Resentimiento de clase trabajadora por humillación de las elites, caldo de cultivo para el populismo

FIL GUADALAJARA.-

Filósofo político estadounidense Michael J. Sandelen sostuvo un diálogo magistral con el historiador israelí Yuval Noah Harari, en la FIL.

El enojo y resentimiento de las clases trabajadoras, y la humillación que sufren por parte de las élites, han sido el caldo de cultivo para el surgimiento del populismo en distintos países del mundo, aunado a una meritocracia que ridiculiza a quien se queda rezagado en la competencia social; declaró el filósofo político estadounidense Michael J. Sandelen, en un diálogo magistral que sostuvo con el historiador israelí Yuval Noah Harari.

Este diálogo entre dos de los pensadores más importantes del mundo, tuvo como marco la Feria internacional del Libro de Guadalajara (FIL) 2020, en el programa FIL Pensamiento.

J. Sandel, quien enseña filosofía política en la Universidad de Harvard, es autor de La tiranía del mérito, libro que comenzó en 2016 con la propagación del populismo totalitario por la elección de Donald Trump como Presidente de Estados Unidos, y el surgimiento del hipernacionalismo totalitario, partidos y movimientos populistas en distintos países.

-

“Pensé que esto tiene que ver con un sentimiento de enojo y resentimiento, incluso con un sentido de humillación que muchas personas sienten y que estas figuras, incluido Trump, han sabido aprovechar. El núcleo de todo esto es el hecho de dividir a ganadores y perdedores, que se ha ido profundizando en las últimas décadas, envenenando a nuestros políticos y generando división. Se relaciona con el incremento de las inequidades de la gente de raza blanca que hemos visto durante cuatro décadas de globalización; pero no es únicamente inequidad económica, sino cambios de actitud con respecto al éxito hacia ganar y perder que acompañan las crecientes inequidades”, reflexionó J. Sandel.

Indicó que aquellos que han llegado a la cima han creído que el éxito es obra suya, que es por su mérito y los que se quedan cortos no tienen a quien culpar más que a ellos mismos. Esta manera de pensar acerca del éxito refleja cierto ideal meritocrático, es decir, como si los ganadores se merecerían su éxito y los beneficios que viene con ello.

“Así que aunque esto es inspirador, lleva a la creciente retórica de que tú puedes lograrlo si lo intentas. Es odioso. En otra manera, la meritocracia tiene un lado oscuro porque genera arrogancia entre los ganadores y humillación entre aquellos que son dejados atrás. Una de las fuentes más potentes de la reacción del populismo en contra de sus líderes es el sentido de meta de mucha gente trabajadora que los lideres los miran por encima del hombro. Pienso que esto es uno de los factores importantes, es parte vital de nuestra política que llevó a la reacción populista”, agregó.

Yuval Noah Hararim, quien enseña historia en la Universidad Hebrea de Jerusalén, explicó que los historiadores han sido muy buenos para decir qué ocurrió, pero no por qué. Un ejemplo es por qué el cristianismo y no otra religión se erigió como dominante en el supermercado de ideas del Imperio Romano, porque la revolución científica tuvo lugar en Europa y no en China.

“Acerca de 2016 y el resurgimiento del populismo es realmente lo mismo, que aún no lo entendemos. Se que mucha gente señala y apunta a la globalización y la meritocracia a cualquier otra cualidad en general, y puede que sea verdad en algunos casos, como en Estados Unidos. No soy experto en política o sociedad norteamericana, pero la situación acerca del populismo en los últimos años es que es un fenómeno internacional. No es sólo el Brexit, no sólo Trump; se ve el levantamiento del autoritarismo popular en todo el mundo, en Brasil, Hungría, Polonia, Turquía, en mi país natal, Israel, en Filipinas, India y bajo muy diversas circunstancias”, confesó.

Recalcó que en Estado Unidos las clases trabajadoras pueden decirse afectadas por la globalización, pero en Turquía, India y Brasil han sido beneficiadas por ese fenómeno, por lo cual es difícil encontrar una explicación global para el fenómeno.

“De acuerdo, tal vez el populismo es una reacción a la arrogancia de la élite y al hecho de que tienes estos ganadores que se llevan todo y el resto son dejados a un lado, e incluso culpados o ridiculizados por su fracaso; pero por qué entonces este enojo resulta en estas fuerzas antidemocráticas; porque no vemos el surgimiento de líderes y políticos que estén comprometidos con los valores intrínsecos e instituciones de la democracia y expresen estas visiones; por qué tienen que irse hacia la dirección antidemocrática relacionada con ello; porque son las principales víctimas del populismo, no las élites ricas, quienes son supuestamente a quienes culpar por todo eso, las víctimas principales son las minorías, los inmigrantes, la comunidad LGBT y así por el estilo”, dijo.

J. Sandel replicó que entre los factores en común que conectan con el resurgimiento de los movimientos populistas en diversos países, está el fracaso de los partidos políticos más populares y comunes, especialmente los partidos de centro-izquierda, pues aunque el populismo de derecha no es la única versión, la realidad es que la misión histórica de la izquierda social era frenar los excesos del capitalismo, y no han proveído un contrapeso a la desigualdad que produce el neoliberalismo.

Texto: Julio Ríos / Fotografía: José Díaz

Sitio Fuente: UdeG