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La materia viva desafía a la conservación en los museos de arte contemporáneo

MUSEOGRAFÍA.-

- Inició el primer simposio dedicado al tema, por iniciativa del Instituto de Conservación Getty, la ENCRyM y el MUAC
- Las tres instituciones han iniciado grandes esfuerzos para desarrollar estrategias que resuelvan las problemáticas de conservación de obras que contienen materiales biológicos.

The Theater of Disappearance,2017, The Geffen Comtemporary at MOCA, Los Angeles, USA. Cortesia del artista, Marian Goodman. Foto Studio Miche.

A pesar de que actualmente un alto porcentaje de obras artísticas contemporáneas con necesidades de conservación corresponde a materiales orgánicos, aún se sigue trabajando para desarrollar estrategias precisas que resuelvan las problemáticas de conservación de estas creaciones realizadas a partir de materia viva. Su preservación es un desafío en muchos sentidos porque no se aborda al objeto mismo, sino su concepto, función e intención y en algunos casos incluso su contexto.

Ante este reto que tienen distintos museos de arte contemporáneo en el mundo y los propios artistas al momento de crear una pieza, el Instituto de Conservación Getty propuso al Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC) de la UNAM y a la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía “Manuel del Castillo Negrete” del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a través del Seminario Taller de Restauración de Arte Moderno y Contemporáneo, llevar a cabo un simposio que abordara el tema de manera específica.

Así nace el Simposio Living Matter/La Materia Viva, inaugurado esta mañana en el MUAC, en Ciudad Universitaria, con la conferencia del artista argentino Adrián Villar Rojas, Lo que el fuego me trajo.

Durante tres días restauradores, artistas, académicos e historiadores del arte, procedentes de varias naciones de Europa, África y América, expondrán sus puntos de vista y compartirán experiencias; al simposio se inscribieron alrededor de 100 participantes, entre los que también se cuentan científicos interesados en el arte conceptual: veterinarios, médicos, biólogos, ingenieros botánicos… las disciplinas se empiezan a diversificar.

La directora del MUAC, Graciela de la Torre, dio la bienvenida y agradeció al Instituto de Conservación Getty la iniciativa de llevar a cabo estas jornadas, y al INAH su complicidad para sacar adelante proyectos de conservación del arte contemporáneo. Dijo que las instituciones como el MUAC tienen el compromiso de conservar las obras.

En tanto, Gerardo Ramos Olvera, director de la ENCRyM, comento que esta escuela del INAH forma alumnos con capacidad para restaurar y conservar todo tipo de materiales, y es su interés trabajar por la conservación del arte moderno porque es un patrimonio que está vivo

Por parte del Instituto de Conservación Getty, Tom Learner destacó que los materiales biológicos son inestables, reciben un desgaste que perjudica las obras y tienden a descomponerse rápidamente por eso requieren de la atención de los conservadores. Sin embargo, pueden abordarse pero su intervención es un proceso complejo; “a través del simposio se busca un diálogo que nos lleve a descubrir esas formas”.

¿Qué conservar y cómo?, tratándose de obras de arte en las que se han intervenido cabellos, fluidos corporales, sangre, partes de la anatomía animal o humana, cadáveres, plantas, alimentos… ¿dónde deben guardarse o cómo deben exhibirse? Son algunas preguntas que se hacen hoy día varios museos en el mundo y los propios artistas al momento de elegir los materiales y los procesos de intervención que deberán aplicarse para conservar una obra de esta naturaleza, dice la restauradora Ana Lizeth Mata Delgado.

La especialista es titular del Seminario de Conservación en Arte Contemporáneo de la ENCRyM, uno de los pocos espacios académicos que existen en México para abordar la investigación y experimentación en materiales orgánicos desde la conservación-restauración, por eso ha sido elegido por el Instituto de Conservación Getty, junto con el MUAC, para llevar a cabo este simposio que, a decir de los organizadores, será un parteaguas y punta de lanza para muchos temas de investigación; dará una perspectiva internacional, necesaria en este momento, y vinculará académicos, restauradores y artistas con los científicos.

