Los colores del Museo Franz Mayer se impregnan en el MUSA
UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA / MUSA.
Distintos objetos de la colección Franz Mayer llegan a Guadalajara para explotar las técnicas e historias relacionadas con la creación y el color.
El color es parte fundamental para la creación del arte, y las paredes del Museo de las Artes (MUSA) se verán impregnadas por los colores del Museo Franz Mayer, que a través de piezas de su colección busca resaltar las texturas y tonalidades del arte con la exposición Los secretos del color.
En esta muestra el espectador podrá hacer un recorrido entre piezas que exploran los colores rojo, verde, dorado, negro, blanco y azul y la manera en que éstos han permeado la creación de arte a lo largo de los años.
La exposición se encuentra abierta al público desde el 6 de septiembre y podrá apreciarse hasta el 5 de enero de 2025; está compuesta de 70 piezas de cerámica, escultura, mobiliario, textiles, orfebrería y pinturas.
La idea de esta exposición surge de una colaboración entre el Museo Franz Mayer, el Instituto de Investigaciones Estéticas y el Instituto de Física de la UNAM, explicó Abraham Villavicencio, curador de la exposición. Estas instituciones colaboraron con el Museo Franz Mayer en el análisis físico y químico de las piezas para conocer su composición y registrar las características de los materiales empleados en su creación.
Gracias a esos procedimientos se seleccionaron algunas de las obras que componen la exposición Los secretos del color, que cuenta con objetos de países como España, Italia, China, Francia, Inglaterra y Guatemala.
“Son colores que identificamos por su representatividad dentro de la Colección Franz Mayer, por la importancia de los materiales; artistas de distintos momentos lograron las tonalidades que caracterizan a cada una de sus obras y para dar cuenta de un panorama general de la diversidad de objetos de la colección”, detalló Villavicencio.
Un viaje por distintas tonalidades.
El recorrido de esta exposición inicia con el color rojo, donde se hace referencia al uso de materiales como el cinabrio, la hematita o la grana cochinilla para teñir objetos como muebles, retratos o prendas de vestir. “La grana cochinilla sorprendió porque es el único colorante en el mundo que logra un rojo carmín estable que no se deslava y que mezclándolo con sustancias ácidas como el jugo de limón nos permite tener un amplia gama de rojos”, dijo.
“Hay minerales que, por su naturaleza y la composición de suelos y rocas, logran estos colores rojos, esto se debe a que son minerales abundantes en óxido de hierro”, resaltó.
La exposición continúa con el verde, y en esta parte del recorrido se pueden apreciar objetos como textiles y retratos que dan cuenta de lo complicado que fue obtener colorantes de esta tonalidad y lograr que mantuvieran la intensidad del color a pesar del tiempo.
Villavicencio aseguró que para obtener el verde las y los artistas recurrieron a la mezcla de tonalidades azules y amarillas, y dijo que al conocer mejores técnicas para el manejo de este color también se abrió una puerta para poder realizar pinturas en exteriores.
Otra de las partes que compone esta exposición es una sección dedicada al dorado, una tonalidad que proviene del amarillo que se le ha relacionado con el poder, el dinero y la cercanía al Sol, aseguró Villavicencio.
“Todas las monarquías, desde la antigüedad hasta el día de hoy, usan coronas como emisiones solares, ya sea como discos o como puntas”, dijo.
Los colores negro y blanco se presentan en materiales como la cerámica, el hueso o el marfil, pero también se emplea en pinturas, donde gracias al uso de estas tonalidades se podía conocer la época en la que fueron creadas.
“En el siglo XVII vestir de negro era un indicador de dos aspectos: la elegancia de una tela muy selecta, por la dificultad de su proceso de teñido y por otro lado un mensaje político que la monarquía busca emitir por el orgullo que producía”, abundó.
La exposición culmina con el azul, uno de los colores más difíciles de obtener, aseguró el curador. Se puede obtener de minerales, sin embargo, existen casos en los que los procesos de obtención son complicados o disminuyen su intensidad por la oxidación de los materiales.
Dijo que el lapislázuli es uno de los minerales que se empleaban en la obtención del azul, además de que lo exclusivo de este material indicaba que su uso era limitado para algunas piezas.
Por otra parte, el azul también fue de los primeros colores en ser obtenido por métodos industriales, por lo que fue necesario resaltar su presencia ante el crecimiento de las técnicas para emplear colores en el arte, precisó Villavicencio.
“La premisa de esta exposición es que la creación está subordinada a los materiales y está subordinada no sólo en el sentido de obedecer a lo que está disponible, sino que se está retando a la invención de nuevos materiales. La tecnología es retada en todo momento por el arte”, culminó.
Texto: Pablo Miranda Ramírez / Fotografía: Gustavo Alfonzo.
Sitio Fuente: UdeG