Extraña concentración de materia orgánica en una zona de Ceres

ASTROBIOLOGÍA / ASTROQUÍMICA.-

Ceres, antaño catalogado como asteroide y ahora como miniplaneta (planeta enano) es un astro un tanto extraño y ahora ha surgido un nuevo enigma en él: un estudio reciente ha detectado una rara concentración de materia orgánica en una zona de su superficie.

En esta imagen de la superficie de Ceres, los puntos con la concentración de materia orgánica se muestran en rojo o dentro de cuadrados rojos. Imagen: MPS. CC BY-NC-ND

El estudio es obra de un equipo encabezado por Ranjan Sarkar, del Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar en Alemania.

Las sustancias orgánicas forman parte del inventario que necesita tener un mundo para que la vida pueda surgir en él. En la Tierra, los compuestos de carbono, hidrógeno y, en menor cantidad, otros elementos químicos, forman los ladrillos básicos de toda vida. En los últimos años, sustancias de este tipo han sido encontradas a grandes distancias del Sol: en objetos transneptunianos, en cometas y en asteroides lejanos. Se cree que estos cuerpos poseen, en gran medida, restos inalterados del tipo de materiales que abundaban en la infancia del sistema solar. Por tanto, es posible que los componentes básicos de la vida formaran parte de su “configuración básica” desde el principio y que llegaran más tarde al sistema solar interior (básicamente el sector del sistema solar que abarca desde el Sol hasta Marte).

Ya se encontraron indicios de depósitos de material orgánico durante las primeras fases de la misión Dawn. La sonda espacial Dawn llegó a Ceres en marzo de 2015 y lo acompañó durante unos tres años y medio. Durante este tiempo, las cámaras y el espectrómetro de a bordo escanearon toda la superficie del miniplaneta. Los datos así obtenidos permiten detectar la aparente presencia de materia orgánica.

Sarkar y sus colegas han empleado inteligencia artificial para peinar toda la superficie de Ceres en busca de rastros de un tipo de material orgánico que es inusual en ese astro.

El resultado del análisis muestra que hay depósitos ricos en esa clase de materia orgánica concentrados a lo largo del borde del gran cráter Ernutet, o cerca de él. Dicho cráter está en el hemisferio norte de Ceres. Solo tres depósitos se hallan a más distancia.

Los depósitos están desprovistos de rasgos que indiquen que esa materia orgánica proviene del subsuelo y que fue transportada a la superficie por la acción de criovolcanes. Todo apunta, por tanto, a que esa materia orgánica no se originó en Ceres. La única explicación plausible para este enigma es que dicha materia fue traída allí por otro cuerpo celeste y que además el impacto fue lo bastante suave como para que no se generase un calor lo bastante intenso para descomponer dicha materia orgánica. De todos modos, habrá que investigar más antes de llegar a una conclusión definitiva y, seguramente, solo una misión con aterrizaje en ese punto de Ceres podrá aclarar del todo el misterio.

El estudio se titula “Ceres: Organic-Rich Sites of Exogenic Origin?”. Y se ha publicado en la revista académica AGU Advances.

Sitio Fuente: NCYT de Amazings