Especial Humboldt, Inolvidable: historia y legado del explorador

BIOLOGÍA.-

Alexander von Humboldt (1769-2019) 250 años de su nacimiento. Sus aportes fueron tan importantes, que dejaron una huella imborrable.

Fue un intrépido explorador y uno de los científicos más famosos de su época. Nos referimos a Alexander von Humboldt, quien nació en Prusia (hoy Alemania) en 1769.  En su país de origen y el resto del mundo, se han conmemorado los 250 años de su nacimiento a lo largo del 2019.

Humboldt  se caracterizó por incidir en las disciplinas científicas y por mostrar gran interés en la estructura social, es decir en economía, comercio y demografía. A los 21 años, y después de haber estudiado dos años en la Escuela de Minas de Freiberg, fue designado Superintendente de Minas en su país en 1793.

Tres años más tarde, a la muerte de su madre, recibió una cuantiosa herencia que le permitió dedicarse a viajar, conocer e interactuar con grandes pensadores y científicos de su época; así como a explorar el mundo, debido a su curiosidad innata y al genuino y ávido interés científico, narra Ligia Pérez-Cruz, investigadora del Instituto de Geofísica de la UNAM.

Exploró y se adentró en diversas áreas de la ciencia como astronomía, ciencias de la atmósfera, geociencias —geología, geografía, orografía, vulcanología, mineralogía, oceanografía— botánica, antropología. Así fue Alexander Von Humboldt, un hombre con una capacidad extraordinaria y una visión holística del universo.

La mancuerna perfecta.

En aquellos tiempos se asoció con otro brillante naturalista dedicado principalmente a la botánica,  Aimé  Bonpland, con quien realizó la famosa expedición a Latinoamérica, que duró 5 años, a la cual llevó una plétora de instrumentos de mediciones, los más novedosos en su época.

“Durante su recorrido por las costas de Sudamérica, descubrió la incursión de una corriente fría que provenía de la Antártida y que se adentra por las costas de Chile y Perú. Actualmente, esta corriente se conoce como “Corriente de Humboldt”, en su honor. Esta fue una más de sus aportaciones a la oceanografía”.

La Corriente de Humboldt es uno de los ecosistemas marinos más productivos del mundo. Se extiende a lo largo de las costas de Chile y Perú y sus aguas frías ricas en nutrientes soportan importantes pesquerías en el mundo. Esta productividad se ve afectada cuando ocurre el fenómeno de El Niño.

Humboldt en México.

Es en 1803 cuando Humboldt llegó a México, precisamente a las costas de Acapulco, y permaneció en este país por el periodo de un año.

Al arribar a las costas de Acapulco, Alexander realizó la cartografía de la bahía, la cual se publicó en 1811 en uno de los libros más influyentes escritos durante el periodo de la Colonia en México: “Ensayo Político sobre el Reino de la Nueva España”.

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La profundidad y los rasgos que caracterizaban el piso marino del Océano Pacífico, fue otra de sus contribuciones a la geografía y a la geología marina.

A su traslado a la Nueva España (Ciudad de México), el virrey José de Iturrigaray le permitió el acceso a una serie de archivos, entre ellos, a los de la Escuela de Minas, sorprendiéndose de la cantidad de información y la forma tan sistematizada en que se encontraban los archivos de la Escuela de Minería en México.

Visitó las minas de Pachuca, de Real del Monte y de Guanajuato, en donde realizó un análisis de la producción de plata y de otros minerales. A su paso por Pátzcuaro, se enteró que el volcán Jorullo había hecho erupción hacía 40 años, por lo que decidió subir y explorarlo, percatándose además, que cerca había otros conos con cierta actividad.

Explorador de volcanes.

No solamente escaló el Jorullo, en su paso por el estado de Veracruz también subió el Pico de Orizaba. “Igualmente, llamaron su atención los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl, y estimó su elevación, a través de mediciones indirectas”.

La también coordinadora de Plataformas Oceanográficas de la UNAM, comparte que en todo el recorrido que hizo por el país, desde la costa del Pacífico hasta la costa del Golfo de México, Alexander recolectó diversas especies de flora y fauna, diferentes tipos de suelos; además, recogió un gran cúmulo de información sobre la producción minera y agrícola. Toda esa información la compiló para después poder estudiarla detalladamente y publicarla.

Se dice que, por su paso por el centro de la Ciudad de México, tuvo la fortuna de ver el “Calendario Azteca” y fue tanto su interés que comenzó a relacionarse con los arqueólogos de la zona para tratar de descifrar su significado. Cabe mencionar que en expediciones anteriores por Egipto se familiarizó con el estudio de los jeroglíficos.

Fue así que incidió en la arqueología mexicana, pues se percató del esplendor de las culturas indígenas, y del conocimiento que tenían sobre los metales, como el hierro, el cobre y por supuesto la plata; Humboldt se sorprendió de la gran riqueza que había en Tenochtitlan antes de la Conquista española.

“Hoy, su concepto científico muestra una interdisciplinariedad sin comparación, una verdadera red entre las diferentes áreas que, de no existir, los científicos de nuestros días la extrañarían”, escribió Manuel Sandoval Vallarta en su libro “Alejandro De Humboldt, una nueva visión del mundo”.

Sus teorías e ideas fueron profundamente influenciadas por la exploración que duró cinco años, y que le tomó tres décadas integrar en el tratado de 5 tomos, sobre la ciencia y la naturaleza “Cosmos-Un Bosquejo de la Descripción Física del Universo” (en alemán Kosmos – Entwurf einer physischen Weltbeschreibung).

Humboldt fue un hombre excepcionalmente creativo y con una gran avidez por conocer cada vez más; uno de los grandes científicos en la historia, cuyas contribuciones son un importante legado para la humanidad.

Por Isabel Pérez.

Sitio Fuente: Ciencia UNAM