La generación de la ruptura alumbra a libertad creativa

MUSEOS.-

- Más de 50 piezas de artistas de esa corriente ocupan recintos de la Unidad Xochimilco.

Fotos: Comunicación Social.

Desde figuras humanas con características grotescas hasta paisajes y objetos en formas geométricas –que van de lo abstracto a lo figurativo y de una paleta de- colores estridente a una muy limitada– revelan La libertad creativa de autores de la Generación de la Ruptura, que irrumpió con franca rebeldía en el firmamento del arte mexicano.

La Sala Leopoldo Méndez, el vestíbulo de la Biblioteca Ramón Villareal y la Rectoría de la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) exhiben 52 piezas que hasta el 25 de enero de 2019 permitirán un recorrido por el trabajo de un movimiento de jóvenes mexicanos y extranjeros que a mediados del siglo pasado cambió la percepción de la cultura, al marcar distancia con la Escuela Mexicana de Pintura y el institucionalismo que dominaban en México.

Como parte del programa de actividades organizado por esta casa de estudios para conmemorar el 50 aniversario de la matanza del 2 de octubre de 1968, la muestra incluye obras de artistas plásticos que en las décadas de 1950, 1960 y 1970 se inspiraron en el pensamiento libertario y el rechazo a los cánones de la época.

La serigrafía De nunca a siempre, de Arnaldo Coen (1984), despunta por el uso de tonos vivos y el predominio de formas geométricas, sobre todo el triángulo; de Rafael Coronel, Varita y Te queda y Póntela –serigrafías elaboradas en giclée– expresan la inquietud del artista zacatecano por entender los estados de ánimo del ser humano.

De Gunther Gerzo es exhibida una serigrafía sin título, de 1988, que en tonalidades naranja y crema recrea figuras cuadradas que descienden en el lado izquierdo del lienzo, atravesando la parte más oscura; Manuel Felguérez participa con un par de trabajos –concebidos en 1987– en los que sobresalen imágenes a cuadros unidas y en escala de grises, en un collage que incorpora dos círculos rojos.

Otro sello distintivo de la travesía está en las serigrafías Sandia #1 y Sandía #2, y la litografía La negra, de Rufino Tamayo, las cuales testimonian el motivo que ha dado fama internacional al artista oaxaqueño que con esa fruta resalta la gama de rojos y naranjas vibrantes. Lilia Carrillo, Leonora Carrington, Pedro Coronel, Francisco Corzas, José Luis Cuevas, Fernando García Ponce, Alberto Gironella, Carlos Mérida, Kasuya Sakai, Juan Soriano, Francisco Toledo y Vicente Rojo son parte de esta experiencia estética.

La maestra Catalina Durán Mckinster, coordinadora de Extensión Universitaria de esa sede, recordó que la Generación de la Ruptura desafió el muralismo, que si bien después de la Revolución Mexicana fue útil al objetivo de generar una identidad nacional, hacia mediados del siglo pasado debía abrir paso a una renovación.

A diferencia de otros movimientos, dichos creadores no compartían una línea de trabajo, pero sí la necesidad de un cambio influenciado por las escuelas europeas del surrealismo, el cubismo, el dadaísmo o el futurismo.

Sitio Fuente: Número 883