Pudo haber vida en Ceres

ASTROBIOLOGÍA.-

El planeta enano Ceres es ahora frío, pero una nueva investigación revela que en el pasado fue muy distinto, albergando una fuente de energía que pudo haber mantenido durante mucho tiempo en el astro unas condiciones aptas para la vida.

Ceres. Imagen: NASA JPL / Caltech / UCLA / MPS / DLR / IDA

Este nuevo estudio, a cargo de un equipo encabezado por Samuel W. Courville, de la Universidad Estatal de Arizona y de la NASA, ambas instituciones en Estados Unidos, indica que Ceres pudo tener durante mucho tiempo una fuente estable de energía química, concretamente los tipos de moléculas necesarios para la subsistencia de algunas clases de metabolismos microbianos.

Aunque no hay evidencia de la existencia de microorganismos en Ceres, el hallazgo respalda las teorías de que este intrigante planeta enano, el cuerpo más grande del cinturón principal de asteroides entre Marte y Júpiter, pudo poseer las condiciones necesarias para albergar formas de vida unicelulares.

Los datos científicos de la misión Dawn de la NASA, finalizada en 2018, ya mostraron en su día que las regiones más brillantes y reflectantes de la superficie de Ceres están compuestas principalmente por sales residuales de masas líquidas que se filtraron desde el subsuelo.

Un análisis posterior, realizado en 2020, reveló que la fuente de estas masas líquidas era un enorme acuífero de agua salada.

En otra investigación a partir de datos recolectados por la misión Dawn también se encontraron evidencias de que Ceres contiene materia orgánica en forma de moléculas de carbono, esencial, aunque no suficiente por sí sola, para el sustento de células microbianas.

La presencia de agua y moléculas de carbono son dos piezas cruciales para la habitabilidad de Ceres. Los últimos hallazgos ofrecen la tercera: una fuente duradera de energía química en el pasado de Ceres que pudo hacer posible la supervivencia de los hipotéticos microorganismos.

Es poco probable que el Ceres actual sea habitable, incluso en su subsuelo. Es más frío, con más hielo y menos agua líquida que en el pasado. Actualmente, el calor proveniente de la desintegración radiactiva en Ceres es insuficiente para evitar que buena parte del agua se congele, y el líquido restante se ha convertido en una salmuera muy concentrada.

Y tampoco se beneficia actualmente de un calentamiento interno generado por el “tira y afloja” estructural impuesto por la fuerza gravitatoria de un planeta masivo cercano en torno al cual orbitase. Encélado, una luna de Saturno, y Europa, una luna de Júpiter, sí disfrutan de esta clase de calor subterráneo, y eso aumenta de manera notable sus probabilidades de albergar vida.

Por lo tanto, el mayor potencial de Ceres para generar energía capaz de sustentar formas de vida existió en el pasado.

El período en el que Ceres probablemente fue habitable va desde 500 millones de años después de su formación hasta 2.000 millones de años tras dicha formación; o sea desde hace unos 4000 millones de años hasta hace unos 2.500 millones. En aquella época con buenas perspectivas de habitabilidad, el núcleo rocoso de ese mundo alcanzó su temperatura máxima. Era entonces cuando el calor del subsuelo podía fácilmente mantener líquida el agua subterránea de Ceres.

El estudio se titula “Core metamorphism controls the dynamic habitability of mid-sized ocean worlds—The case of Ceres”. Y se ha publicado en la revista académica Science Advances.

Por: Redacción.

Sitio Fuente: NCYT de Amazings