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26 años de Universum, Museo de las Ciencias

MUSEOS.-

La celebración incluye un cambio de look hasta consolidar un museo renovado.

Cada vez que cumplimos años, no es raro pensar en renovarse. En su cumpleaños número 26, Universum presentará un adelanto del  cambio de look que recibirá para  mostrarle al visitante lo último de las tendencias en  museos de divulgación de las ciencias.

Su cambio de look incluye modificar muchas de las piezas museísticas hasta lograr un diseño artístico y atractivo. Algunos equipos solo necesitan “una manita de gato”, pero a otros, se les cambiará por completo. Además todos los servicios de Universum funcionarán a base de energías renovables. Habrá una sala con dinosaurios de México, otra destinada a explicarnos el origen de la vida y otra con cetáceos...

Lo anterior es solo el principio de la transformación de Universum, Museo de las Ciencias de la UNAM, que se desarrollará a lo largo de 2019.

Un poco de historia.

Cuando José Sarukhán, Roci Seco y Jorge Flores, quisieron comenzar las labores del diseño museístico de lo que sería Universum, hace ya más de 26 años, estaban muy preocupados, porque no había antecedentes sobre cómo hacer un museo de divulgación de las ciencias y  no tenían a la mano herramientas teóricas, sobre cómo conceptualizar ese primer guion.

Su primera idea fue invitar a diversos investigadores de los institutos de la UNAM, expertos en ciencias; entonces, comenzaron los primeros conflictos. La mayoría de las propuestas  tenían muchos tecnicismos que entendian los cientificos, pero no el público. Ante esta problemática, Sarukhán, Seco y Flores decidieron realizar un viaje por todos los museos de Norteamérica para poder colectar ideas que les permitieran crear un museo de divulgación de las ciencias.

Con las muestras en mano, se sumaron al equipo muchas más personas entre albañiles, carpinteros, arquitectos, ingenieros, diseñadores, divulgadores, quienes trabajaron arduamente en la creación y diseño de 550 equipos que se colocaron en un espacio de 25000 metros cuadrados. Con todo ese trabajo detrás, el 12 de diciembre de 1992 se cortó el listón que inauguraba el primer museo de divulgación de las ciencias en México y en Latinoamérica.

Desde ese día a la fecha,  el museo ha desarrollado y albergado distintas exposiciones de gran éxito. Como no recordar En busca de Teotihuacán, la Arqueología y la Ciencia,  una exposición que se creó en el museo y se exhibió en Finlandia,  o cuando dos enormes dinosaurios habitantes del Cretácico visitaron Universum. Un mundo dentro de ti, Body Worlds una muestra anatómica del cuerpo humano y la roca lunar prestada por la NASA han sido  quizás las exhibiciones más taquilleras y representativas.

Un museo renovado.

26 años después, en contraste con la escasa información que había sobre cómo hacer un museo de divulgación de las ciencias,  hoy ya se  han gestionado diversos trabajos de investigación sobre Universum que muestran cuáles son los equipos más exitosos, cómo recorren las personas el museo o si hay un exceso de  mamparas con mucha información. Todos estos trabajos son un conjunto de herramientas que la actual curadora  María del Carmen Sánchez Mora pone sobre la mesa para visualizar la renovación completa del museo.

“El museo nos va a contar una historia, que comienza maravillándonos con la naturaleza pero invitándonos a la reflexión del impacto ecológico sobre esa naturaleza y a la vez, mostrándonos cómo podemos conservarla.”

Se pretende aplicar el modelo canadiense IPOP, utilizado en muchos museos del mundo  para acercar a las personas a imaginar, analizar, experimentar y abstraer en cada uno de los equipos, dependiendo de su estilo de aprendizaje.

“Queremos lograr que el visitante haga un recorrido total, pero si lo hace en partes que no  se desconecte  del discurso de todo el museo,” dice la doctora Sánchez Mora.

La renovación total del museo contempla exposiciones críticas para que el público analice su contexto, saque sus propias conclusiones y tenga elementos para vivir mejor.

Por Tania Trejo Baxin.

Sitio Fuente: Ciencia UNAM