Con conversatorio dedicado a la vigencia de México profundo, en la XXXII FILAH rinden homenaje a Guillermo Bonfil

INAH. HOMENAJES.-

- Participaron el director general del INAH, Diego Prieto; el historiador Marco Barrera Bassols y el antropólogo ecuatoriano Galo Mora
- “El legado básico de México profundo está en la primera reforma que introdujo a las culturas indígenas en la Constitución Política”: Diego Prieto.

Conversatorio Guillermo Bonfil Batalla, generador de instituciones y pensador crítico del indígenismo.

Guillermo Bonfil Batalla (1935–1991) tuvo una vida corta, pero una obra larga y fructífera, ejemplo de ello es su libro más célebre México profundo. Una civilización negada, aparecido en 1987, cuatro años antes de su partida. A este texto, cuyos planteamientos trascienden en pleno siglo XXI, estuvo dedicado un conversatorio en el marco de la XXXII Feria Internacional del Libro de Antropología e Historia (FILAH).

En el homenaje al pensador latinoamericano y hombre de instituciones, participaron el director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto Hernández; el responsable de Vinculación Internacional del Fondo de Cultura Económica (FCE), Marco Barrera Bassols, y el antropólogo ecuatoriano Galo Mora.

Moderado por la secretaria técnica del INAH, Aída Castilleja González, en el evento realizado bajo estricto protocolo sanitario en el Museo Nacional de Antropología, el titular del INAH reiteró que Bonfil es el antropólogo mexicano más importante del último tercio del siglo XX, porque alentó la discusión y la ruptura respecto al modelo teórico denominado indigenismo, con que el Estado hacía frente al “problema” de los pueblos indígenas.

La vigencia de las propuestas de Guillermo Bonfil, quien falleció hace tres décadas, se demuestra con las múltiples reediciones y traducciones de México profundo, siendo las más recientes al francés y al coreano, además de su reimpresión que ya prepara el FCE, como anunció Marco Barrera.

Para el antropólogo Diego Prieto, la persistencia de una “utopía bonfiliana” inspiró el reconocimiento de la pluriculturalidad del país, de ahí que “el legado básico de México profundo está en la primera reforma que introdujo a las culturas indígenas en la Constitución Política”, primero en el artículo segundo y luego en el artículo cuarto, asentando que la composición diversa de la nación se sustenta originariamente en ellas.

“Bonfil jamás señaló que la pluriculturalidad de México se sustentara exclusivamente en sus pueblos indígenas, él nunca fue un fundamentalista, nunca postuló un racismo a la inversa ni que, anticolonialismo, signifique deshacernos de las aportaciones culturales de Occidente”, puntualizó en el conversatorio transmitido por el canal INAH TV de YouTube, en sintonía con la campaña “Contigo en la distancia”, de la Secretaría de Cultura.

La obra de Bonfil, dijo, inició y terminó con la crítica a la antropología de Estado, que tuvo en el indigenismo su discurso fundamental, el cual, de alguna manera, inició en 1939 con la creación del INAH, y tuvo su culmen en 1964 con la apertura del Museo Nacional de Antropología, como su templo. Cuatro años después, toda esta ideología comenzaría a fracturarse con los cuestionamientos del movimiento estudiantil.

“México profundo salió en un momento en el que se vio agotado el modelo posrevolucionario de desarrollo y el indigenismo del siglo XX, además del discurso que orientó muchas luchas de parte del llamado socialismo real. Fue entonces que surgió el neoliberalismo. Es en la obra de Bonfil donde está la semilla que cuestiona los derroteros de la utilidad como móvil fundamental, y nos invita a buscar reservas civilizatorias en la vida de los pueblos originarios”, reflexionó el director general del INAH.

En este sentido, el historiador Marco Barrera indicó que desde 1987 a la fecha se sucedieron en cascada la rebelión indígena zapatista de 1994, un crecimiento exponencial de organizaciones productivas indígenas, una caída, en forma de naipes, de monumentos de conquistadores en todo el continente, rebeliones y reivindicaciones de los pueblos originarios que no cesan.

Comentó que en una conversación con su amigo el antropólogo Margarito Molina y el escritor Ramón Vera, llegaron a la conclusión de que México profundo y todo el pensamiento bonfiliano fue predecesor en temas como el etnodesarrollo, el control cultural y la autogestión.

En su participación, Galo Mora concluyó que México profundo fue pensado por su autor como un mosaico abierto a nuevas ideas, de gran calidad literaria, de una lectura no ortodoxa: “En su texto, Bonfil toma partido. En lugar de descubrimiento usa invasión, no dice encuentro sino saqueo, literalmente dice: el país se convierte en tierra ignota, cuyos secretos deben descubrirse.

“Hoy, cuando el colonialismo cabalga con ropaje fascista para desmantelar lo que queda de aquellas antiguas civilizaciones, o generar una nueva usurpación simbólica, la lectura de Bonfil es imprescindible”, finalizó.

Sitio Fuente: INAH