Leguminosas que nos pasan desapercibidas

ALIMENTACIÓN.

Este 2016 ha sido declarado Año Internacional de las Legumbres por la Asamblea General de las Naciones Unidas y aunque su importancia como alimento y fuente de proteínas es reconocido en todos lados, hay un invitado cuyo papel no debe pasar desapercibido en esta celebración: las leguminosas.

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La UNAM resguarda la Colección Nacional de Leguminosas. Foto y diseño: Bárbara Castrejón.

¿Qué tienen que ver una con otra? De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, las legumbres son aquellas semillas secas y usadas para el consumo humano y animal. Cita entre las de mayor consumo al frijol, las lentejas y los garbanzos, entre otras.

Esta definición excluye del grupo a las hortalizas y a las semillas, como la soja que sirven para obtener aceites.

Pero esta excepción no aplica a nivel biológico, donde como explica el maestro en Ciencias Rafael Torres Colín, del Instituto de Biología de la UNAM, todos los frutos de las especies de la familia de las leguminosas son considerados como legumbres.

Se estima que existen más de 700 géneros diferentes de leguminosas y cerca de 19,000 especies en el mundo. De estos, más de 130 géneros habitan tierras mexicanas siendo Oaxaca y Chiapas los estados con más diversidad.

Y aunque las más buscadas son aquellas cuyo fruto es aprovechado para el consumo, estas solo representan una minúscula parte de la enorme diversidad existente.

A nivel mundial, explica el maestro Torres Colín, la mayoría de las leguminosas son silvestres y sus usos se extienden al forraje  como el caso del trébol forrajero, la decoración, como el colorín o la Acacia senegal que se usa para producir goma arábiga.

La diversidad que concentra México ha sido estudiada por el académico de la UNAM, en diferentes proyectos como los llevados a cabo en la Reserva Ecológica de Guadalcázar en San Luis Potosí, la sierra de Juárez y Tehuantepec, ambas regiones de Oaxaca importantes por su riqueza y rareza vegetal.

Después de identificadas y clasificadas, las especies provenientes de estos sitios, pasan a la Colección Nacional de Leguminosas en el Herbario Nacional.

¡Conócelas!.

Muchos de los miembros de la familia de las leguminosas están entre nosotros, pero no las identificamos como tales.

Un claro ejemplo es la jícama, que originaria de países de continente americano, como México, es consumida en todo el mundo por su raíz, un tubérculo que puede disfrutarse cruda con chile y limón o en ensaladas y juegos.

Otra leguminosa es el tamarindo, que originario de África es muy apreciado en México, donde ha cobrado un fuerte protagonismo en bebidas, salsas, postres y dulces. Aunque su uso va más allá de la cocina, pues sus hojas y corteza también son utilizadas como medicina en problemas estomacales.

La alfalfa es otra leguminosa cultivada principalmente para alimento de animales, aunque también es aprovechada por los seres humanos en ensaladas y jugos como un aliado para combatir la anemia.

Usada para reemplazar a productos de origen animal, la soja es usada para obtener diferentes productos como el aceite, la leche y la salsa de soja que son muy solicitados, principalmente por personas veganas.

Pero no todas las leguminosas son comestibles, el Palo de Brasil, originario del país carioca, es usado por su madera de color rojizo que además de ser aprovechado en la fabricación de instrumentos de cuerdas, se busca también para extraerle un pigmento rojizo llamado brasilina.

Y tú ¿qué otras leguminosas conoces?

Sitio Fuente: Laura García J., DGDC-UNAM