La OMS certifica que Suriname está libre de paludismo
ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD.
Suriname se convirtió hoy en el primer país de la Amazonia en recibir de la Organización Mundial de la Salud (OMS) la certificación de que está libre de paludismo.
Este hito histórico se produce después de casi 70 años de compromiso por parte del Gobierno y el pueblo de Suriname para eliminar la enfermedad en sus vastas pluviselvas y sus distintas comunidades.
«La OMS felicita a Suriname por este logro notable», declaró el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS. «Esta certificación es una poderosa ratificación del principio de que todas las personas, con independencia de su nacionalidad, origen o estatus migratorio, merecen tener acceso universal al diagnóstico y el tratamiento del paludismo. El firme compromiso de Suriname con la equidad en la salud sirve de inspiración para todos los países que se esfuerzan por alcanzar un futuro sin paludismo».
Con el anuncio de hoy, la OMS ha certificado en total como libres de paludismo a 46 países y 1 territorio, incluidos 12 países de la Región de las Américas.
«Suriname hizo lo que debía para eliminar el paludismo: detectó y trató rápidamente todos los casos, investigó para prevenir la propagación e involucró a las comunidades», afirmó el Dr. Jarbas Barbosa, Director de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Oficina Regional de la OMS para las Américas. «Esta certificación es el reflejo de años de esfuerzo sostenido, especialmente para llegar a zonas remotas. Significa que las generaciones futuras pueden crecer libres de esta enfermedad potencialmente mortal».
La OMS otorga a un país la certificación de que se ha eliminado el paludismo cuando este demuestra, más allá de toda duda razonable, que se ha interrumpido la cadena de transmisión autóctona en todo el territorio durante al menos los últimos tres años.
El Dr. Amar Ramadhin, Ministro de Salud de Suriname, declaró: «Estar libre de paludismo significa que nuestra población ya no corre el riesgo de contraer esta enfermedad. Además, la eliminación del paludismo tendrá efectos positivos en nuestro sector de la atención de salud, impulsará la economía y mejorará el turismo».
«Al mismo tiempo, somos conscientes de que, para mantener este estatus, tendremos que llevar a cabo una labor de vigilancia continua. Debemos seguir adoptando las medidas necesarias para prevenir la reintroducción del paludismo. Estamos orgullosos de que nuestras comunidades estén ahora protegidas, y esperamos dar la bienvenida a más visitantes a nuestro hermoso Suriname, al tiempo que seguimos plenamente comprometidos con la tarea de salvaguardar estos logros que tanto esfuerzo nos han costado».
El camino de Suriname hacia la eliminación.
Los esfuerzos de Suriname para controlar el paludismo comenzaron en los años 50 del siglo XX en las zonas costeras del país, densamente pobladas, y consistían, en gran medida, en la fumigación de interiores con DDT, un plaguicida, y tratamiento antipalúdico. En el decenio de 1960, las zonas costeras habían quedado libres de paludismo, y la atención pasó a centrarse en el interior boscoso del país, donde vivían distintas comunidades indígenas y tribales.
Aunque la fumigación de interiores tuvo éxito en las zonas costeras, sus efectos fueron limitados en el interior del país ante el predominio de construcciones tradicionales de estilo abierto que apenas ofrecen protección frente a los mosquitos. En 1974, las labores de control del paludismo en el interior del país se delegaron en Medische Zending, el servicio de atención primaria de salud de Suriname, que contrató y capacitó a trabajadores de la salud de las comunidades locales para que ofrecieran servicios de diagnóstico precoz y tratamiento.
El aumento de las actividades de extracción de minerales, en particular la extracción de oro, que a menudo implica desplazamientos entre zonas donde el paludismo es endémico, provocó un aumento de los casos, que superaron los 15 000 casos en 2001, la tasa de transmisión del paludismo más elevada de las Américas.
Desde 2005, gracias al apoyo del Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, se amplió considerablemente la capacidad de diagnóstico a través tanto de mejoras en la microscopía como del uso de pruebas de diagnóstico rápido, especialmente entre los grupos itinerantes. Los tratamientos a base de artemisinina con primaquina se introdujeron en Suriname y los países vecinos a través de estudios dirigidos por la OPS en el marco de la Iniciativa Amazónica contra la Malaria (AMI-RAVREDA), con el apoyo de los Estados Unidos de América. Asimismo, se fortaleció la prevención entre los grupos de alto riesgo mediante la distribución de mosquiteros tratados con insecticida, con financiación del Fondo Mundial.
En 2006, el paludismo había disminuido drásticamente entre las poblaciones indígenas, lo que llevó a Suriname a cambiar su enfoque para centrarse en las poblaciones itinerantes de alto riesgo de zonas mineras remotas. Para llegar a estos grupos, muchos de los cuales estaban compuestos por migrantes procedentes de países vecinos donde el paludismo es endémico, el país estableció una red de prestadores de servicios contra el paludismo, contratados directamente en las comunidades mineras. Estos trabajadores comunitarios capacitados y supervisados brindan servicios gratuitos de diagnóstico, tratamiento y prevención del paludismo, y desempeñan un papel vital a la hora de subsanar las deficiencias en términos de acceso en las regiones a las que es más difícil llegar.
Suriname logró eliminar el paludismo garantizando el acceso universal al diagnóstico y al tratamiento, independientemente del estatuto legal de la población, desplegando una amplia red de trabajadores de la salud comunitarios e implementando pruebas de detección del paludismo en todo el país, incluido en los pasos fronterizos. El último caso de paludismo de transmisión local por Plasmodium falciparum se registró en 2018, y el último caso de paludismo por Plasmodium vivax se remonta a 2021.
Compromiso sostenido en materia de liderazgo y financiación.
El gobierno de Suriname ha demostrado un firme compromiso con la eliminación del paludismo, en particular a través del Grupo de Tareas Nacional para la Eliminación del Paludismo, el Programa contra el Paludismo, el Fondo para la Eliminación del Paludismo y la colaboración transfronteriza con el Brasil, Guyana y la Guayana Francesa. Durante muchos años, la OPS/OMS, con el apoyo del Gobierno de los Estados Unidos de América, ha ofrecido cooperación técnica en la campaña de Suriname contra el paludismo. Desde 2016, Suriname también forma parte de la iniciativa «Eliminación 2025», en la que participan un grupo de países que, en opinión de la OMS, podrían eliminar el paludismo para 2025.
El éxito cosechado por Suriname es una demostración de que la eliminación del paludismo es posible en entornos complejos de la cuenca del Amazonas y los países continentales tropicales. La certificación de país libre de paludismo es clave en el avance de la Iniciativa de la OPS para la Eliminación de Enfermedades, que tiene como objetivo eliminar más de 30 enfermedades transmisibles, entre ellas el paludismo, en los países de las Américas para 2030.
Sitio Fuente: OMS