El vasto desierto que fue un paraíso verde y exuberante en el pasado, según un estudio científico
CIENCIAS DE LA TIERRA / MEDIO AMBIENTE.
Un análisis que reconstruye el antiguo pasado de la península arábiga añade pistas sobre cómo los primeros humanos abandonaron el continente africano.
Camellos dromedarios caminan entre dunas de arena en el desierto de Arabia, cerca de Margham, Dubái (Emiratos Árabes Unidos). Un nuevo estudio añade pruebas a las teorías de que esta región fue antaño un clima húmedo y verde. Fotografía de Brooke Whatnall, Nat Geo Image Collection
Un nuevo estudio de las estalagmitas de las cuevas del centro de Arabia Saudita aporta pruebas fehacientes de que la región fue exuberante y verde durante gran parte de los últimos ocho millones de años, un fenómeno conocido como “Arabia Verde”, pero que hasta ahora sólo era una hipótesis.
El estudio también indica que la franja central de los desiertos “barrera” del mundo (desde el Sahara en el oeste, pasando por Arabia y hasta el desierto indio de Thar en el este) fueron en ocasiones paisajes bien regados, similares a la sabana, que favorecieron las migraciones de primates y otros animales fuera de África, incluidos el Homo sapiens y algunos de nuestros antepasados homínidos.
"Los mares de arena que estamos acostumbrados a ver no siempre fueron así", asegura el arqueólogo Michael Petraglia, director del Centro Australiano de Investigación sobre la Evolución Humana de la Universidad de Griffith. "Eso ha tenido un enorme efecto en la evolución humana".
Un árbol crece en una región árida donde el nivel freático está justo debajo de la arena en el desierto Rub al Khali de Omán. Fotografía de Bill Hatcher, Nat Geo Image Collection
Cómo fue el trabajo de los científicos para estudiar el desierto de Arabia Saudita.
Petraglia es el autor principal del estudio, publicado en Nature en abril de 2025. Lleva trabajando en la teoría de la Arabia Verde desde 2010, principalmente mediante estudios de testigos de sedimentos extraídos de los antiguos lagos desecados de la región.
Las muestras contenían rastros de las plantas que crecían allí y de los tipos de sedimentos producidos por el clima, y mostraban que Arabia (y probablemente el Sahara y los desiertos orientales) había sido húmeda durante largos periodos.
Pero las muestras de sedimentos sólo databan del último medio millón de años.
Sin embargo, los nuevos datos climáticos de las cuevas del centro de Arabia Saudita se utilizaron para reconstruir el clima de la región en los últimos ocho millones de años, son un avance espectacular.
Los datos clave proceden de siete cuevas de As Sulb, una meseta de piedra caliza erosionada al noreste de Riad, en el centro de Arabia Saudita, donde se tomaron 22 muestras de rocas en 2019.
Las muestras eran en su mayoría de estalagmitas, que crecen hacia arriba desde el suelo de una cueva a medida que el agua infundida con minerales gotea lentamente sobre ellas (sus contrapartes, las estalactitas, crecen hacia abajo desde el techo de la cueva).
Izquierda: Petroglifos en una roca que representan íbices, provincia de Najran, Thar, Arabia Saudita.
Derecha: Petroglifos en una roca que representan a Aliya, diosa de la fertilidad, junto a camellos, íbices y un guepardo, provincia de Najran, Thar, Arabia Saudita. Fotografías de Eric Lafforgue, Hans Lucas, Redux
Izquierda: Arte rupestre de petroglifos que representan palmeras, provincia de Najran, Arabia Saudita.
Derecha: Petroglifo en una roca que representa un avestruz, provincia de Najran, Arabia Saudita. Fotografías de Eric Lafforgue, Hans Lucas, Redux
El arqueólogo de la Universidad de Malta Huw Groucutt, uno de los autores del estudio, afirma que las estalagmitas contienen con más frecuencia las pruebas que buscan los científicos, incluidos los restos de plomo, uranio y torio utilizados para datarlas.
