Profesiones del futuro para las que deberías formarte ya
ORIENTACIÓN VOCACIONAL.
Si estás indeciso sobre qué podrías estudiar para conseguir un trabajo en las profesiones del futuro, este es el lugar indicado. Te vamos a hablar del futuro, y de qué estudios te pueden llevar a ocupar ese puesto deseado.
Es muy difícil predecir el futuro. Lo que sucede es que podemos tener una idea aproximada de qué profesiones de futuro serán las más cotizadas dentro de unos pocos años teniendo en cuenta hacia dónde se está moviendo la tecnología y el mundo.
Por ejemplo, podemos afirmar sin temor a equivocarnos demasiado que en unos pocos años, las profesiones tecnológicas relacionadas con el medio ambiente, la sostenibilidad, la movilidad y las comunicaciones estarán muy cotizadas.
Por otro lado, los programadores, expertos en inteligencia artificial, científicos y matemáticos, físicos y demás perfiles similares tendrán un hueco en el mercado laboral gracias a su formación. Vamos a ver las profesiones de futuro que podrías desarrollar dentro de unos años.
Profesiones y carreras del futuro.
Saquemos la bola de cristal (o no tanto) y veamos algunas de las profesiones que se pueden ver sólidas a 10 años vista:
- Data Scientist, especialista en Big Data. Su función principal es analizar, gestionar y explotar datos. Es un puesto muy demandado por las empresas para optimizar sus recursos y alcanzar objetivos. Para dedicarse a esto, deberías estudiar una carrera técnica o científica como matemáticas, físicas, una ingeniería, y después especializarte mediante un máster.
- Growth Hacker, un especialista en crecimiento para startups. Es un trabajo que requiere de creatividad, talento y curiosidad. Entre las tareas de un growth hacker se incluyen el posicionamiento en buscadores (SEO), el marketing en buscadores (SEM), la automatización de los procesos de marketing, y la optimización en redes sociales (SMO). Este profesional debe tener conocimientos de marketing, ingeniería y producto.
- Desarrollador de aplicaciones móviles. Hoy en día ya es una profesión demandada, y así seguirá siendo en el futuro cercano.
- Desarrollador de aplicaciones realidad virtual. La realidad virtual lleva entre nosotros ya muchos años, pero las aplicaciones comerciales reales aún tienen camino que recorrer. Con todo, hay quien cree que pronto nos pasaremos buena parte de nuestro tiempo en entornos de realidad virtual, como Ray Kurzweil, ingeniero jefe de Google. Emprender una carrera en el desarrollo de aplicaciones de realidad virtual tiene mucho sentido porque son una herramienta clave en muchas industrias, como la automovilística, por ejemplo. En ese campo, la realidad virtual ayuda en el diseño de los vehículos, ya que se puede examinar un modelo concreto sin necesidad de construir un prototipo a tamaño real.
- Técnico en impresión 3D, otra de las tecnologías que tienen mucho recorrido por delante, en multitud de aplicaciones que van desde las más banales hasta las más importantes, como el modelado de prótesis, órganos artificiales, incluso, alimentos sintéticos. Incluso podremos ver diseñadores de ropa impresa en 3D.
- Diseñador de interfaz de usuario. Es el responsable de diseñar cómo se van a relacionar los usuarios con un servicio informático, o con una máquina. Por tanto, se va a encargar de la concepción general de la interfaz, de su optimización y de la cantidad de contenido que va a incluir en ella.
- Relacionado con la anterior profesión, en cierta manera, está el Diseñador UX, que diseña la experiencia de usuario. En este caso, se encarga del storytelling, entre otras cosas, y debe estar muy coordinado con los departamentos más orientados al cliente, como marketing y ventas.
- Ingeniero de circulación. Como una rama de la ingeniería civil, esta especialidad se ocupa de la planificación, el diseño y la operación del tráfico en cualquier tipo de vía y ambiente.
- Auditor de estilo de vida. Si hoy ya nos preocupamos por el rastro que dejamos en las redes sociales e Internet en general, en 10 años habremos multiplicado nuestra presencia, impulsados además por el Internet de las Cosas y, si llegan a ser viables, los coches autónomos. Así que un auditor de estilo de vida podría ser muy interesante para gestionar nuestro rastro en internet.
- Optimizador del tráfico de drones. Los drones tienen infinidad de aplicaciones prácticas, desde la medición de fincas, pasando por ayudas al rescate de personas en situaciones de desastres naturales, o grandes siniestros, hasta el (futuro) reparto de paquetería a domicilio. Es de esperar que, una vez superadas las barreras de las regulaciones y normativas, el tráfico aéreo de drones se multiplique, por lo que un controlador aéreo de drones, u optimizador de tráfico, será un profesional demandado.
- Arquitecto e ingeniero de tráfico automatizado, especializado en los coches autónomos. Cuando llegue el despliegue comercial de flotas de vehículos autónomos, aunque estos se manejen solos, seguirá siendo necesario que haya una figura de supervisor humano que organice bien el tráfico en los diferentes tipos de vías y situaciones.
- Estratega de microrredes. La red eléctrica está evolucionando hacia un modelo distribuido formado por microrredes que, en algunos casos, estarán compuestas por barrios en los que las viviendas generan cierta cantidad de energía eléctrica a partir de placas solares, por ejemplo. Estos pequeñas microrredes comerciarán con otras microrredes vecinas, o con la red general, en situaciones de déficit de energía o de exceso de esta.
Sitio Fuente: Universia México