de árbol molido, que se puede agregar para dar sabor a refrigerios, como fruta o verdura picada, junto con un toque de limón. Es tan versátil que se utiliza en adobos o caldos.
Por lo anterior, el chile de árbol es más que un ícono de la cultura mexicana: es un elemento culinario que da identidad a cientos de familias.
Sitio Fuente: El Poder del Consumidor