SPHEREx a punto de comenzar su misión para averiguar cómo se expandió el universo tras su creación
COSMOLOGÍA.
El telescopio espacial SPHEREx de la NASA está a punto de comenzar su ambiciosa misión, en la cual cartografiará el cielo entero para estudiar la rápida expansión del universo que ocurrió justo después del Big Bang, la colosal "explosión" con la que nació el universo.
SPHEREx durante una de las comprobaciones que se le han hecho en los últimos meses. Foto: NASA JPL / Caltech / BAE Systems.
El SPHEREx (siglas en inglés de “Espectrofotómetro para la Historia del Universo, la Época de la Reionización y Explorador de Hielos”) está muy cerca de su lanzamiento al espacio, algo que, si todo marcha como está previsto, ocurrirá a finales de febrero de 2025.
Sus instrumentos detectarán luz de una porción del espectro electromagnético conocida como infrarrojo cercano, debido a que es el segmento de la banda infrarroja más cercano por longitud de onda a la banda de la luz visible. Concretamente, captará longitudes de onda que son solo varias veces más largas que la longitud de onda de la luz visible. Se llama “luz visible” a la parte del espectro electromagnético que resulta directamente visible para el ojo humano.
Durante su misión de dos años, SPHEREx cartografiará todo el cielo cuatro veces, creando una extensa base de datos de estrellas, galaxias, nebulosas y muchos otros objetos astronómicos. Se estima que esta base de datos contendrá 450 millones de galaxias, así como más de 100 millones de estrellas de nuestra galaxia.
Este telescopio espacial del tamaño de un coche pequeño utilizará una técnica de espectroscopia para dividir la luz del infrarrojo cercano en sus longitudes de onda individuales, o colores, al igual que un prisma divide la luz solar en los colores que la componen. Los datos espectroscópicos pueden revelar de qué está hecho un objeto, porque los elementos químicos individuales absorben e irradian longitudes de onda de luz específicas. También se pueden usar para estimar la distancia de un objeto a la Tierra, lo que se aprovechará para hacer que el mapa de SPHEREx sea tridimensional. SPHEREx será la primera misión de la NASA en construir un mapa de espectroscopia de cielo completo en el infrarrojo cercano, y observará un total de 102 colores del infrarrojo cercano.
La principal misión de SPHEREx será buscar evidencias de un proceso que debió suceder menos de una milmillonésima de milmillonésima de segundo después del Big Bang. En esa fracción de segundo, el espacio mismo parece ser que se expandió con asombrosa celeridad en un proceso que los científicos llaman inflación cósmica. Ese súbito hinchamiento debió influir en la distribución de la materia por el cosmos, y diversas evidencias de esa influencia aún estarían presentes hoy en día. Con SPHEREx, será posible cartografiar la posición de las galaxias, unas con respecto a otras, y buscar patrones estadísticos causados por la inflación cósmica. Esos patrones podrían ayudar a entender la física que impulsó la expansión.
La segunda misión de SPHEREx es estudiar la historia de la formación de las galaxias, comenzando con las primeras estrellas que se encendieron después del Big Bang y extendiéndose hasta las galaxias actuales. SPHEREx hará esto estudiando el tenue brillo proyectado por todas las galaxias del universo. El brillo, que es la razón por la que el cielo nocturno no es perfectamente oscuro, varía a través del espacio porque las galaxias tienden a estar agrupadas en vez de a estar esparcidas homogéneamente por todo el cosmos. Haciendo mapas de muchos colores, los científicos de SPHEREx podrán averiguar cómo se generó luz con el paso del tiempo y comenzar a descubrir cómo las primeras galaxias forjaron inicialmente estrellas.
Por último, los científicos usarán el mapa de SPHEREx para buscar hielo de agua y moléculas orgánicas congeladas (los “ladrillos” con los que se construye la vida tal como la conocemos) alrededor de nuevas estrellas de nuestra galaxia. El hielo de agua se afianza sobre granos de polvo en frías y densas nubes de gas por muchas zonas de la galaxia. Dentro de estas nubes, se forman estrellas. A su vez, a partir de discos de material sobrante alrededor de esas estrellas, se forman planetas.
Los hielos en estos discos protoplanetarios podrían sembrar con agua y otras moléculas orgánicas los planetas que allí se estuvieran formando. De hecho, el agua de los océanos de la Tierra probablemente comenzó como hielo interestelar. Existe un gran interés en averiguar con qué frecuencia los materiales de los que depende la vida, como el agua, se incorporan a sistemas planetarios jóvenes. Esto ayudará a determinar mejor las probabilidades de existencia de vida extraterrestre.
Sitio Fuente: NCYT de Amazings