El Coro de Madrigalistas y el ensamble Liminar entablan diálogo con obras del Museo Tamayo

México: CULTURA / BELLAS ARTES.-

- Liminar (conformado en esta ocasión por Alex Bruck en la viola, Carlos Matus en la celesta e Iván Manzanilla en las percusiones) es un referente dentro y fuera de México en el panorama de la música contemporánea.

- El concierto se enmarca en el programa La colección comentada del recinto del INBAL; viernes 25 a las 18:30 h. con entrada libre.

La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), a través de la Coordinación Nacional de Música y Ópera, presenta al Coro de Madrigalistas de Bellas Artes, junto con el ensamble Liminar, como parte de la edición 46 del Foro Internacional de Música Nueva Manuel Enríquez (FIMNME).

El concierto será el viernes 25 de octubre a las 18:30 h en el Museo Tamayo y comenzará con la obra Still and Moving Lines of Silence in Families of Hyperbolas, del compositor estadounidense Alvin Lucier, que es uno de sus primeros intentos por compaginar, por un lado, instrumentos, voces y ondas senoidales producidas electrónicamente, y por otro, un grupo de bailarines.

En versiones sucesivas, Lucier abandonó la interacción de los cuerpos de los bailarines y estableció parámetros precisos de instrumentaciones y frecuencias, dando lugar a una especie de suite de la que se escucharán las piezas para voz, viola y vibráfono.

Seguirá una selección de obras sacras contemporáneas para coro a capella: Lux Aeterna, de Fernando Moruja, pieza breve con una aparente sencillez, cargada de armonías que acompañan el texto, evocando paz, amplitud luminosa y sin límites. Después, los estrenos en México del “Agnus Dei”, cuarto movimiento de la Misa San Francisco Javier, de Javier Busto, escrita para celebrar el natalicio 500 del santo; y Solfeggio, de Arvo Pärt, primera obra que escribió para coro a capella con una estructura minimalista que utiliza una escala simple de do mayor, donde las voces del coro entran sucesivamente en diferentes octavas, creando clústeres sonoros.

A continuación, y como parte también del programa La colección comentada del Museo Tamayo, el Coro de Madrigalistas de Bellas Artes, junto con el ensamble Liminar (referente dentro y fuera de México en el panorama de la música contemporánea, conformado en esta ocasión por Alex Bruck en la viola, Carlos Matus en la celesta e Iván Manzanilla en las percusiones), finalizarán el concierto con la obra Rothko Chapel, del compositor Morton Feldman.

La colección comentada es un programa que pretende extender los canales de diálogo del museo para generar nuevos comentarios y lecturas en torno a las piezas de su colección. Al reunir un número de obras que no se encuentran expuestas en todo momento, se parte de la premisa de que la colección puede tener un nuevo agenciamiento para ser más accesible. El lienzo de Rothko que resguarda el museo es Untitled (Plum, Orange, Yellow), de 1947, que pertenece a una etapa crucial dentro de su trayectoria, debido a que es cuando comienza a restringir sus composiciones a varias áreas rectangulares de color, que más tarde darán lugar al Rothko más conocido con sus lienzos que contienen dos bloques de color horizontales.

A partir de este momento, Rothko comenzó a emplear la estrategia del “color field painting” para trabajar con los espacios abiertos significativos, la sustracción geométrica y el uso expresivo del color, ya que buscaba expresar las emociones humanas más elementales.

De manera similar, Morton Feldman expresó sobre su obra, Rothko Chapel, que “en buena medida, mi elección de instrumentos (en términos de fuerzas empleadas, equilibrio y timbre) fue afectada por el espacio de la capilla, así como por las pinturas. Las imágenes de Rothko van hasta el límite mismo de su lienzo, y yo quería lograr el mismo efecto con la música —que permeara el espacio octagonal entero y no que fuera percibida a cierta distancia—. El ritmo de la totalidad de las pinturas, tal y como fueron dispuestas por Rothko, creaba una continuidad sin ruptura. Mientras con las pinturas era posible reiterar el color y la escala y aun así mantener un interés dinámico, sentí que la música requería una serie de secciones altamente contrastantes que se traslaparan entre sí”.

Esta obra compuesta para dialogar con los 14 lienzos que Rothko pintó para la capilla que hoy lleva su nombre —espacio para la libre contemplación espiritual, ajena a toda denominación religiosa específica— es para viola, percusión y celesta.

Ambas agrupaciones estarán a cargo del director artístico del Coro de Madrigalistas, Carlos Aransay. La presentación será el viernes 25 de octubre a las 18:30 h en el Museo Tamayo (Paseo de la Reforma 51, Bosque de Chapultepec) y será de entrada libre. Para más información, se pueden consultar las redes de la Coordinación Nacional de Música y Ópera.

Sitio Fuente: Secretaria de Cultura