Pescar en el desierto: Liberar el potencial del lago Turkana
UNESCO. Historia.
La UNESCO, el Programa Mundial de Alimentos (PAM) y los gobiernos locales están poniendo en marcha un nuevo programa de apoyo a los medios de subsistencia sostenibles a orillas del lago.
El lago Turkana, el mayor lago desértico del mundo, es muy prometedor para estas comunidades, pero sus recursos deben gestionarse de forma sostenible.
Desde que perdió la mayor parte de su ganado en una reciente sequía, el pastor Angelech Losoro ha cambiado las resecas tierras del noroeste de Kenia por las aguas del cercano lago Turkana, donde ahora se gana la vida pescando.
Entre 2021 y 2023, Kenia se enfrentó a su peor sequía en 40 años. Sólo en el condado de Turkana, más de 200.000 pastores como Losoro abandonaron su modo de vida: «Me dije: en lugar de morir en este lugar, déjame ir (al lago) y darle una oportunidad».
El lago Turkana, el mayor lago desértico permanente del mundo y Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, ofrece esperanza. En los últimos años ha producido 17.300 toneladas métricas de pescado, y podría producir bastante más, según un estudio reciente del Instituto de Investigación Marina y Pesquera de Kenia encargado por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas y coordinado por la UNESCO.
El antiguo pastor Angelech Losoro pesca en el lago Turkana. © WFP/Fredrik Lerneryd.
Sin embargo, sigue habiendo desafíos. A medida que aumenta el número de pastores que se pasan a la pesca, la competencia por unos recursos cada vez más escasos podría provocar conflictos entre comunidades. Los pescadores también tienen dificultades para transportar sus capturas, que perecen rápidamente, hasta los clientes potenciales.
El PMA y la UNESCO, en colaboración con los gobiernos de los condados de Marsabit y Turkana, están poniendo en marcha un nuevo programa para liberar de forma sostenible el potencial económico del lago para quienes viven en sus orillas.
Paulina Ekuuta, madre de seis hijos, prepara el pescado que compra en las barcas a orillas del lago Turkana, pero al final del día tiene que tirar lo que no se vende. © WFP/Fredrik Lerneryd.
El programa de 5 años, financiado por el Reino de los Países Bajos con fondos adicionales del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania, apoya toda la cadena de valor, desde el lago hasta el plato.
"Tenemos que asegurarnos de que todas las familias de esta comunidad se beneficien de este proyecto, no sólo a corto plazo, sino durante generaciones. De este modo, podremos crear un futuro sostenible para el lago Turkana y sus habitantes. Louise Haxthausen. Directora de la Oficina Regional de la UNESCO para África Oriental.
Esto empieza por garantizar que el lago se mantenga sano, fomentando prácticas pesqueras sostenibles y gestionando eficazmente los recursos hídricos. Los conocimientos científicos y técnicos de la UNESCO son esenciales a este respecto.
Por ejemplo, para comprender mejor las poblaciones de peces, la UNESCO está recopilando datos sobre las capturas y la biomasa de peces mediante estudios que se repiten a lo largo de varios años. Los primeros resultados han revelado la presencia de grandes cantidades de pequeños peces pelágicos, que son nutritivos y fáciles de procesar, pues basta con secarlos al sol.
Sobre la base de la labor del PMA en las orillas del lago, el programa también ampliará las instalaciones de almacenamiento en frío y secado solar, y formará a las comunidades en mejores técnicas de manipulación y procesamiento del pescado, lo que les permitirá obtener precios más altos y llegar a mercados más lejanos.
Sin embargo, como subraya Claudia Ah Poe, Jefa de Clima, Resiliencia y Sistemas Alimentarios del PMA en Kenia, «invertir en el potencial económico del lago Turkana no consiste solo en crear empleo y adaptarse al cambio climático, sino también en crear un entorno propicio para la paz y la estabilidad. Cuando las comunidades tienen acceso a recursos y oportunidades bien gestionados, es menos probable que se instalen los conflictos.»
Por ello, el programa dotará a los pescadores, especialmente a las mujeres y los jóvenes, de aptitudes de desarrollo empresarial para acceder a mercados más grandes y a financiación. Y, reconociendo que una comunidad sana depende de una dieta sana, el programa pretende reducir las tasas locales de malnutrición, que están entre las más altas del país, animando a la gente a incluir más pescado rico en proteínas en sus comidas.
En todos estos esfuerzos, la cooperación es clave, porque los objetivos ambiciosos no pueden alcanzarse actuando en solitario. Por ello, el PMA, la UNESCO y los gobiernos de los condados de Marsabit y Turkana colaborarán estrechamente con los asociados para el desarrollo, el sector privado y las comunidades locales. De este modo, el programa pretende liberar el verdadero potencial del lago Turkana y transformar las vidas y los medios de subsistencia locales a largo plazo.
Paulina Ekuuta compra pescado en una barca a orillas del lago Turkana, pero al final del día tiene que tirar lo que no vende. © WFP/Fredrik Lerneryd.
El sitio de los Parques Nacionales del Lago Turkana fue inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial en 1997. Desde 2018 figura en la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro.
Sitio Fuente: UNESCO