Actualmente, hay mucho campo de investigación en vínculo con la ciencia, explica Mata Delgado, “ya no sólo se trata de objetos que tenemos que conservar en sí mismos, sino que en sus términos conceptuales y la variedad de materiales orgánicos tienen una serie de especificaciones importantes para el concepto: orígenes, procedencias y características biológicas que debemos tomar en cuenta para saber si los podemos conservar o no, y si lo hacemos, de qué manera y en qué contexto para que no pierdan su intención y sentido originales”.

Cita como ejemplo las obras de la artista Teresa Margolles, recientemente distinguida con mención honorífica en la 58 Bienal de Arte de Venecia, en las que ha intervenido textiles con fluidos corporales o sangre de víctimas de violencia; sería imposible lavar estas piezas porque equivaldría a borrarlas, en estos casos hay que proponer otras alternativas que eviten o detengan su degradación o riesgo para el público, explica Mata Delgado.

El olor, la apariencia, los detalles que acompañan al objeto, el lugar donde fue colectado el material o su procedencia… hay una serie de contextos que le dan sentido a la pieza. Elementos que con el tiempo se van degradando, dice.

“Por eso quienes nos dedicamos a la conservación de arte contemporáneo debemos tener en cuenta tres cosas importantes: la función, el concepto y la intención de la pieza”, advierte la restauradora. La función que cumple el objeto en su contexto y los diferentes elementos que tienen una función junto a la pieza, y luego la intención del artista para hacer esa obra y el significado de la misma.

“No es tan fácil decidir, la consolido… la lavo… la fumigo... Porque al final del proceso puede ya no ser la pieza artística. La materia orgánica nos plantea esta disyuntiva: hasta qué punto puede el restaurador incidir en ese objeto, o hasta qué punto tiene que acompañar su proceso de degradación o en su caso valorar si es viable replicarlo, rehacerlo, y si tiene que ser la mano del artista, o no, la que genere esa réplica.

“Por eso uno de los principales desafíos para nosotros es entender el proceso creativo. Pero a su vez entender qué va a pasar con esas piezas, si hay interés en conservarlas, o no, y entender que conservarla implica dar un seguimiento de intervención específico. Igualmente, a los museos ya no les va a funcionar una bóveda genérica, sino que necesitan una con ciertas características de humedad, temperatura, soportes, dependiendo del tipo de obra”, dice la restauradora.

Un punto importante del seminario de la ENCRyM, dice Mata Delgado es que trabaja con los artistas interesados en la conservación, ya sea de los materiales durante el periodo de exhibición o de la obra de manera permanente. “Es algo complicado, por ejemplo, si utiliza carne, ésta se va a pudrir, entonces puede interesarle un proceso para aletargar ese final. Comienza a cambiar la perspectiva del artista y del conservador”.

Como parte del simposio se generará una publicación que sea de ayuda y apoyo para otros investigadores en la misma línea, porque con materiales tan nuevos y propuestas físicas tan novedosas, no siempre se tiene una metodología específica, clara y contundente de cómo tratar.

El simposio —de tres días— continuará este 4 y 5 de junio en el auditorio de la ENCRyM (calle General Anaya 187, San Diego Churubusco) de 9:00 a 17:00 horas, para debatir las implicaciones generales y los desafíos relacionados con la colección, exposición y conservación de obras de arte contemporáneo que contienen materiales biológicos.

En las sesiones siguientes se analizarán las amplias implicaciones y desafíos (conceptuales, éticos y prácticos) asociados con la recopilación, la visualización y la conservación de este tipo de obras.

Se explorará cómo la intención inicial del trabajo podría entrar en conflicto con las políticas del museo y las formas en que esto impactaría tanto en la naturaleza como en la vida útil del trabajo; se presentará una gama de posibles soluciones a través de estudios de casos, y ofrecerá una visión general de las ideas y prácticas actuales en este tema. Además, reúne a conservadores, artistas, historiadores del arte y curadores.

Sitio Fuente: INAH