Patrimonio vivo en América Latina y el Caribe: el legado cultural de nuestros antepasados
UNESCO. Historia.
Este 2024 se conmemora por primera vez el Día Internacional del Patrimonio Cultural Intangible.
El patrimonio cultural abarca mucho más que monumentos y colecciones de objetos. También comprende tradiciones y expresiones vivas, tales como la oralidad, las artes escénicas, las costumbres sociales, los rituales, las festividades, los conocimientos y las prácticas relacionadas con la naturaleza y el universo. Además, incluye habilidades y técnicas asociadas a la artesanía tradicional. Es el legado de nuestros antepasados que se transmite de generación en generación.
Este 17 de octubre de 2024 se celebra por primera vez el Día Internacional del Patrimonio Cultural Inmaterial, con el cual la UNESCO destaca la importancia de estas tradiciones y expresiones vivas para la humanidad. Es, igualmente, una celebración de la diversidad cultural para propiciar el entendimiento mutuo, la cooperación entre comunidades, la paz y tolerancia.
América Latina y el Caribe es una zona geográfica con disímiles exponentes del patrimonio vivo. La influencia de las diferentes culturas en la región a lo largo de su historia le han dejado a sus actuales habitantes un legado inmensurable que es preciso preservar para las próximas generaciones.
Compartimos algunas de estas tradiciones y expresiones, inscritas en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
1. La lengua, la danza y la música de los garífunas. Belice - Guatemala - Honduras - Nicaragua.
La lengua, la danza y la música de los garífunas.© UNESCO.
Las comunidades garífunas, originarias de un mestizaje entre grupos africanos y caribeños, se establecieron en la costa atlántica de América Central en el siglo XVIII. Hoy en día, viven en Honduras, Guatemala, Nicaragua y Belice. La lengua garífuna, de la familia arawak, ha resistido siglos de persecución. Sus melodías combinan elementos africanos y amerindios, y sus textos preservan conocimientos tradicionales sobre agricultura, pesca y construcción. Las canciones, acompañadas de tambores y bailes, tienen un componente satírico. Los ancianos son los encargados de transmitir estas tradiciones, pero la migración, la discriminación y la falta de enseñanza de la lengua en las escuelas amenazan su continuidad.
2. La Fiesta Grande de Tarija. Bolivia.
La Fiesta Grande de Tarija. © UNESCO.
La Fiesta Grande de Tarija, celebrada en agosto y septiembre en la ciudad de Tarija, Bolivia, honra a San Roque con procesiones religiosas, festivales de música, bailes, competiciones y fuegos artificiales. Originada en la época colonial, esta fiesta es una muestra de fe por la salud, preservada y transmitida por la comunidad católica. Los participantes, vestidos con máscaras y trajes vistosos, interpretan música y bailes, mientras los vecinos decoran templos y calles y organizan actividades culturales y deportivas. La fiesta incluye exposiciones de artesanías y comidas tradicionales, pero sin bebidas alcohólicas. Además de su carácter religioso, marca el fin de la estación seca y el inicio del periodo agrícola.
3. El ‘bumba-meu-boi’, práctica cultural compleja de Maranhão. Brasil.
El ‘bumba-meu-boi’, práctica cultural compleja de Maranhão. © UNESCO
El “bumba-meu-boi” es una práctica ritual del estado brasileño de Maranhão que combina música, danza, teatro y juegos, con el buey como figura central. Esta tradición refleja el ciclo de la vida, desde el nacimiento hasta la muerte, y está impregnada de simbolismo. Aunque existen prácticas similares en otros estados de Brasil, el “bumba-meu-boi” de Maranhão se distingue por su diversidad de grupos y estilos, y por la relación entre creencias, fiestas y artes. Cada año, los grupos crean nuevas canciones, comedias y bordados para la celebración, que culmina a finales de junio y dura entre cuatro y ocho meses.
4. La alfarería de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca. Chile.
La alfarería de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca. © UNESCO.
La alfarería de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca, en el centro de Chile, es una tradición cultural mestiza que produce objetos funcionales y decorativos, caracterizados por su color negro con toques blancos. Las alfareras, que son principalmente mujeres, crean y venden sus piezas en mercados locales y ferias de artesanía. Esta práctica, que otorga autonomía social y económica a las mujeres, está amenazada por factores demográficos, medioambientales y la migración de los jóvenes a zonas urbanas, lo que dificulta la transmisión de conocimientos y el acceso a materias primas.
5. El Carnaval de Barranquilla. Colombia.
El Carnaval de Barranquilla. © UNESCO.
El Carnaval de Barranquilla, celebrado durante los cuatro días previos a la Cuaresma, es un evento que muestra la diversidad cultural de Colombia a través de danzas, música y expresiones artísticas. La ciudad, ubicada en la costa del Caribe, se ha convertido en un importante centro de comercio y convergencia de culturas amerindias, europeas y africanas desde la época colonial. El carnaval ganó popularidad y se profesionalizó, obteniendo una amplia cobertura mediática. Aunque esto ha generado beneficios económicos para muchas familias de bajos ingresos, la comercialización creciente amenaza la preservación de muchas expresiones tradicionales.
