Efectos del vuelo espacial en las bacterias beneficiosas de nuestro cuerpo
CIENCIAS DE LA SALUD / MEDICINA ESPACIAL.
A medida que los vuelos de seres humanos al espacio son cada vez más comunes, se impone conocer mucho mejor los efectos que la aceleración del lanzamiento, la desaceleración de la reentrada y la microgravedad del espacio pueden tener en los distintos aspectos de la salud del ser humano y en los distintos grupos de población.
La sección para carga útil del cohete sonda Suborbital Express 3 - M15 59, durante una etapa de los preparativos previos al vuelo espacial. Foto: Gail Iles, RMIT University.
Uno de tales aspectos es el del conjunto de las bacterias beneficiosas que mora en cada persona. Estas bacterias son más importantes de lo creído para nuestra salud, pero es muy poco lo que se ha investigado sobre su resistencia a la presión mecánica que la aceleración del lanzamiento y la desaceleración de la reentrada imponen sobre el cuerpo humano y sobre cuanto esté en él.
Con sus resultados, una nueva investigación ha comenzado a compensar esa escasez de información.
El estudio es obra de un equipo integrado, entre otros, por Eric Yang, de la Universidad del Sur de Australia, y Elena Ivanova, de la Universidad RMIT en Australia.
Para el estudio, los investigadores enviaron al espacio esporas de Bacillus subtilis, una bacteria esencial para la salud humana. Las esporas fueron alojadas dentro de un cohete sonda. Este ascendió al espacio, estuvo unos minutos ahí y volvió a descender.
Durante el lanzamiento, las esporas experimentaron una aceleración máxima de aproximadamente 13 veces la fuerza de la gravedad terrestre.
Tras alcanzar una altitud de unos 260 kilómetros, el motor principal se apagó, iniciándose para las esporas un período de ingravidez que duró más de seis minutos.
Al reingresar el vehículo a la atmósfera terrestre, las esporas experimentaron una desaceleración extrema, con fuerzas de hasta 30 veces la gravedad terrestre, mientras el vehículo giraba sobre sí mismo a unas 220 vueltas por segundo.
Después del vuelo, las esporas no mostraron cambios en su capacidad de crecer y su estructura se mantuvo igual, lo que indica que esa bacteria tan necesaria para la salud humana es capaz de soportar bien el vuelo espacial.
El estudio se titula “Effects of Extreme Acceleration, Microgravity, and Deceleration on Bacillus subtilis Onboard a Suborbital Space Flight”. Y se ha publicado en la revista académica npj Microgravity.
Por: Redacción.
Sitio Fuente: NCYT de Amazings