Radiografía de… Cheetos Torciditos sabor queso y chile
CUIDADO DE LA SALUD.
- Contiene 1,008 mg de sodio, lo que representa el 50% de la recomendación diaria para adultos y 100% para niños.
- Contiene glutamato monosódico, que induce a comer en exceso.
- 22 ingredientes en total, muchos para una botana a base de un solo ingrediente.
Cheetos torciditos sabor queso y chile (bolsa de 167 gramos):
Sodio:
Contiene 180 miligramos (mg) de sodio por porción (30 gramos), lo que equivale al 9% de la máxima ingesta de sodio recomendada en adultos y el 18% en niños.
Cabe señalar que la porción que se consume es bastante mayor a los 30 gramos (g) que se consideran en el etiquetado. La bolsa contiene 167 g y contiene más de 1,000 mg de sodio.
Este producto concentra mucho sodio en poco gramaje y por ello se considera alto en sodio.
Es alarmante como en México existe un aumento en el consumo de sal (que contiene sodio), de hasta 12 g al día, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir máximo 5 g de sal al día en población adulta y la mitad en población infantil.
Este tipo de producto promueve el excesivo consumo de sodio.
Calorías:
Cada porción aporta 163 calorías.
5.6 porciones que son las que incluyen el total del empaque —y que es lo que comúnmente terminamos consumiendo, es decir, la bolsa entera—, aportan 912 calorías.
De acuerdo con las recomendaciones de ingestión de nutrimentos para la población mexicana, donde el promedio de consumo al día es de 2,000 calorías en un adulto, se está consumiendo el 45% de las calorías que debería de consumir en un día, por lo tanto se debe hacer notar la alta probabilidad de que el consumo de este producto llegue a desplazar el consumo de alimentos saludables y generar una ganancia de peso corporal en el consumidor.
Ingredientes:
De los 22 ingredientes que contiene, la mayoría son aditivos.
El ingrediente de base es el cereal de maíz, el cual muy probablemente, al igual que la soya, proviene de cultivos de la agricultura intensiva y extensiva, incluso producto de importaciones.
Este tipo de productos no apoyan ni a los pequeños productores ni al medio ambiente, mucho menos a la nutrición.
Además contiene otro tipo de harinas que actúan como si fueran azúcares en nuestro cuerpo, la maltodextrina, el almidón modificado y la harina de maíz.
Y una gran cantidad de aditivos, como saborizantes y potenciadores del sabor, y colorantes artificiales, como amarillo ocaso, tartrazina y rojo allura.
Cereal de maíz, aceite vegetal, condimento: maltodextrina, sólidos de la leche, chiles, sal yodada, aceite vegetal parcialmente hidrogenado, harina de soya, queso, saborizantes, glutamato monosódico, almidón modificado, ácido cítrico, proteína de soya, amarillo ocaso FCF, tartrazina, rojo allura AC, harina de maíz, achiote, inosinato de sodio, ácido láctico, guanilato de sodio.
Aditivos:
Glutamato monosódico (GMS). Es un condimento ampliamente utilizado en la industria alimentaria. Se añade para potenciar el sabor de los alimentos y hacerlos más sabrosos, así como aumentar la palatabilidad de los mismos.
Se ha visto que inhibe centros de saciedad induciendo a comer en exceso y de manera frecuente, y por ello se ha visto una asociación con aumento de peso, ya que induce a una mayor ingesta energética.
Además, la evidencia sugiere que tiene un efecto neurotóxico en el organismo5 y se han reportado ciertas reacciones adversas por consumo excesivo, como cefaleas, enrojecimiento de la piel en cara o cuello, si bien es una minoría quien presenta dicha reacción.
Maltodextrina. Aditivo usado para mejorar el sabor y aumentar la vida de anaquel de los productos. Es un azúcar simple, por lo que su absorción es inmediata por el intestino y pasa al torrente sanguíneo, produciendo una elevación brusca de los niveles de glucosa.
Esto puede ser dañino para una persona que tenga resistencia a la insulina o diabetes.
Aceite vegetal parcialmente hidrogenados. Aditivo sintético usado principalmente para extender la vida de anaquel de productos industrializados y retrasar su proceso de enranciamiento.
Este tipo de grasa se identifica como una causa importante de enfermedad cardiovascular con progresión a apoplejías y ataques cardíacos, resistencia a la insulina, así como una directa asociación a cáncer de mama y próstata principalmente.
Colorantes:
Amarillo ocaso (FCF) y Tartrazina.8 Colorantes sintéticos de la familia de los azoicos, que se obtiene del petróleo y debido a esto puede provocar intolerancia en las personas hipersensibles a la aspirina.
Además, es un liberador de histamina, y puede intensificar los síntomas del asma.
También está implicado en casos de hiperactividad en niños cuando ha sido utilizado en combinación con los benzoatos.
Rojo allura (Rojo 40). Colorante más usado en la industria. Se ha observado que puede causar reacciones alérgicas en una minoría de sus consumidores. También su consumo está relacionado con hiperactividad en los niños, por lo tanto se sugiere que deba excluirse de los alimentos.
De hecho se debería de prohibir los colorantes alimentarios, ya que no tienen otra finalidad que no sea efecto cosmético, mientras tanto las empresas voluntariamente deberían reemplazar los colorantes por unos naturales, más seguros y aptos para el consumo humano, como hoy en día se realiza en el Reino Unido.
Etiquetado:
La publicidad de estas botanas hace uso de una “mascota”, con la finalidad de construir una relación emocional con el consumidor infantil y cultivar la lealtad de marca para los productos que persisten en la adultez, ya que los niños son el objetivo principal de las compañías para maximizar las ventas de sus productos, contribuyendo así a una alimentación de mala calidad y por consiguiente un aumento de peso corporal desde una edad temprana.
A pesar de que se muestra el etiquetado GDA —diseñado por la industria— en la cara frontal del empaque, no se distingue de manera fácil ni precisa si este producto tiene un alto contenido de energía, sodio o grasa.
En la lista de ingredientes tampoco se detalla con precisión la funcionalidad de cada uno, por ejemplo “aditivo” o “potenciador de sabor”, esto siendo más significativo que “maltodextrina” o “glutamato monosódico”.
También en la tabla nutrimental se menciona que no contiene grasas trans, pero en los ingredientes señala que contiene aceite vegetal parcialmente hidrogenado, que en efectos prácticos tiene un efecto homólogo en el cuerpo, y el consumidor al no tener conocimiento no realiza una compra informada ni consciente al respecto del producto.
De igual manera, no se muestran frases precautorias, como “Contiene colorantes que pueden tener un efecto adverso sobre la actividad y la atención en los niños”, por lo tanto no cumple con lo mencionado en la NOM-051 respecto al inciso de leyendas precautorias.
Nuestra valoración:
No se recomienda su consumo, ya que su contenido de sodio y calorías es muy elevado.
Te proponemos:
Consume botanas más saludables, como palomitas de maíz hechas en casa, cacahuates, nueces, pistaches o pepitas tostadas, ya que son buena fuente de grasas poliinsaturadas que son benéficas a la salud cardiovascular.
Por: Tabata Armenteros.
Sitio Fuente: El Poder del Consumidor