Los primeros perros dejaron de ser lobos hace 11.000 años

ARQUEOZOOLOGÍA.-

Desde los inicios del Holoceno ya mostraban una inusual diversidad de formas y tamaños, mucho antes de que existieran las razas selectas actuales.

El origen de los perros modernos se remonta hasta el Holoceno. / Dorota Kudyba en Pixabay.

El análisis de cientos de cráneos antiguos revela que los perros no tardaron en distinguirse de los lobos, desarrollando una diversidad morfológica inusual desde los primeros instantes de la convivencia con los humanos. Hace más de diez mil años ya exhibían una gama notable de características propias, resultado de un proceso de domesticación que transformó para siempre la historia compartida entre ambas especies.

Según una investigación publicada en Science, los perros actuales surgieron a partir de los lobos, pero ese proceso de domesticación y diversificación se remonta a mucho más atrás de lo que se pensaba.

Durante miles de años, los intentos de identificar exactamente cuándo los perros comenzaron a distinguirse de los lobos han tropezado con la dificultad de distinguir restos antiguos y fragmentarios. Sin embargo, los autores de este estudio han reunido y analizado una gran colección de cráneos de cánidos —643 en total, abarcando 50.000 años— usando modelos tridimensionales y técnicas morfométricas avanzadas.

Datos clave de esta investigación.

- Hallazgo principal: Los perros ya presentaban una notable diversidad morfológica hace 11.000 años, significativamente mayor que la de los lobos, mucho antes de la aparición de las razas modernas.

- Metodología: Análisis tridimensional y morfométrico de 643 cráneos de cánidos, datados en un periodo de 50.000 años, comparando restos de perros y lobos mediante técnicas avanzadas.

- Resultado destacado: La variabilidad en la forma y tamaño de los cráneos de perros del Holoceno temprano supera la de los lobos prehistóricos, evidenciando un proceso de diferenciación ligado a la convivencia humana.

- Significado evolutivo: La domesticación implicó una diversificación rápida, aunque los primeros perros seguían pareciéndose y siendo genéticamente cercanos a los lobos.

- Limitaciones: La escasez y fragmentación de restos antiguos dificulta reconstruir en detalle el proceso, y la verdadera amplitud de la diversidad original todavía podría estar subestimada.

- Próximo paso científico: Integrar el análisis de otros huesos y ADN antiguo de perros arcaicos de distintas regiones para aclarar los orígenes y evolución de las “razas” tempranas.

Morfología canina clara.

Gracias a este enfoque, han registrado cómo hace unos 11.000 años ya existía una morfología claramente de perro, y que, incluso en esos primeros momentos del Holoceno, los perros mostraban una variabilidad fenotípica considerable, mucho antes de los intensos procesos de cría selectiva que crearon las razas modernas.

La historia cuenta que la domesticación tuvo lugar probablemente en el final de la Edad de Hielo, pero los primeros restos genéticos inequívocos de perros domésticos proceden de hace unos 10.900 años, en la Rusia mesolítica.

El trabajo aporta pruebas sólidas de que, aunque antes ya había ejemplares con morfologías intermedias, todos los individuos más antiguos analizados en este estudio presentan rasgos de lobo. De hecho, la auténtica explosión de diversidad en la forma y tamaño de los cráneos caninos sólo puede observarse en el Holoceno temprano, momento en que los humanos ya habían establecido una estrecha relación con estos animales y habían comenzado a seleccionarlos para distintas tareas.

Comparativa reveladora.

Esta variabilidad morfológica es notable si se compara con los lobos: los perros exhiben una gama de tamaños y formas craneales mucho más amplia, con cráneos que pueden ser diminutos (como el de un King Charles spaniel) o enormes (de razas molosoides). Los primeros perros domésticos detectados por el equipo ruso muestran ya una diversidad mayor que la de los lobos prehistóricos, aunque no alcanzan aún los extremos desarrollados en las razas contemporáneas. Aquí se revela que la domesticación no es un único momento de transformación, sino un proceso largo, complejo y gradual, condicionado por factores ecológicos, culturales y las propias necesidades humanas.

El estudio también explica por qué los restos fósiles de perros antiguos son tan difíciles de encontrar. Los carnívoros, por su naturaleza, aparecen menos en los yacimientos arqueológicos y sus huesos tienden a conservarse mal. Por todo ello, es probable que la verdadera diversidad de los primeros perros domésticos esté aún parcialmente oculta a la ciencia.

Dificultades científicas.

Un aspecto importante es que todavía hoy existen razas de perro cuyas características se asemejan mucho a las de los lobos, lo que demuestra la dificultad de distinguir plenamente cuándo un animal se considera doméstico o salvaje, tanto biológica como culturalmente.

Para profundizar con mayor precisión en el origen y evolución de los perros, el estudio recomienda analizar otros huesos además de los cráneos —como mandíbulas y dientes— y ampliar la investigación hacia linajes cuyo desarrollo se produjo fuera del rango natural de los lobos, como los dingos australianos o los xoloitzcuintles mexicanos.

Plantean que, más allá de la genética y la morfología, es crucial entender cómo la convivencia con los humanos ha moldeado estos animales y los ha convertido en algo más que simplemente una versión modificada del lobo.

Por: Redacción T21.

Sitio Fuente: Levante / Tendencias21