La «aterradora» transformación de la ouija: de un juego de salón al tablero espiritual más temido
ENTRETENIMIENTO.
La ouija es el tablero espiritual más temido del mundo, pero esto no siempre fue así. En sus inicios, las familias buscaban consuelo y respuestas en él.
Foto: Getty Images.
En el mundo del cine, pocos objetos evocan tanto miedo como la ouija. Películas como El exorcista (1973) la han inmortalizado como un catalizador de fenómenos sobrenaturales y oscuros. Pero el terror no siempre ha acompañado a este tablero, alguna vez fue un juego muy apreciado que facilitaba la conexión entre los vivos y los muertos, brindando consuelo a quienes buscaban respuestas.
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De entretenimiento victoriano a lo sobrenatural.
El director Tod Browning (derecha), con los actores Polly Moran y Lon Chaney, en la filmación de la película London After Midnight (1927). Foto: Wikimedia Commons.
Los tableros parlantes eran usados en los hogares victorianos como un simple juego de salón, ofreciendo entretenimiento para quienes se sentaban en torno a él. Estos, que incluían letras, números y símbolos, permitían a los participantes recibir mensajes moviendo un puntero entre las letras, guiado presuntamente por fuerzas invisibles.
La ouija como la conocemos fue patentada en 1890 por Elijah Bond, quien vio su potencial como un entretenimiento, más que como un instrumento espiritual. Sin embargo, se cree que apareció poco después de 1848, según la «Talking Board Historical Society«.
Para hablar con el tablero, los jugadores posicionan sus dedos sobre el puntero triangular que, sorprendentemente, parece moverse por sí solo, deletreando mensajes en respuesta a sus preguntas. En los primeros años de popularidad, cuando las familias perdían a seres queridos, comunicarse con los muertos era una práctica habitual y casi necesaria para sobrellevar el duelo.
“Se convirtieron en respuestas para cosas que no tenían respuesta… permitiéndote hablar de algo y experimentar algo que es inexperimentable”, dijo a National Geographic Robert Murch, historiador de la ouija y presidente de la junta directiva de la Talking Board Historical Society.
A lo largo de los últimos 130 años, la ouija ha recorrido un interesante camino: comenzó como un pasatiempo peculiar y se transformó en un símbolo de misterio sobrenatural, así como en un ícono cultural que ha capturado la fascinación de muchas personas.
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La Ouija convertida en un símbolo del terror.
La popularidad de la ouija en Estados Unidos se disparó a principios del siglo XX. Debido a su combinación de misterio y facilidad de uso, individuos de todas las edades comenzaron a emplearla para intentar «hablar» con espíritus y se convirtió en un juego de citas amorosas. De hecho, durante la Primera Guerra Mundial, en medio del dolor y la pérdida, vivió un notable auge, ya que muchas familias de nuevo buscaron consuelo en su uso.
La percepción del tablero que alguna vez ofreció consolación y respuestas, experimentó un giro dramático, influenciada por eventos como los asesinatos de Manson y el ascenso de la Iglesia de Satán. En esta transformación, el episodio decisivo ocurrió en 1973 con el estreno de El exorcista. Según John Kozik, propietario del Salem Witch Board Museum, esta fue la primera vez que una película sugirió que el mal podía entrar a través del juego.
Más allá de su reputación y las historias que se tejen alrededor de ella, los estudios revelan que este fenómeno es, en esencia, un producto del efecto ideomotor, donde las personas mueven objetos de forma inconsciente.
Por: Erika Montejo.
Sitio Fuente: National Geographic en Español