Los núcleos de hielo: Las cápsulas del tiempo que revelan el clima del pasado y el futuro del planeta
ANTROPOLOGÍA E HISTORIA / PALEOCLIMATOLOGÍA.
En las profundidades heladas de Groenlandia y la Antártida, los científicos perforan el hielo milenario en busca de pistas sobre la historia de la Tierra.
Lo que obtienen son núcleos o testigos de hielo: cilindros compactos extraídos de los glaciares que se han convertido en herramientas fundamentales para comprender el cambio climático. Estas muestras, aparentemente simples, almacenan en su interior información que abarca cientos de miles de años. Su análisis ha revolucionado nuestra comprensión del clima terrestre y continúa siendo crucial para predecir el futuro ambiental del planeta.
Foto: Todd Sowers, LDEO, Columbia University.
¿Qué son los núcleos de hielo?
Los núcleos de hielo (o ice cores, en inglés) son cilindros de hielo obtenidos mediante perforaciones profundas en capas de hielo acumuladas durante milenios. Cada capa anual de nieve compactada conserva una huella del clima en el momento en que se depositó. Esto convierte a los núcleos de hielo en auténticas cápsulas del tiempo naturales, capaces de revelar datos históricos con una precisión sorprendente.
¿Qué información contienen?
Cada sección de un núcleo de hielo guarda múltiples tipos de información valiosa:
- Burbujas de aire atrapadas: Estas microcápsulas contienen muestras de la atmósfera antigua, incluyendo concentraciones de gases como dióxido de carbono (CO₂) y metano (CH₄). Esto permite estudiar cómo ha variado la composición atmosférica en los últimos 800.000 años.
- Isótopos estables de oxígeno y deuterio: Sirven como indicadores de la temperatura global en el pasado. La proporción entre estos isótopos permite reconstruir patrones climáticos con una precisión de año en año.
- Cenizas volcánicas y aerosoles: Restos de erupciones volcánicas, incendios forestales o actividad humana quedan atrapados en el hielo, proporcionando un registro geoquímico de eventos catastróficos o cambios ambientales.
- Polen, polvo y microorganismos: Ofrecen pistas sobre la vegetación, el viento y las condiciones biológicas de cada época.
¿Por qué son importantes para la ciencia climática?
Los núcleos de hielo permiten reconstruir el clima global mucho más allá del alcance de los registros instrumentales, que apenas datan del siglo XIX. Gracias a ellos, sabemos que:
- La concentración actual de CO₂ en la atmósfera es la más alta en al menos 800.000 años.
- Los cambios de temperatura más extremos del pasado ocurrieron de forma gradual, mientras que los actuales están ocurriendo a un ritmo acelerado y sin precedentes.
- Existen correlaciones claras entre el aumento de gases de efecto invernadero y los períodos de calentamiento global.
Esta información no solo sirve para estudiar el pasado: también alimenta modelos climáticos predictivos que permiten anticipar los efectos futuros del cambio climático y diseñar políticas ambientales más eficaces.
Proyectos destacados.
Organismos como el Proyecto EPICA (European Project for Ice Coring in Antarctica) y la Greenland Ice Core Project (GRIP) han sido claves en el desarrollo de esta ciencia. Recientemente, iniciativas como Beyond EPICA, iniciadas en 2021, buscan obtener núcleos de hielo de hasta 1,5 millones de años de antigüedad, lo que permitiría entender las transiciones entre períodos glaciares con mayor profundidad.
Sitio Fuente: NCYT de Amazings