¿Por qué estamos ante un riesgo latente de vivir nuevas pandemias?

CIENCIAS DE LA SALUD / EPIDEMIOLOGÍA.

Los ecosistemas saludables son como escudos protectores que nos resguardan de enfermedades, su alteración nos pone frente a la sombra de futuras pandemias.

En las últimas cuatro décadas, la humanidad ha vivido diversas crisis sanitarias, como la del VIH/SIDA, múltiples brotes de gripe, el SARS y, en la actualidad, seguimos inmersos en la pandemia de COVID-19. A pesar de los avances en el desarrollo de vacunas, antibióticos y antivirales para combatir enfermedades bacterianas y virales, persiste el riesgo latente de nuevas pandemias.

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Por qué ha crecido el riego de nuevas pandemias.

Cuerpos incinerados al aire libre en la India durante la crisis de COVID-19. Foto: Getty Images

La salud humana y la salud planetaria están estrechamente vinculadas. Los ecosistemas saludables nos brindan servicios esenciales como alimentos, agua limpia y aire puro. Pero su función va más allá: los ecosistemas también regulan la aparición de enfermedades.

Cuando la naturaleza está en equilibrio, con depredadores controlando a las presas y estas a su vez regulando el crecimiento de las plantas, es menos probable que surjan patógenos que provoquen pandemias. Sin embargo, las actividades humanas como la deforestación, la urbanización y el cambio climático están alterando este equilibrio, alertaron investigadores de la Universidad de Adelaida en Australia.

El cambio climático, por ejemplo, está modificando la distribución de especies, permitiendo que enfermedades transmitidas por vectores, como los mosquitos, se propaguen a nuevas regiones, aumentando el riesgo para millones de personas. Estudios científicos han demostrado una clara relación entre el calentamiento global y el aumento de casos de enfermedades como el dengue.

La invasión de los hábitats naturales por parte del ser humano también aumenta el contacto entre personas y animales salvajes, lo que facilita la transmisión de enfermedades zoonóticas, es decir, aquellas que se transmiten de animales a humanos. El VIH y el SARS-CoV-2 son ejemplos de cómo la interacción con la vida silvestre puede dar lugar a nuevas pandemias.

«El virus del VIH, por ejemplo, entró por primera vez en las poblaciones humanas a partir de simios sacrificados para consumo en África, y luego se propagó globalmente a través de los viajes y el comercio», escribieron los científicos en The Conversation.

La importancia de la salud planetaria.

Al alterar los ecosistemas, los humanos estamos aumentando el riesgo de futuras pandemias. Factores como el cambio climático y la pérdida de biodiversidad crean las condiciones ideales para una nueva emergencia. Estos desafíos globales, a menudo denominados causas últimas, generan un entorno propicio para que enfermedades transmitidas de animales a humanos, se propaguen.

Un ejemplo claro es el VIH, cuyo origen se remonta al contacto con simios infectados. Sin embargo, la causa última de esta pandemia radica en las condiciones socioeconómicas que llevaron a la caza y al consumo de estos animales.

La comprensión de estas conexiones ha dado lugar al concepto de «salud planetaria», un enfoque que reconoce que la salud humana está ligada a la salud de los ecosistemas. Al abordar los factores determinantes a largo plazo, como el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, y al mismo tiempo trabajar en las causas inmediatas, como la prevención de la transmisión de enfermedades, es posible reducir significativamente el riesgo de futuras pandemias, señalaron los investigadores.

Por: Erika Montejo.

Sitio Fuente: National Geographic en Español