6. Saberes de los maestros del ron ligero. Cuba.
Saberes de los maestros del ron ligero. © UNESCO.
El ron ligero cubano, originado en 1862 en Santiago de Cuba, se produce gracias a la transmisión continua de conocimientos de los maestros roneros. Estos expertos combinan técnicas tradicionales y científicas para garantizar la calidad del ron, una importante fuente de ingresos para Cuba. Siguen un código ético que respeta la cultura del ron y promueve prácticas ecológicas. La fabricación del ron es un aprendizaje continuo que se transmite de generación en generación, abarcando desde el cuidado de las bodegas hasta la creación de mezclas específicas. Los maestros roneros forman una comunidad selectiva que promueve el consumo responsable y conecta culturalmente a la isla con el mundo.
7. Tejido tradicional del sombrero ecuatoriano de paja toquilla. Ecuador
Tejido tradicional del sombrero ecuatoriano de paja toquilla. © UNESCO.
El sombrero de paja toquilla, tejido con fibras de una palmera de las costas de Ecuador, es una tradición artesanal distintiva. Los agricultores cultivan y procesan las fibras, que luego los tejedores transforman en sombreros, un proceso que puede durar de un día a ocho meses según la calidad. En la comunidad costera Pile, se confeccionan sombreros extrafinos bajo condiciones específicas. Las técnicas de tejido se transmiten en las familias campesinas, preservando esta práctica como parte de su identidad y patrimonio cultural.
8. El reggae. Jamaica.
El reggae de Jamaica. © UNESCO.
El “reggae” es una mezcla de ritmos jamaicanos y de diversas influencias caribeñas, latinoamericanas y norteamericanas, originado en los grupos marginados de Kingston. Evolucionó del “ska” al “rock steady” y finalmente al “reggae”, incorporando estilos neoafricanos, soul y rhythm and blues. Inicialmente una expresión de comunidades marginadas, el reggae ahora es apreciado por personas de todas las clases sociales. Aborda temas de injusticia, resistencia, amor y la condición humana, y se enseña en todos los niveles educativos en Jamaica. Festivales como el “Reggae Sumfest” y el “Reggae Salute” celebran y promueven este género musical.
9. El Mariachi, música de cuerdas, canto y trompeta. México
El Mariachi, música de cuerdas, canto y trompeta. © UNESCO.
El mariachi es una música tradicional esencial en la cultura mexicana, interpretada por músicos vestidos con trajes de charro y acompañados de instrumentos de cuerda. Las orquestas modernas incluyen trompetas, violines, vihuelas y guitarrones. Su repertorio abarca canciones de diversas regiones de México, como jarabes, polkas, valses y corridos, y ha incorporado géneros como la ranchera y la cumbia. La música mariachi se transmite de generación en generación, principalmente de oído, y se presenta en festividades religiosas y civiles, promoviendo el respeto por el patrimonio natural y la historia local.
10. Prácticas y saberes tradicionales del tereré en la cultura del pohã ñana, bebida ancestral guaraní en Paraguay. Paraguay
Prácticas y saberes tradicionales del tereré en la cultura del pohã ñana, bebida ancestral guaraní en Paraguay. © UNESCO.
El tereré, una bebida ancestral guaraní, es muy popular en Paraguay. Se prepara mezclando agua fría con pohã ñana, una hierba medicinal, y se sirve en un recipiente con mate, bebiéndose con una bombilla. Este ritual, transmitido de generación en generación desde el siglo XVI, fomenta la cohesión social, la inclusión, la amistad y el respeto. Además, realza el legado cultural y botánico guaraní, destacando los beneficios para la salud del pohã ñana.
11. La danza del wititi del valle del Colca. Perú
La danza del wititi del valle del Colca. © UNESCO.
La danza del wititi del valle del Colca, Perú, es un baile popular tradicional que guarda relación con el comienzo de la edad adulta. Reviste la forma de un ritual de cortejo amoroso y suelen interpretarla los jóvenes durante las festividades religiosas que se celebran a lo largo de la estación lluviosa. La representación del wititi coincide con el inicio del ciclo de producción agrícola y simboliza el renuevo de la naturaleza y la sociedad. Esta danza consolida los vínculos sociales y la identidad de los pueblos del valle del Colca. A nivel nacional, existen grupos de bailes folclóricos que también interpretan esta danza por haberla integrado en sus repertorios coreográficos.
12. La música y el baile del merengue. República Dominicana.
La música y el baile del merengue. © UNESCO.
