Así son los planetas más raros que conocemos hasta ahora
COSMOLOGÍA.
¿Te imaginas un mundo donde siempre sea de noche? Te hablamos sobre ese y otros de los planetas más raros del Universo.
Mark Stevenson/Universal Images Group/Getty Images.
Todavía a principios de los 90 los planetas que conocíamos eran aquellos que conforman nuestro Sistema Solar. Pero, en esa misma década, gracias a los avances de la tecnología, el Universo se abrió ante nosotros, ya que comenzamos a ver y conocer mundos mucho más distantes. De manera que hoy, los astrónomos tienen identificados casi 10 mil. Entre ese número, hay planetas que superan cualquier ficción, pues, son tan raros, que cuesta trabajo creer que existan. Aquí te presentamos nuestra selección de ellos.
Los mundos más extraños del Universo.
TrES-2 b: El planeta donde siempre es de noche.
Hasta el momento, no hay un planeta que esté cerca de parecerse a este. Imagina un mundo donde la noche sea eterna. Algo así existe, y se le identifica como TrES-2 b. Es el astro, de la categoría, más oscuro que esté en órbita alrededor de una estrella. Resulta que es menos reflectante que el mismo carbón.
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HD 189733 b: El planeta donde llueve vidrio,
Por experiencia, asociamos al azul con la vida, mas no nos dejemos llevar por esa idea; el Universo puede ser engañoso. Hay un planeta, como el nuestro, donde ese color es el dominante. Hablamos de HD 189733 b, un astro descubierto en 2005, cuya característica cromática se debe a una atmósfera brumosa y abrasadora que contiene nubes llenas de vidrio.
De acuerdo con la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés), en HD 189733 b hay vientos huracanados que lanzan el vidrio en ráfagas que serían fatales para la vida.
WASP-193b: El planeta “algodón de azúcar”.
Sí, también existe un planeta así. Es casi un 50% más grande que Júpiter, y tan ligero y esponjoso que su densidad total es comparable a la del algodón de azúcar. Es el segundo cuerpo celeste menos denso, de los que se conocen hasta ahora.
Por: Alberto Milo.
Sitio Fuente: National Geographic en Español