¿Cuáles son las diferencias entre un máster oficial y un máster propio?

ORIENTACIÓN ACADÉMICA.-

La especialización es un requisito cada vez más necesario. De hecho, las previsiones indican que, en el mundo, el número de personas de entre 25 y 34 años con un título universitario aumentará de 137 millones en 2013 a 300 millones en 2030. Una de las dudas más frecuentes que surgen antes de elegir un máster es si es mejor decantarse por un máster oficial o uno propio, también llamados másteres universitarios o privados.

Hay bastante confusión entre estos dos tipos de solución, cuyas diferencias son sustanciales. Veamos a continuación en qué se diferencian.

Másteres oficiales.

Los másteres oficiales forman parte integrante del sistema universitario y otorgan un certificado de especialización al que solo se puede acceder tras la obtención de un grado o licenciatura. Dentro de esta categoría entran también los másteres habilitantes, necesarios para ejercer una profesión regulada como abogado, psicólogo o profesor. Suelen tener una duración de uno o dos años, con una fórmula docente muy similar a la universitaria, con clases magistrales y un profesorado que suele ser el mismo que el del curso universitario.

Másteres propios.

Este tipo de máster es un posgrado organizado por las escuelas de formación privadas o las empresas. Las escuelas de negocios operan en el mercado de la formación con plena autonomía, por tanto, sus másteres pueden diferir mucho en contenidos, coste, duración, o metodología de enseñanza. Lo mismo ocurre con los másteres organizados directamente por determinadas empresas, por ejemplo los másteres en periodismo puestos en marcha por algunos de los principales diarios, cuyo objetivo es crear internamente a los futuros empleados.

El enfoque común de esta categoría de máster es proporcionar una formación que pueda ser utilizada de forma inmediata tanto en la propia profesión como en la empresa. En consecuencia, la fórmula didáctica se centra más en el ‘conocimiento práctico’ que en el ‘conocimiento teórico’. Esto se persigue a través de herramientas tales como:

- laboratorios;

- ejercicios prácticos;

- casos de estudio;

- simulación de proyectos de trabajo;

- juego de rol.

A diferencia de los másteres oficiales, el profesorado no suele estar compuesto por docentes de profesión sino por profesionales que abordan la materia impartida no solo a nivel teórico sino principalmente práctico, De tal forma, trasladan los conocimientos que utilizan habitualmente en su profesión y que les gustaría encontrar en las figuras que trabajan junto con ellos. Encontramos:

- consultores;

- autónomos;

- ejecutivos de la empresa;

- formadores.

¿Qué es mejor entre un máster oficial y uno propio?

Es imposible responder a la pregunta de si es mejor un máster oficial o uno propio, ya que depende del motivo que lleva a abordar la formación.

Un máster oficial podría ser más ‘prestigioso’, y puede ser útil si el objetivo es participar en un concurso público u oposición, así como continuar la carrera universitaria, como investigador y luego como profesor.

Un máster propio, en cambio, puede ser más útil para el ejercicio de la profesión y, por tanto, más determinante en el mercado laboral, ya que las empresas suelen reconocer la formación práctica como un valor añadido más importante que la formación universitaria.

En ambos casos, es muy importante estudiar a fondo las credenciales y el prestigio de la institución que imparte el curso. Ya sea una universidad, una escuela de negocios o una empresa privada, se deben solicitar estadísticas de empleabilidad, así como valorar las opciones de prácticas, el método de formación y la calidad del profesorado.

En este sentido, existen másteres oficiales que incluyen prácticas en su plan de estudios para obtener el título. Por otro lado, los másteres propios suelen ofrecer a los estudiantes prácticas en empresas con las que tienen convenios, además de una amplia bolsa de empleo.

Para acceder a un máster privado no siempre es necesario contar con un título, ya que a veces es suficiente con tener cierta experiencia profesional. Además, el precio depende del prestigio de la institución, pero suele ser más caro que cruzar un máster oficial, aunque las universidades y escuelas de negocios ofrecen becas y ayudas a los estudiantes.

¿Cuál es la frecuencia?

Por lo general, los másteres oficiales están estructurados con clases presenciales entre semana, lo cual complica la asistencia para las personas que están también trabajando.

Por el contrario, un máster propio suele estar diseñado para satisfacer las necesidades de un público más amplio, compuesto también por personas trabajadoras. Por lo general, de hecho, las lecciones se imparten los fines de semana o se organizan en línea para poderlas seguir en cualquier momento.

La duración de un máster oficial puede ser de uno o dos años, y normalmente se finaliza con la presentación de un trabajo final. En cambio, un máster propio puede durar unos meses, pero también uno o dos años.

Desde el punto de vista del reconocimiento, las autoridades reguladoras de cada país suelen reconocer únicamente los másteres universitarios oficiales. Sin embargo, los másteres propios, que son aprobados por la propia universidad o escuela de negocios donde se imparten, gozan de un alto reconocimiento en el mundo laboral, siendo enfocados y dirigidos a las empresas. Su prestigio y valoración depende de la institución que los organiza.

A la hora de elegir un máster, deben tenerse en cuenta todas estas variables. Ante todo, un aspirante necesita entender bien cuáles son sus necesidades de formación, qué quiere conseguir a través del máster, y cuáles son los compromisos temporales (y económicos) que puede sostener. Dicho esto, la formación siempre es una apuesta segura.

Sitio Fuente: Universia México