De Montparnasse a Les invalides: Éstos son los sitios más oscuros de París
TURISMO.
El turismo oscuro en París se abre paso en medio de sus monumentos icónicos y la atmósfera romántica que distingue a la capital francesa. Panteones, catacumbas y necrópolis reales son parte de las atracciones.
Cementerio del Père-Lachaise, destino de turismo oscuro en París. Foto: Getty Images.
En las entrañas de la ciudad de la luz, París revela un fascinante submundo para los amantes del turismo oscuro. Entre sus elegantes bulevares y monumentos icónicos, aguardan llenos de misterio e historia silenciosa, cementerios centenarios, búnkeres, catacumbas y tiendas de taxidermia ofrecen macabras obras de arte. En esta metrópoli icónica, también se abre paso a destinos que desentrañan el lado más sombrío y misterioso de la Ciudad del Amor.
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Seis destinos de turismo oscuro en París.
Los Inválidos.
Los Inválidos, o Les Invalides en francés, fue construido entre 1671 y 1706 por Luis XIV, inicialmente fue un hospital y hogar para soldados heridos. Hoy, alberga destacados museos históricos y militares en Francia, y sigue siendo un hospital militar operativo. Aunque resguarda una memoria histórica importante, la atracción principal es la tumba de Napoleón.
La imponente estructura donde descansa quien fuera emperador de Francia, está compuesta por cinco ataúdes distintos, reposa sobre un sarcófago de cuarcita roja en un pedestal de granito verde, rodeado por 12 victorias de mármol blanco.
Basílica de Saint-Denis.
Foto: Getty Images.
La ciudad de Saint-Denis, enclave histórico de Francia, está ubicada a las afueras de París. La basílica, con su singular torre inacabada, encapsula siglos de historia real. Construida sobre la tumba de San Dionisio, el primer obispo de París, la estructura se convirtió en la necrópolis real. Aquí descansan 43 reyes, 32 reinas y numerosos nobles, tejiendo una red genealógica de la monarquía francesa.
Desde figuras menos conocidas hasta invitados habituales en la mesa real, cada rincón cuenta una parte esencial de la rica narrativa francesa. Este lugar, con un legado arquitectónico y funerario, es un testimonio vivo de la grandeza y evolución de la nación a lo largo de los siglos.
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Catacumbas de París.
«Este es el dominio de la muerte”, advierte un cartel en francés sobre la entrada. Las catacumbas de París, un laberinto de 150 km de túneles subterráneos, albergan el espeluznante reposo de 6 millones de esqueletos, convirtiéndose en el cementerio subterráneo más grande del mundo. Este oscuro rincón de la historia parisina resguardan los vestigios silenciosos de generaciones pasadas.
Los laberintos, inicialmente canteras de piedra caliza, se convirtieron en un macabro archivo de la historia parisina. A fines del siglo XVIII, el aumento de la población llevó a la saturación de los cementerios, y se tomó la decisión de trasladar los restos humanos a estas antiguas canteras. Los huesos fueron dispuestos sobre los muros, creando pasadizos subterráneos con cráneos y huesos.
Cementerio del Père-Lachaise.
Foto: Getty Images.
El Cementerio del Père-Lachaise es un mosaico de historias silenciosas entre lápidas y calles adoquinadas. Fundado en 1804, sus senderos albergan las tumbas de figuras icónicas como Jim Morrison, Edith Piaf, Chopin, Honore de Balzac, Gertrude Stein y Marcel Proust. Con su arquitectura y monumentos funerarios imponentes, el Père-Lachaise se convierte en un testigo silente de la historia parisina.
Este camposanto se extiende por 43 hectáreas, donde se pueden recorrer 70,000 tumbas con grabados en mármol y piedra.
Cementerio de Montparnasse.
Ubicado en el distrito 14, Montparnasse es un testimonio silencioso de la historia y la cultura francesas, además de ser uno de los destinos favoritos del turismo oscuro en París. Establecido en 1824, sus jardines albergan las tumbas de figuras como Jean-Paul Sartre, Simone de Beauvoir, Charles Baudelaire, Samuel Beckett y el dictador mexicano Porfirio Diaz.
Este camposanto, inicialmente creado para aliviar la saturación de otros cementerios parisinos, es la segunda necrópolis más grande de la ciudad y se ha convertido en un museo al aire libre, donde las lápidas cuentan historias de la literatura, filosofía y arte.
Por: Erika Montejo.
Sitio Fuente: National Geographic en Español