La datación por uranio y torio consiste en comparar los restos radiactivos de uranio en las muestras con el torio en el que se descompone. Este método proporciona fechas precisas de los últimos 600 000 años.
Pero la datación por uranio-plomo es una técnica relativamente nueva que compara los isótopos de uranio con el plomo en el que se descomponen durante un periodo más largo. Esto permite datar una estalagmita en un periodo mucho más largo, de unos 7.44 millones de años, en este caso.
La “Arabia Verde” pudo haber sido una ruta migratoria en el pasado.
El nuevo registro climático concuerda con las pruebas que Petraglia ha defendido en otros estudios sobre la Arabia Verde, que sugieren que toda la franja de desiertos que separa la mayor parte de África de Eurasia (incluidos el Sahara y los desiertos situados más al este) fue verde durante largos periodos de tiempo.
Según él, Arabia suele pasar desapercibida en los diagramas que pretenden mostrar las rutas que utilizaron los animales y los primeros humanos para dispersarse desde África.
Pero una Arabia verde podría haber sido una ruta clave para esas migraciones.
Y cuando Arabia era húmeda, dice Petraglia, el Sahara y otros desiertos también lo habrían sido: cambios climáticos que pueden haber sido causados por variaciones periódicas en las órbitas de la Tierra alrededor del Sol.
"Estos hallazgos han sido espectaculares", considera el investigador. "Se trata de una fuente de información (climática) totalmente nueva, no sólo para Arabia, sino para muchos lugares del mundo".
Un comerciante beduino de camellos se adentra en el desierto del Cuarto Vacío, un desierto que se extiende por la Península Arábiga. Aunque los científicos creen que una sabana verde pudo permitir a los humanos atravesar fácilmente la región, se necesitan más pruebas para confirmar esta teoría. Fotografía de Jeremy Horner, Panos Pictures, Redux.
Las fases húmedas en Arabia Saudita.
El nuevo trabajo describe pruebas de al menos seis fases húmedas en Arabia durante los últimos ocho millones de años, y posiblemente dos fases húmedas más sin confirmar.
Groucutt explica que las estalagmitas aumentaron de tamaño sólo cuando el entorno era lo suficientemente húmedo como para que el agua se filtrara a través del suelo y hacia el interior de la cueva, mientras que los isótopos de las muestras de roca revelaron cuándo se habían producido estos momentos de crecimiento.
El estudio demuestra que los periodos húmedos de Arabia duraron desde más de un millón de años hasta decenas de miles de años, tiempo suficiente para que oleadas de animales y de los primeros humanos entraran en Arabia desde el norte de África y continuaran hacia las fértiles tierras más allá.
Y aún hay más. Petraglia explica que la investigación científica sobre las cuevas de la región se ha llevado a cabo durante varios años, pero hasta ahora todo era inédito: "Estamos sólo al principio del trabajo en cuevas en Arabia Saudita".
Groucutt describe las expediciones que ya se han llevado a cabo para recuperar muestras de cuevas del norte de la península arábiga, que podrían ayudar a precisar la extensión geográfica de las fases húmedas.
El registro climático reconstruido es “impresionante”.
El paleoclimatólogo Paul Wilson, de la Universidad de Southampton (Reino Unido), que no participó en el nuevo estudio, dice que está "impresionado" por el registro climático reconstruido, mucho más detallado que los existentes hasta ahora.
Sus propias investigaciones con sedimentos marinos profundos demostraron que contenían menos polvo del Sáhara durante varios periodos húmedos de los últimos 11 millones de años que también se correlacionan con las variaciones de la órbita de la Tierra alrededor del Sol.
Pero mientras que África ha sido bien estudiada en los últimos años, Arabia ha sido mayormente pasada por alto, dice: "Esta es una validación realmente poderosa de algunas de las cosas que hemos esperado durante mucho tiempo”.
Por: Tom Mercalfe.
Sitio Fuente: National Geographic en Español