Cuerno de África: el hambre amenaza a 5,5 millones de niños

UNICEF.-

La situación es grave y desesperada, la vida de millones de niños y niñas pende de un hilo. 20 millones de personas van a necesitar ayuda humanitaria en los próximos meses.

La sequía amenaza con la desnutrición de millones de niños.

"La situación de los niños y las familias en el Cuerno de África es grave. Están desesperados. Millones de vidas penden de un hilo", alerta el director regional de UNICEF para África Oriental y Meridional, Mohamed M. Fall.

En UNICEF prevemos que unas 20 millones de personas en Eritrea, Etiopía, Kenia y Somalia necesitarán agua y asistencia alimentaria en los próximos seis meses. ¡Esto es casi la misma cantidad de personas que las poblaciones de Grecia y Suecia juntas! Muchos de ellos son niños y niñas, que corren un riesgo aún mayor en una de las peores emergencias inducidas por el clima de los últimos 40 años.

Tenemos que actuar ahora para evitar una catástrofe con efectos devastadores para una región que convive con la pandemia de COVID-19, los conflictos y el cambio climático.

Una grave sequía que se traduce en más casos de desnutrición aguda.

En la región acumulan ya tres estaciones secas consecutivas. La consecuencia más inmediata de la sequía es la grave escasez de agua, lo que acaba matando al ganado y perjudicando a los cultivos, desplazando poblaciones, aumentando el riesgo de enfermedades y provocando la aparición de más casos de desnutrición aguda.

Como siempre en las emergencias, los niños son los más vulnerables y, en el Cuerno de África, sin duda, están pagando el precio más alto por una crisis que no han creado. Privados de tener un hogar, una comida, la posibilidad de ir a la escuela y hasta del acceso a los servicios de atención a la salud, esenciales para salvar vidas.

En este momento, casi 5,5 millones de niños y niñas en estos cuatro países están amenazados por la desnutrición aguda, y se estima que 1,4 millones sufre el riesgo de caer en desnutrición aguda grave, la peor forma de malnutrición. En UNICEF tememos que este número pueda aumentar en un 50% si las lluvias no llegan en los próximos tres meses.  

Solo en Somalia, se estima que 1,3 millones de niños menores de 5 años están en riesgo de desnutrición, incluidos alrededor de 295.000 casos graves. Estas cifras también podrían empeorar.

Las familias están tomando medidas extremas para sobrevivir y, en muchos casos, abandonando sus hogares, lo que pone a los niños particularmente en riesgo.

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Tormenta tropical Ana y ciclón Batsirai.

Como si fuera poco, además de la sequía y la escasez de agua en el Cuerno de África, este fin de semana el ciclón Batsirai provocó la huida de más de 70.000 personas en Madagascar, la destrucción de cientos de escuelas y centros de salud y dejó cuantiosos daños en las carreteras. Es la segunda gran tormenta que azota el país en dos semanas.
                         
Antes de eso, la tormenta tropical Ana ya había causado estragos en algunas zonas de Madagascar, Mozambique, Zimbabue y Malawi, haciendo nuevamente visible la necesidad de asistencia humanitaria inmediata, incluso en las áreas más remotas donde el acceso es complejo.

Nuestro director visitó Malawi y nos transmite de primera mano la situación que padecen 870.000 personas, muchos de ellos niños y niñas, que están viendo cómo sus vidas se interrumpieron como consecuencia de estos desastres naturales.

En Etiopía, Nimo recibe tratamiento en una clínica móvil de UNICEF.

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En la aldea de Higlolay, en Etiopía, trabajamos con equipos móviles que atienden el estado de salud y nutrición de la población. Allí, Nimo Abdi Dhuh, de dos años, recibe tratamiento para la desnutrición aguda.

Ha sufrido diarrea y vómitos, y su madre, Shamis Dhire, está preocupada. "Nos hemos visto afectados por la sequía. No tenemos leche para dar a los niños. Mi hijo está enfermo por falta de leche y comida por culpa de la sequía... Oramos a Allah por la lluvia".  

La pérdida de ganado por parte de las familias, priva a los niños de su principal fuente de proteínas, lo que ayuda al aumento de los casos de desnutrición.

Desde UNICEF ya estamos trabajando.

En Etiopía, UNICEF ya desplegó clínicas móviles en los pueblos más remotos y en los asentamientos temporales para examinar y tratar a niños como Nimo. También tenemos preparados los suministros terapéuticos necesarios para garantizar la continuidad de la atención y minimizar las posibilidades de desabastecimiento.

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A su vez, para mejorar el suministro de agua, UNICEF está rehabilitando y ampliando los sistemas en las zonas más afectadas. También proporcionamos generadores para hacer funcionar las bombas, para que el transporte de agua no se vea interrumpido.
Proporcionamos agua para paliar los efectos de la sequía.

La crisis climática requiere de una respuesta colectiva, que garantice el acceso a agua potable, nutrición y espacios seguros para los niños. Es una crisis de los derechos de los niños y para hacerle frente es necesario:

- Una mayor inversión en adaptación al clima y resiliencia.
- Reducciones en las emisiones de gases de efecto invernadero.
- Un mundo que escuche mejor a los jóvenes y actúe de forma contundente.

"Desde UNICEF ya trabajamos en el pasado para evitar situaciones de hambruna en la región. Ahora debemos hacerlo otra vez y de manera inmediata. De lo contrario, muchos niños morirán o sufrirán daños físicos y cognitivos que les durarán toda la vida y que podríamos evitar", advierte nuestro director regional.

También estamos proporcionando asistencia vital al resto de países, en coordinación con los gobiernos, las comunidades y nuestros aliados en el terreno.

Pero no es suficiente. Las necesidades son masivas y urgentes y nos enfrentamos al reto de darles respuesta con unos fondos que se están agotando rápidamente.

Por ello, hemos hecho un llamamiento por casi 108 millones de euros para Eritrea, Etiopía, Kenia y Somalia, a fin de cubrir las necesidades esenciales de las personas más vulnerables hasta finales de junio de 2022. ¡No podemos dejarlos solos!

Sitio Fuente: UNICEF