Nicolás Desmarest: de obrero humilde a cartógrafo de volcanes
HISTORIA DE LA CIENCIA.
Cuando la Tierra aún se consideraba estática, sin historia profunda ni dinámicas internas que modelaran su superficie, surgió la figura de Nicolas Desmarest (1725-1815).
Fue un hombre de origen modesto que escaló socialmente gracias a su curiosidad científica y acabó realizando aportes decisivos al conocimiento de la estructura terrestre, especialmente en lo que hoy llamamos vulcanología y petrología del basalto. Su vida es ejemplo de cómo la observación rigurosa y el trabajo de campo comienzan a dar forma a una ciencia que dejaría atrás explicaciones más especulativas.
Foto: Wikimedia Commons.
Orígenes y formación.
Nicolás Desmarest nació el 16 de septiembre de 1725 en Soulaines‑Dhuys, en el departamento de Aube (Champagne, Francia). Procedente de una familia campesina, su educación formal fue muy limitada al comienzo: a los 15 años aún apenas sabía leer cuando falleció su padre y fue enviado al colegio de los Oratorianos en Troyes. Más tarde continuó sus estudios en París, enfocándose en matemáticas y física, gracias al apoyo de sus maestros.
Su primer trabajo fue como profesor particular y auto-formación: soportó económicamente su aprendizaje mientras impartía clases. En 1753 se alzó con un premio de la Académie des Sciences, Lettres et Arts d’Amiens al presentar un ensayo sobre la antigua conexión entre Inglaterra y Francia, lo que le valió reconocimiento en círculos científicos.
Este origen y trayectoria temprana importan: en un siglo donde las ciencias naturales estaban todavía en gestación, el hecho de que un hombre de su condición social lograra abrirse paso habla tanto de su talento personal como de la época de la Ilustración en la que se estaba formando.
Carrera profesional e intereses multidisciplinares.
Inicialmente, Desmarest se orientó hacia tareas industriales y técnicas además de científicas: participó en informes sobre manufacturas, papelería y producción de telas. En 1788 fue nombrado “Inspector General de Manufacturas de Francia” (por el rey) lo que refleja su doble perfil: científico y administrador.
Pero su interés mayor se fue orientando hacia lo que hoy llamamos ciencias de la Tierra: cartografía, levantamiento de datos de campo, observación de formaciones rocosas, volcanes extintos y procesos erosivos. Por ejemplo, contribuyó al artículo «Géographie physique» de la Encyclopédie de Denis Diderot y Jean le Rond d’Alembert en 1757.
Esta convergencia de intereses tecnológicos, industriales y geológicos lo convirtió en un científico —a decir de los historiadores— «en transición», entre la era de naturalistas e industriales que caracterizan el siglo XVIII y la ciencia de la Tierra como disciplina autónoma del siglo XIX.
Contribuciones clave a la geología: el basalto y la Auvernia.
El logro más reconocido de Desmarest es su reconocimiento de la origen volcánico del basalto. En 1763 realizó observaciones de campo en la región de Auvergne (centro de Francia), donde identificó basaltos prismados y los relacionó con antiguas coladas volcánicas.
Hasta ese momento predominaba en Europa la teoría -neptunista- que atribuía muchas rocas al depósito gradual por el agua. Desmarest aseveró que los basaltos estaban vinculados a volcanes ya extintos y que los valles podían formarse por la erosión del agua sobre esos materiales.
En concreto, en 1771 presentó ante la Académie des Sciences un mapa geológico de la Auvernia donde aparecían claramente las formaciones basálticas prismadas y las estructuras volcánicas. Este trabajo se considera uno de los actos fundadores de la vulcanología y de la geología histórica como ciencia.
Por otra parte, su enfoque metodológico-observacional fue notable: rechazó en buena medida la analogía como método principal, argumentando que lo esencial era observar en el terreno, describir mapas, reconocer capas, formas, procesos.
Importancia para la ciencia.
La obra de Desmarest es importante por varios motivos:
- Fue uno de los primeros en dar tiempo geológico a los procesos de la Tierra: erosión, sucesión de erupciones, formación de coladas, etc. Esto ayudó a cimentar la idea de que la Tierra tiene una historia más larga de lo que se pensaba.
- Su mapa de la Auvernia y su estudio del basalto sentaron base para que la geología (y la vulcanología) se consideraran como ciencias independientes de la mera mineralogía o de la teología natural.
- Su perfil “industrial + científico” muestra cómo la Ilustración permitió que los conocimientos técnicos (manufacturas, industria) y los naturales (la Tierra misma) convergieran en la figura de un científico.
- Aunque no siempre se le reconoce como “geólogo” en el sentido moderno (él prefería los términos “géographie physique”), su pensamiento preparó la transición al siglo XIX de la geología profesional.
En su honor, su hijo Anselme Gaëtan Desmarest (1784-1838) siguió una carrera científica, en zoología, pero mantuvo vivo el apellido ligado a las ciencias naturales.
Desmarest falleció en París el 20 de septiembre de 1815.
Sitio Fuente: NCYT de Amazings