Deporte y discapacidad
DEPORTES.
No cabe duda de que el deporte irradia un poder transformador para la sociedad. Tiene la facultad de inspirar y de animar a las personas a sacar lo máximo de ellas mismas, independientemente de si existe alguna barrera física o intelectual que pueda suponer, a priori, una cortapisa.
Dejando a un lado los beneficios para la salud que implica el tener una vida activa, desde Universia tenemos el convencimiento de que practicar actividades deportivas puede llegar a aportar mucho más, especialmente en el caso de quienes tienen capacidades diferentes a las de la mayoría.
La importancia de unir deporte y discapacidad.
Es más que probable que las palabras “esfuerzo” y “superación” sean de las primeras que llegan a la mente al pensar en un deportista. Justo las mismas que, seguramente, ronden nuestra cabeza cuando pensamos en alguien que padece una discapacidad y que, día a día, tiene que enfrentarse a muchos más obstáculos que el resto.
Practicar un deporte puede ayudar a reforzar ese afán de superación que todos necesitamos en nuestra vida cotidiana y, especialmente, quienes tienen alguna discapacidad. Intentar batir una marca, aguantar un poco más, llegar un poco más lejos, marcar un punto más. Luchar por un objetivo convierte a las personas en luchadoras, y esto es algo que se extrapola a todos los ámbitos. Pero los beneficios no se quedan solo ahí.
La inclusión que se genera en los ambientes deportivos es fundamental para las personas con discapacidad. La posibilidad de sentirse parte de algo, sin importar sus limitaciones, las ayuda a desarrollarse personalmente y a romper con toda clase de miedos, inseguridades, complejos e ideas preconcebidas.
De este tema hablamos con Alberto Ávila, un joven de 24 años que perdió parte de una pierna a causa de una malformación congénita y que, lejos de alejarlo de este mundo, ha decidido consagrar su vida a la actividad deportiva de alto rendimiento.
Licenciado en INEF (Ciencias de la Actividad Física y del Deporte) y actual estudiante de Fisioterapia, desde que era niño no ha parado quieto ni un solo minuto: ha jugado al fútbol, ha practicado natación, ha participado en competiciones nacionales e internacionales de esquí y, actualmente, se prepara profesionalmente para el atletismo. Todo esto le ha reportado, además de una mayor seguridad en sí mismo, una creciente certeza de que, aquello que le diferencia de los demás, es en realidad mucho menos de lo que a priori podría parecer.
Alberto no solo ha entrenado y competido con personas que, como él, tienen alguna discapacidad, sino que también lo ha hecho de tú a tú con todo tipo de gente. Esto le ha servido para mejorar su autoestima, hacer amigos y, en definitiva, vivir lo que de verdad significa la inclusión: entornos adaptados para todas las personas y no exclusivos para unas pocas.
Otra de las bondades del deporte es la de permitir descargar adrenalina, destensar y desprenderse de toda clase de frustraciones. Como indica Alberto, es una auténtica liberación mental que sirve de gran ayuda ante cualquier circunstancia de la vida.
5 exitosos deportistas con discapacidad.
Atletismo, natación, ciclismo, baloncesto, tenis, hípica… En la actualidad existen multitud de disciplinas adaptadas a las necesidades de las personas con discapacidad y que permiten que cualquiera pueda sacar provecho de todos los beneficios que, como hemos visto, el deporte puede llegar a aportar. Cualquiera puede practicarlos, no solo como amateur, sino también de manera profesional en un creciente número de competiciones que tienen como máximo referente los Juegos Paralímpicos.
En los anales de la historia del olimpismo, se encuentran ya varios nombres de atletas que, a pesar de tener capacidades diferentes al resto, han logrado gestas dignas de toda admiración. Algunos de los nombres más destacados son:
- Teresa Perales: Se trata de uno de los nombres más representativos del olimpismo a nivel mundial. Nacida en Zaragoza (España), tiene en su haber 26 medallas de natación obtenidas tras su participación en cinco Juegos Paralímpicos, entre los años 2000 y 2016.
- Trischa Zorn: Esta nadadora estadounidense, ciega de nacimiento, ha conseguido por méritos propios convertirse en una verdadera leyenda. Se trata, hasta el momento, de la persona con más medallas olímpicas (51 en total), tras haber participado en siete ediciones de los Juegos Paralímpicos.
- Jonas Jacobsson: Con 30 medallas en la categoría de tiro adaptado y tras participar en nueve Juegos Paralímpicos, este deportista sueco es la clara muestra de que una silla de ruedas no es en absoluto un impedimento para poder saborear las mieles del éxito.
- Daniel Dias “Herman”: Este nadador paralímpico brasileño, con problemas de movilidad en su pierna derecha y una malformación en sus sus brazos, puede presumir de haber logrado nada menos que 14 medallas de oro, así como siete de plata y tres de bronce, habiendo participado tan solo en tres Juegos Paralímpicos (los de 2008, 2012 y 2016).
- Lee Pearson: Este deportista inglés no ha permitido que la artrogriposis múltiple congénita que padece haya sido una barrera. A lo largo de cinco Juegos Paralímpicos ha llegado a obtener nada menos que 11 medallas de oro, dos de plata y una de bronce, todas ellas en la categoría de hípica adaptada.
Estos cinco nombres son solo un ejemplo, pero existen muchos otros (cada vez más) que no hacen sino reafirmar que tener una discapacidad, sea del tipo que sea, no es un obstáculo insalvable y que, con tesón, esfuerzo y espíritu de superación se puede alcanzar el más grande de los éxitos.
Sitio Fuente: Universia México