La lectura lenta favorece la concentración y reduce el estrés

A la hora de leer, ¿lo haces con detenimiento o recorres el texto completo en un minuto?.-

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Antes de la masificación de Internet, la lectura no era una actividad de apuro y simple “escáner” del texto que teníamos en frente; las pantallas cambiaron la forma de leer y de la secuencia lineal de izquierda a derecha se pasó a una búsqueda desordenada de palabras clave o información relevante.

La búsqueda de palabras clave puede ser útil en muchas situacione,s sobre todo cuando no nos interesa todo lo que dice un escrito, sino que necesitamos información puntual; pero adoptar este único tipo de lectura es contraproducente ya que como han demostrado numerosos estudios actuales, la lectura lenta favorece la concentración, reduce el estrés y nos conecta con nuestras emociones.

El ritmo de vida cada vez más acelerado nos ha obligado a reducir el tiempo que antes le dedicábamos a ciertas actividades, como por ejemplo, la lectura. Para muchos la lectura hoy en día se reduce a chequear los tuits o posteos en Instagram de sus amigos; y aquella lectura silenciosa y reflexiva de antaño parece encontrar cada vez menos adeptos.

Sin embargo, atentos a este nuevo panorama y seguramente motivados en estudios científicos que aseguran que leer con detenimiento favorece la concentración y puede reducir el estrés hasta en un 68%, algunas personas han decidido que definitivamente la lectura lenta es una actividad que no puede desaparecer.

Así han surgido los “Clubes de lectura lenta” que tienen como objetivo, justamente, encontrarse a leer, en silencio y con tiempo para compenetrarse en lo que están haciendo, alejados por un rato de los Smartphones o cualquier distracción del estilo.

Uno de estos círculos es el “Club de Lectura Lenta" de Wellington, Nueva Zelanda, que nació en 2014 y tiene como lema “Cuerpo en calma, mente curiosa y corazón abierto”. Sus “socios” o participantes se reúnen una vez por semana en un bar. Al llegar, apagan sus celulares, piden algo para tomar y leen durante una hora en total silencio.

El objetivo no es comentar y discutir sobre literatura, sino “rescatar” una de las formas de lectura más antiguas y extendidas, la lectura en silencio y en calma; la que existía justo antes de la “era digital”.

Quienes practican la lectura lenta aseguran que adoptar esta técnica los ayuda a concentrarse y hasta potencia su capacidad de empatía; es decir, adquieren una mayor habilidad para escuchar y entender al otro.

Uno de los estudios más destacados relacionados los hábitos de lectura y los beneficios de ser un lector regular fue el elaborado en 2006 por la Universidad de Sussex en Inglaterra. Los voluntarios a este experimento se sometieron a realizar ejercicio físico intenso, lo que les aceleraba el pulso. Luego se pidió a los voluntarios que tomaran té, escucharan música, jugaran a un videojuego y leyeran. Los investigadores pudieron comprobar que de estas actividades, la lectura fue la más efectiva a la hora de devolver el ritmo cardíaco normal a los participantes.

El “movimiento lento” o “slow movement” tiene alcances más allá de la lectura. Este movimiento surge como una protesta o más bien propuesta contraria a vivir demasiado absorbido por los tiempos de la vida moderna, los que a veces nos hacen sentir que viajamos a la velocidad de la luz. Así, el slow movement propone alternativas no solo para leer más despacio, sino para comer más despacio o hasta en el mundo de la moda, para elegir ropa hecha con “más calma” (la artesanal, en contraposición a la industrial).

Uno de los defensores del “movimiento lento” es el periodista Carl Honore, quien en 2004 lanzó su libro “Elogio de la Lentitud: Un Movimiento Mundial Desafía el Culto a la Velocidad sobre el Movimiento Lento”. Honore cree que el énfasis en la velocidad de hacer todo que ha tomado el mundo occidental desgasta la salud, la productividad y la calidad de vida.

Conoce la charla TED de Carl Honoré Elogio de la lentitud.

Sitio Fuente: Universia México