Encuentran un antiguo canal prehispánico oculto bajo una avenida principal en Ciudad de México
ANTROPOLOGÍA E HISTORIA / ARQUEOLOGÍA.
Los arqueólogos descubrieron un muelle y un canal prehispánico bajo una importante avenida de Ciudad de México. De este lugar partían canoas que llegaban hasta Texcoco.
Foto Mauricio Marat. INAH.
Muy cerca de un paradero de autobuses del transporte público en Ciudad de México, junto al Bosque de Chapultepec, en la época prehispánica existió un pequeño puerto desde el cual partían y al que llegaban canoas a través de un antiguo canal navegable, ahora está oculto bajo una avenida. Dos estaciones de traslado, terrestre y acuática, ocuparon el mismo lugar en épocas distintas.
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Un canal prehispánico oculto bajo una avenida.
Muestras de madera hallada en lo que habría sido un muelle prehispánico. Foto: Fabián González, INAH.
A dos metros bajo la avenida Chapultepec, una de las principales arterias de la capital mexicana, arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) descubrieron vestigios de un canal prehispánico. Durante la supervisión de una obra, los especialistas identificaron varias secciones del cauce artificial por donde alguna vez cruzaron canoas. El segmento mejor conservado del canal se encuentra bajo esta avenida a la altura de la calle Lieja.
Días después del primer hallazgo, el equipo descubrió restos de un pequeño puerto en la antigua playa de una península al pie del cerro del Chapulín. Este conectaba con el lago de Texcoco, permitiendo el tránsito en la época prehispánica.
“El canal de origen prehispánico, que acabamos de encontrar, está referido en el Mapa de Uppsala (ca.1550), donde aparece con una canoa en tránsito”, explicó la investigadora del INAH, María de Lourdes López Camacho.“Este debió ser un ‘camino de agua’ principal, porque a través de la excavación arqueológica y la correlación estratigráfica hemos corroborado que su ancho máximo es de 1.80 metros, un espacio angosto, pero suficiente para el paso de embarcaciones menores”.
Un río corría originalmente por este lugar, desde el lado sur del cerro del Chapulín, hasta desembocar en un embalse. Con el paso del tiempo, esta corriente fue transformada: primero en un canal navegable; luego, al inicio del virreinato, en un caño, y, a mediados del siglo XVIII, en el acueducto de Chapultepec. Los arqueólogos del INAH consideran “una fortuna el hallazgo de esta playa”, debido a su ubicación en un espacio sumamente intervenido.
El “paradero” de canoas en el época prehispánica.
Área de excavación cerca del Bosque de Chapultepec. Foto Mauricio Marat. INAH.
La exploración arqueológica más significativa de este hallazgo mide apenas 2,50 metros de ancho por 4 de largo. El espacio se ha visto limitado por el cruce de tubería de agua y el sistema de drenaje.
Liliana Márquez Escoto, jefa de excavación, explicó que la hidrología y la pendiente del terreno obligaron al uso de un sistema de pilotes para consolidar las paredes del canal de aguas. Además, encontraron terreno apisonado y 40 pilotos de madera que pudieron servir como acceso al muelle.
Algunas estacas del canal están hechas de abeto u oyamel, mientras que los depósitos lacustres contienen restos botánicos como semillas, maderas, gasterópodos y raicillas. También hallaron cerámica ritual y vasijas decoradas con símbolos solares y figuras humanas, “que pudieron ofrendarse a este cuerpo de agua en el Posclásico Tardío”.
Por: Erika Montejo.
Sitio Fuente: National Geographic en Español