¡El día está cerca! 17 de febrero. Ritual colectivo por la conservación de la vaquita marina
Sé parte de esta convocatoria en defensa de la naturaleza.
“La crítica situación en que se encuentra la vaquita marina nos brinda una oportunidad para hacer un llamado mundial a favor de muchas otras especies que estamos empujando hacia la extinción”.
Este es el mensaje de artistas, museógrafos, científicos, conservacionistas, historiadores y de todo el grupo que te invita a formar parte de la procesión por la vaquita marina. Más allá de ser una marcha en protesta por la pesca ilegal que ha puesto en peligro de extinción a este cetáceo habitante del norte del Golfo de California, esta convocatoria es una procesión, un ritual colectivo en torno a la vaquita y otras especies amenazadas por las actividades humanas.
La cita es el sábado 17 de febrero a las 10:00 horas en la explanada del Museo Tamayo, Bosque de Chapultepec, en la CDMX.
Vaquita marina, símbolo de la conservación.
La vaquita (Phocoena sinus) es una marsopa que habita en México. Vive en el norte del Golfo de California, en una zona específica. Pertenece al grupo de los cetáceos, donde también están incluidos los delfines y las ballenas; es pequeña, en estado adulto llega a medir 1.50 metros. ¡Es el único mamífero marino endémico de México!
Esta especie se encuentra en peligro de extinción por la pesca ilegal de totoaba, un pez de amplia demanda en el mercado de Hong Kong y China. Al ser pequeña, la vaquita queda atrapada y muerta en las redes de pesca.
A pesar de la intervención gubernamental y de los programas para evitar su pérdida, la población de este cetáceo mexicano sigue disminuyendo. Tras vivir desde hace millones de años en las aguas del Alto Golfo de California, hoy solo quedan unas 30 vaquitas, según las más recientes estimaciones del Programa Vaquita CPR.
La pérdida de un animal o planta es una tragedia. La procesión por la vaquita marina es la oportunidad de una acción colectiva por la protección de las especies. ¡Súmate!
Fuente: http://www.procesionvaquita.org/
Por Claudia Juárez.
Sitio Fuente: Ciencia UNAM