Severo Ochoa: El genio español detrás de la biología molecular

HISTORIA DE LA CIENCIA.-

Severo Ochoa es uno de los nombres más destacados en la historia de la ciencia española y mundial.

Este médico y bioquímico asturiano, ganador del Premio Nobel de Medicina en 1959, dejó un legado imborrable en el campo de la biología molecular al descubrir el mecanismo por el cual se sintetiza el ARN. Su trabajo no solo revolucionó la comprensión de los procesos genéticos, sino que también sentó las bases para avances fundamentales en la genética moderna.

Foto: Irwin Gooen (NY University).

Severo Ochoa de Albornoz nació el 24 de septiembre de 1905 en Luarca, un pequeño pueblo costero de Asturias, España. Desde joven, mostró una notable inclinación por las ciencias naturales. Tras completar sus estudios en Oviedo, se trasladó a Madrid para estudiar medicina en la Universidad Central (actual Universidad Complutense).

Fue durante su etapa universitaria cuando conoció a Juan Negrín, destacado fisiólogo español, quien influyó significativamente en su interés por la bioquímica. Fascinado por el funcionamiento del cuerpo humano a nivel molecular, Severo decidió orientar su carrera hacia la investigación científica.

El viaje hacia el descubrimiento.

Primeros pasos en la ciencia internacional.

Tras completar su formación en España, Severo Ochoa continuó su formación en Europa, donde trabajó con científicos de renombre. En Berlín, colaboró con Otto Meyerhof, un destacado investigador en fisiología y ganador del Premio Nobel. Más tarde, trabajó en la Universidad de Heidelberg junto a Otto Warburg, otra figura clave en el estudio de la bioquímica celular.

Sin embargo, el estallido de la Guerra Civil Española en 1936 y la posterior Segunda Guerra Mundial lo llevaron a buscar refugio en Estados Unidos, donde desarrollaría gran parte de su carrera científica.

La consagración en Nueva York.

En 1941, Severo Ochoa se trasladó a la Universidad de Nueva York, donde inició una etapa crucial en su trayectoria. Fue aquí donde llevó a cabo sus investigaciones más importantes. En la década de 1950, junto con su colaboradora Marianne Grunberg-Manago, descubrió una enzima clave conocida como polinucleótido fosforilasa, que permite sintetizar ácido ribonucleico (ARN) en el laboratorio.

Este descubrimiento fue revolucionario, ya que proporcionó a los científicos una herramienta para entender cómo se forman las moléculas de ARN, esenciales para la síntesis de proteínas y, por ende, para la vida. Este avance abrió la puerta a investigaciones que desembocaron en la decodificación del código genético.

El Premio Nobel y el reconocimiento mundial.

En 1959, Severo Ochoa recibió el Premio Nobel de Fisiología o Medicina, que compartió con el bioquímico estadounidense Arthur Kornberg, por sus descubrimientos sobre los mecanismos de la biosíntesis de los ácidos nucleicos. Este galardón consolidó su lugar entre los grandes científicos del siglo XX.

A pesar de su éxito internacional, Ochoa nunca olvidó sus raíces españolas. A lo largo de su vida, mantuvo una fuerte conexión con su país natal y colaboró con instituciones científicas españolas.

Legado científico y humano.

El trabajo de Severo Ochoa sentó las bases para el desarrollo de la biología molecular moderna. Sus investigaciones han sido fundamentales en campos como la genética, la medicina y la biotecnología. Sin su contribución, no habrían sido posibles avances como la ingeniería genética, la edición de genes o el desarrollo de terapias génicas.

Además de su legado científico, Ochoa fue reconocido por su carácter humilde y su dedicación a formar nuevas generaciones de científicos. Siempre enfatizó la importancia de la curiosidad y el esfuerzo como motores del progreso científico.

Últimos años y fallecimiento.

Tras una carrera de décadas llena de logros, Severo Ochoa continuó activo en el ámbito científico hasta bien entrada su vejez. Pasó sus últimos años en Estados Unidos, donde falleció el 1 de noviembre de 1993 en Nueva Jersey. Su muerte marcó el final de una vida dedicada a desentrañar los misterios de la vida a nivel molecular.

Homenajes y reconocimiento en España.

En su país natal, la figura de Severo Ochoa sigue siendo un referente. Numerosos centros de investigación, hospitales y premios llevan su nombre en honor a sus contribuciones. Entre ellos destaca el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa en Madrid, una de las instituciones líderes en investigación biomolecular en España.

Sitio Fuente: NCYT de Amazings