¿Más contaminación dentro de casa que fuera?
CUIDADO DE LA SALUD / CONTAMINACIÓN.
La polución del aire callejero en muchas ciudades es incuestionable, mientras que el aire del interior de los hogares suele considerarse limpio, sobre todo si tales viviendas están envueltas por un ambiente exterior sin contaminación, como el del medio rural.
Pero ¿hasta qué punto el uso de productos de limpieza, ambientadores, perfumes y otros productos domésticos hace que el aire del interior de los hogares sea menos sano? En un estudio reciente, se ha buscado la respuesta a esa pregunta.
El laboratorio que reproduce un hogar típico para analizar los procesos químicos más habituales que tienen lugar en el ámbito doméstico. Foto: Purdue University / Kelsey Lefever
El estudio lo ha realizado un equipo integrado, entre otros, por Nusrat Jung, Brandon Boor y Satya Patra, de la Universidad Purdue en West Lafayette, Indiana, Estados Unidos.
Las conclusiones a las que se ha llegado en este estudio son impactantes y sin duda despertarán polémicas.
El uso en el hogar de productos químicos como ambientadores, cubitos de cera aromática para derretir sin llama, líquidos para limpiar suelos, desodorantes y otros productos llena rápidamente el aire de partículas de tamaño nanométrico, que son lo bastante pequeñas como para introducirse a gran profundidad en los pulmones e incluso para propagarse a otros órganos.
Estas nanopartículas se forman cuando las fragancias interactúan con el ozono, que entra en los edificios a través de los sistemas de ventilación, desencadenando transformaciones químicas que crean nuevos agentes contaminantes en el aire.
“Un bosque es un entorno prístino, pero si utilizamos, por ejemplo, productos de limpieza o de aromaterapia cargados de fragancias fabricadas químicamente para recrear el bosque en casa, en realidad no la estamos dotando de la atmósfera propia de un bosque sino de otra, altamente contaminada, que no deberíamos respirar”, alerta Jung.
El nuevo estudio es uno más de una serie que se ha llevado a cabo en la citada universidad para examinar a fondo la acción en interiores de los productos químicos más comúnmente empleados en el hogar. A tal fin, la universidad cuenta con un laboratorio que emula una vivienda típica, para reproducir lo más fielmente posible el ciclo que tales productos químicos siguen en los hogares. Esta vivienda tiene todo lo que poseen las más habituales pero está equipada con sensores para vigilar de cerca el efecto químico de las actividades cotidianas en la calidad del aire de un hogar. Jung dirigió el diseño del laboratorio, que se construyó en 2020 y fue el primero de su tipo.
Con este nivel de detalle y precisión sin precedentes, Jung, Boor y sus colegas han hecho descubrimientos que sugieren que muchos productos domésticos de uso cotidiano en interiores pueden no ser tan seguros como se cree.
Aunque aún no se ha determinado cómo afecta a la salud respirar las sustancias químicas volátiles de estos productos, los investigadores han descubierto repetidas veces que cuando las fragancias se liberan en interiores, reaccionan rápidamente con el ozono para formar nanopartículas. Estas nanopartículas recién formadas son preocupantes porque pueden alcanzar concentraciones muy elevadas, lo que puede acarrear un riesgo para la salud respiratoria.
“Nuestras investigaciones muestran que los productos perfumados no son meras fuentes pasivas de aromas agradables, sino que alteran activamente la química del aire interior, lo que conduce a la formación de nanopartículas en concentraciones que podrían tener importantes consecuencias negativas para la salud”, insiste Jung.
En su estudio más reciente, el equipo ha concluido que los cubitos de cera con aromas, que suelen anunciarse como no tóxicos porque se derriten sin llama, en realidad contaminan el aire interior al menos tanto como las velas.
Los cubitos de cera y otros productos perfumados liberan terpenos, los compuestos químicos responsables de sus aromas. Dado que los cubitos de cera contienen una mayor concentración de aceites de fragancia que muchas velas, emiten más terpenos al aire interior.
Son los terpenos de estos productos los que reaccionan rápidamente con el ozono, desencadenando una importante formación de nanopartículas.
Jung y Boor descubrieron en otro estudio que los difusores de aceites esenciales, los desinfectantes, los ambientadores y otros aerosoles perfumados también generan una cantidad significativa de nanopartículas.
Pero no solo los productos perfumados contribuyen a la contaminación por nanopartículas en interiores: un estudio dirigido por Boor descubrió que cocinar en una cocina de gas también emite nanopartículas en grandes cantidades.
Solo 1 kilogramo de combustible para cocinar ya emite diez mil billones (millones de millones) de partículas de menos de 3 nanómetros, lo que iguala o supera lo que emiten los coches con motor de combustión interna. A ese ritmo, una persona podría estar inhalando entre 10 y 100 veces más cantidad de estas partículas de menos de 3 nanómetros por cocinar en una cocina de gas dentro de su casa que por los gases de escape de los vehículos circulando por una calle con mucho tráfico.
Aun así, los productos químicos perfumados igualan o superan a las cocinas de gas y a los motores de los coches en la generación de nanopartículas menores de 3 nanómetros. Entre 100.000 millones y 10 billones de estas partículas podrían depositarse en el sistema respiratorio de una persona en solo 20 minutos de exposición a productos perfumados.
El más reciente de estos estudios, publicado en febrero de 2025 en la revista académica Environmental Science & Technology Letters, se titula “Flame-free candles are not pollution-free: Scented wax melts as a significant source of atmospheric nanoparticles”. Otros de los estudios mencionados publicados en revistas académicas son: “Flame-free candles are not pollution-free: Scented wax melts as a significant source of atmospheric nanoparticles”, publicado en Environmental Science & Technology Letters; “Real-time evaluation of terpene emissions and exposures during the use of scented wax products in residential buildings with PTR-TOF-MS”, publicado en Building and Environment; y “Rapid nucleation and growth of indoor atmospheric nanocluster aerosol during the use of scented volatile chemical products in residential buildings”, publicado en ACS ES&T Air.
Por: Redacción.
Sitio Fuente: NCYT de Amazings