¿Enana blanca al borde del horizonte de sucesos de un agujero negro?

ASTROFÍSICA.-

Hay un agujero negro supermasivo que viene desconcertando a los astrónomos desde hace varios años, debido a las cosas extrañas que suceden en su entorno inmediato.

En esta recreación artística, una estela de materia sigue a una enana blanca que orbita dentro del disco de acreción más interno alrededor del agujero negro supermasivo 1ES 1927+654. Ilustración: Aurore Simonnet / Sonoma State University. CC BY-NC-ND 3.0

El agujero negro en cuestión se llama 1ES 1927+654, tiene una masa similar a la de un millón de estrellas como el Sol y se encuentra en una galaxia situada a unos 100 millones de años-luz de distancia. En 2018, unos astrónomos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Estados Unidos y de otras instituciones observaron que la corona del agujero negro (una nube de plasma muy brillante a su alrededor) desapareció repentinamente, y meses después volvió a aparecer. Este extraño apagón fue la primera vez que se observaba algo así en la historia de la astronomía de agujeros negros.

En un estudio de seguimiento, se ha descubierto ahora que el mismo agujero negro exhibe una conducta sin precedentes.

El equipo que ha realizado este nuevo estudio lo encabeza Megan Masterson del MIT, e incluye, entre otros, a Margherita Giustini, del Centro de Astrobiología (CAB), entidad mixta dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), las tres instituciones en España.

Concretamente, Masterson y sus colegas han detectado fogonazos de rayos X procedentes del agujero negro a un ritmo cada vez mayor. Durante un periodo de dos años, los destellos, con oscilaciones de milihercios, aumentaron su frecuencia desde una vez cada 18 minutos hasta una vez cada siete minutos. Esta espectacular aceleración en la emisión de fogonazos de rayos X no se había observado hasta ahora en el entorno inmediato de un agujero negro.

Los investigadores barajaron varias hipótesis para explicar el patrón seguido por esos fogonazos. Finalmente, han llegado a la única explicación que encaja con todo lo observado: una enana blanca que está orbitando alrededor del agujero negro, a muy corta distancia de este, y acercándose cada vez más a su horizonte de sucesos, el límite más allá del cual nada puede escapar a la atracción gravitatoria del agujero negro. Si este es el caso, la enana blanca debe estar haciendo un impresionante acto de equilibrismo, circulando por el borde mismo del agujero negro sin llegar a caer en él.

“Este sería el cuerpo más cercano conocido alrededor de un agujero negro", destaca Masterson. “Ello implicaría que objetos como las enanas blancas pueden ser capaces de seguir existiendo muy cerca de un horizonte de sucesos durante un periodo de tiempo relativamente prolongado”.

Las enanas blancas son cadáveres ultradensos de estrellas muertas, con una densidad solo superada por la de las estrellas de neutrones y la de los agujeros negros.

Si una enana blanca es la explicación del misterioso patrón de fogonazos en el borde del agujero negro, esta situación también provocaría la emisión de ondas gravitacionales características, en un rango que sería detectable por observatorios de nueva generación como el LISA (Laser Interferometer Space Antenna) de la NASA y la ESA, respectivamente las agencias espaciales estadounidense y europea, cuyo lanzamiento al espacio está previsto para la próxima década.

El estudio se titula “Millihertz Oscillations Near the Innermost Orbit of a Supermassive Black Hole”. Y se publicará en la revista académica Nature.

Por: Redacción.

Sitio Fuente: NCYT de Amazings