El merengue es una parte esencial de la identidad de República Dominicana y está presente en la educación, reuniones sociales, festividades y campañas políticas. El 26 de noviembre de 2005 se proclamó el Día Nacional del Merengue. Se baila en pareja con movimientos sensuales al ritmo de acordeones, tambores y saxofones. La iniciación comienza en la infancia y atrae a personas de diversos orígenes socioeconómicos, promoviendo el respeto y la convivencia. Originario del norte de la República Dominicana, el merengue es popular en el Caribe, Puerto Rico, Estados Unidos y otros países de Centroamérica y América Latina.
13. Procedimientos y técnicas artesanales de obtención de fibras vegetales para talcos, pintas y crinejas del sombrero pintao. Panamá
Procedimientos y técnicas artesanales de obtención de fibras vegetales para talcos, pintas y crinejas del sombrero pintao. © UNESCO.
Las fibras vegetales para el sombrero pintao se obtienen manualmente de cinco tipos de plantas y barro. Los artesanos cultivan las plantas, procesan las materias primas, trenzan las fibras y confeccionan los sombreros, que son parte de la vestimenta en bailes folclóricos y fiestas comunitarias en todo Panamá. Esta práctica fomenta la solidaridad social mediante cooperativas de sombrereros y cultivadores. El Museo del Sombrero Pintao en La Pintada y el Día Cívico del Sombrero Pintao, celebrado el 19 de octubre, son esfuerzos para preservar esta tradición. Las técnicas se transmiten de generación en generación, y se organizan concursos para perfeccionar el arte. Más de 400 artesanos viven de este oficio y se enorgullecen de sus creaciones.
14. El tango. Argentina - Uruguay.
El tango. © UNESCO.
El tango, originado en la cuenca del Río de la Plata entre Buenos Aires y Montevideo, es una mezcla de influencias europeas, africanas y criollas. Esta tradición cultural incluye música, danza y poesía, y se practica en las milongas de ambas ciudades. El tango ha evolucionado y se ha adaptado globalmente, manteniendo su esencia. Hoy, músicos, bailarines, coreógrafos y profesores continúan difundiendo y enseñando este arte. El tango es un símbolo de la identidad cultural y se celebra en eventos nacionales en Argentina y Uruguay, reflejando su amplio impacto como música popular urbana.
15. Diablos Danzantes de Venezuela. República Bolivariana de Venezuela.
Diablos Danzantes de Venezuela. © UNESCO.
Las pequeñas comunidades de la costa central de Venezuela celebran de manera especial el Corpus Christi, festividad de la Iglesia católica romana que conmemora la presencia de Cristo en el sacramento de la eucaristía. Grupos de hombres adultos, muchachos jóvenes y niños, disfrazados de diablos enmascarados, ejecutan pasos de danza hacia atrás, en actitud de penitencia, al mismo tiempo que una jerarquía de la Iglesia católica avanza hacia ellos llevando el Santo Sacramento. Los bailarines, llamados “promeseros’’, son miembros perpetuos de hermandades que transmiten la memoria histórica y las tradiciones ancestrales de las comunidades. Las mujeres se encargan de la preparación espiritual de los niños, organizan las diferentes etapas del ritual, preparan comidas, prestan su concurso para las danzas y levantan altares a lo largo del recorrido de la procesión. Recientemente, algunas comunidades han empezado a admitirlas a que participen como danzantes. Esta celebración tradicional fomenta un fuerte sentimiento de identidad comunitaria y cultural.
16. La tradición del boyeo y las carretas. Costa Rica.
La tradición del boyeo y las carretas. © UNESCO.
La tradicional carreta de bueyes es el tipo de artesanía más famoso de Costa Rica. Desde mediados del siglo XIX, las carretas de bueyes eran utilizadas para transportar el grano de café desde el valle central de Costa Rica a Puntarenas, en la costa del Pacífico. La tradición de pintar y engalanar las carretas comenzó a principios del siglo XX. Se organizaron concursos anuales para premiar a los artistas más creativos, costumbre que aún perdura hoy día. Cada carreta de bueyes se fabrica para producir su propio “canto”, un carillón único producido por un anillo del metal que golpea el cubo de la rueda cuando la carreta traquetea por los caminos. Al convertirse en un medio de transporte obsoleto, se ha reducido la demanda de carretas, y por tanto también el número de artesanos que dominan la técnica para fabricarlas y decorarlas.
17. Joumou soup. Haití
Joumou soup. © UNESCO.
La sopa Joumou es una sopa de calabaza tradicional haitiana, hecha con verduras, plátanos, carne, pasta y especias. Es un símbolo de la libertad y resistencia haitiana, consumida el 1 de enero, Día de la Independencia de Haití, y como desayuno dominical. Su preparación es un esfuerzo comunitario que fomenta la cohesión social, con mujeres dirigiendo, niños ayudando, artesanos fabricando utensilios y agricultores cultivando ingredientes. Variantes de esta sopa se encuentran en la cocina caribeña y latinoamericana.
Sitio Fuente: UNESCO