Radiografía de… Cheetos Poffets sabor queso (31 g, 1 bolsa)

CUIDADO DE LA SALUD

- 300 mg de sodio por paquete, 20% del sodio total diario para un niño o niña.
- Contiene colorantes que generan déficit de atención e hiperactividad en niños y niñas.
- Casi la mitad de la grasa es saturada proveniente de aceite parcialmente hidrogenado.

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cheetos poffets queso.

Cheetos Poffets sabor queso (31 gramos, 1 bolsa):

Azúcar:
2 gramos. A pesar de ser un producto salado, contiene azúcares añadidos. Esto proporciona mayor palatabilidad a los productos, pues diluye los sabores intensamente salados, generando una mayor tolerancia a la aceptación de las altas cantidades de sodio presentes en muchos de los productos ultraprocesados.

Sodio:
300 mg (miligramos) por bolsa individual de 31 gramos, lo que cubre el 15% del sodio total recomendado para un adulto (2,000 mg) y el 20% de lo que se recomienda para un niño o niña.

En las últimas dos décadas el alto consumo de sodio ha cobrado gran relevancia dados sus impactos negativos en la salud, como la hipertensión.

Este padecimiento en la población infantil y adolescente se ha incrementado considerablemente, por lo cual se le ha reconocido como un problema crítico emergente de salud pública.

Ha sido comprobado ampliamente que la hipertensión pediátrica genera un incremento en el riesgo a padecer enfermedades cardiovasculares a futuro y un incremento en la mortalidad como consecuencia de las mismas.

En México, la población consume casi el doble del sodio recomendado para todo el día, de acuerdo con el comunicado publicado por parte del Instituto Nacional de Salud Pública.

Las mayores proporciones de sodio se obtienen de productos procesados, ya que la mayoría lo contienen en altas cantidades. Razón por la cual la Organización Mundial de la Salud (OMS), así como investigadores y académicos alrededor del mundo recomiendan como una de las principales medidas para la prevención y control de la hipertensión pediátrica: limitar el consumo de productos procesados y alimentos altos en sodio.

Alrededor del mundo se ha visto que la presión elevada asociada a la obesidad entre la población infantil y adolescente puede oscilar desde el 11% hasta 30%.

La OMS ha emitido un documento de “Información General sobre Hipertensión en el Mundo” para alertar a la población mundial la crisis de salud pública que está implicando dicho padecimiento.

Lo que más preocupa a la comunidad científica son los impactos que está teniendo en la población infantil y adolescente, dado a que la hipertensión contribuye a la carga de cardiopatías, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia renal, y a la mortalidad y discapacidad prematuras.

Grasa:
13.4 gramos de grasa total por bolsa.

De la grasa total el 47% es saturada (6.2 gramos).

Esta grasa saturada proviene del aceite vegetal parcialmente hidrogenado, el cual es considerado el tipo de grasa con mayores impactos negativos en la salud.

Ingredientes:

Maíz palomero, aceite vegetal, condimento (sólidos de la leche, maltodextrina, almidón, sal yodada, aceite vegetal parcialmente hidrogenado, queso, saborizantes, almidón modificado, glutamato monosódico, proteína de soya, chile, ácido láctico, ácido cítrico, amarillo ocaso FCF, tartrazina, jarabe de maíz, extracto de levadura, achiote).

Contiene 20 ingredientes en total, entre ellos dos diferentes endulzantes (asociados con sobrepeso, obesidad y diabetes), también contiene glutamato monosódico (citotóxico y generador de daño neuronal), así como colorantes asociados a la generación de cambios en la conducta de niños y niñas (déficit de atención e hiperactividad) y aceite hidrogenado (grasa saturada).

Etiquetado:

La bolsa es de color oscuro con colores naranjas, con la imagen de la caricatura de “Chester Cheetos”, el famoso leopardo utilizado como base de su publicidad.

Si bien se muestra la cantidad de sodio total por bolsa, es difícil percibir si esta cantidad es elevada o no, como lo muestran ya algunos etiquetados aprobados en países de Latinoamérica (como Ecuador), en donde se utilizan los colores del semáforo.

A través de este etiquetado tampoco un padre de familia podría distinguir si el producto contiene colorantes que afectan a la conducta de los niños y niñas.

Este problema también se ha incrementado gravemente entre la población infantil y se convierte aún más fuerte en niños que ya padecen trastorno de hiperactividad y déficit de atención (THDA).

Padres de familia con hijos con THDA deberían ser alertados ante la presencia de colorantes (como la tartrazina y amarillo ocaso) que han sido directamente asociados a hiperactividad y déficit de atención.

La OMS ha hecho fuertes llamados al sector privado a dejar de publicitar productos como este a niños y niñas, ya que se ha encontrado una directa asociación entre la publicidad dirigida a la infancia y el alto consumo de productos ultraprocesados.

La industria de alimentos sigue utilizando estrategias como regalos (tazos) y promociones con personajes de caricaturas y películas (Batman vs. Superman).

Es de carácter imperativo los etiquetados en los productos sean realmente orientadores, especialmente para que padres de familia puedan tener mayores elementos para proteger a sus hijos.

Asimismo, la publicidad dirigida a la infancia debe regullimitarse como se ha hecho ya en Brasil.

Nuestra valoración:

Limitar su consumo por sus altos contenidos de sodio y por la presencia de colorantes asociados a hiperactividad y déficit de atención.

Evitar en niños con THDA, así como en niños con sobrepeso, obesidad, diabetes o hipertensión pediátrica.

Te proponemos:

Palomitas caseras de maíz palomero con un poco de sal de mesa.

Sitio Fuente: El Poder del Consumidor