Directora de la OPS: lograr la resiliencia de los sistemas de salud a necesidades y amenazas cambiantes debe ser una prioridad

Una de las enseñanzas fundamentales de la reciente epidemia de la infección por el virus del Ébola en África Occidental se centró en que los sistemas de salud frágiles —los que no permiten atender las necesidades de salud de la población en circunstancias normales— no pueden enfrentar eficazmente las epidemias u otras emergencias de salud, afirmó la doctora Carissa F. Etienne, Directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en el Cuarto Simposio Mundial de Investigación sobre Sistemas de Salud, celebrado en Vancouver, Canadá.

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Foto: OPS/OMS, A. Silva. Doctora Carissa F. Etienne, Directora OPS, participando en el Cuarto Simposio Mundial de Investigación sobre Sistemas de Salud, celebrado en Vancouver, Canadá.

Con el fin de prepararse para atender las emergencias de salud futuras, los países deben tomar las medidas necesarias con urgencia y hacer las inversiones que se requieren para asegurar que sus sistemas de salud sean fuertes y resilientes.

“La preparación requiere más que planes de emergencia y simulacros”, dijo Etienne. “Significa fortalecer otros aspectos centrales de los sistemas de salud, desde los recursos humanos y el acceso a los medicamentos hasta los sistemas de información de salud e incluso medidas legales que apoyen la acción en el ámbito de la salud pública.”

Etienne hizo estos comentarios ante un público de más de 2.000 expertos en políticas y sistemas de salud. El Cuarto Simposio Mundial de Investigación sobre Sistemas de Salud es copatrocinado por Health Systems Global, la OPS, la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Alianza para la Investigación en Políticas y Sistemas de Salud, la Sociedad Canadiense para la Salud Internacional, el Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo de Canadá y los Institutos Canadienses de Investigación de la Salud.

La inversión en la resiliencia de los sistemas de salud “es considerablemente más costoeficaz” que el financiamiento de la respuesta a las emergencias y es probable que proteja mejor la salud y el bienestar de la población tanto en tiempos de emergencia como normales, afirmó Etienne.

"Los sistemas de salud frágiles aumentan la vulnerabilidad de las poblaciones a riesgos externos que repercuten en la salud y el bienestar, la protección de la salud y, en último término, el desarrollo social y económico”, dijo. “Una y otra vez vemos lo mismo, en las epidemias de gripe por H1N1 y los brotes de fiebre por chikunguña y de infección por el virus del Zika; los terremotos ocurridos en Chile y Ecuador; los huracanes que azotaron a Haití y las Bahamas; y los efectos del cambio climático en la salud.”

En septiembre, los líderes de salud de los países miembros de la OPS respaldaron un nuevo marco de actividades para lograr una mayor resiliencia de los sistemas de salud en las emergencias de salud futuras. En el marco de los sistemas de salud resilientes se señala que más de 98 millones de personas en la Región de las Américas se vieron afectadas por desastres entre 2004 y 2014, que la reciente epidemia de fiebre por chikunguña dejó un saldo de más 1,6 millones de enfermos y que la epidemia de infección por el virus del Zika tuvo efectos de salud tan graves que la OMS declaró que constituía una “emergencia de salud pública de importancia internacional”.

Para conseguir que los sistemas de salud estén preparados para tales emergencias, en el marco se insta a una actuación integrada y a mayores inversiones en preparativos para casos de desastre, reducción de riesgos y respuesta; vigilancia de enfermedades y manejo de brotes; y fortalecimiento de los sistemas de salud y de la salud universal.

“Sabemos que un enfoque fragmentado no es suficiente”, sostuvo Etienne durante una mesa redonda sobre sistemas de salud resilientes. “Tenemos que abordar tanto los desastres tradicionales y los riesgos de enfermedades como los riesgos internos y externos a más largo plazo que afectan la capacidad de los sistemas de salud de responder en circunstancias normales y en las emergencias de salud.”
Investigación sobre los sistemas de salud fuertes

Para que sean eficaces, las iniciativas para establecer sistemas de salud fuertes y resilientes deben basarse en la evidencia proveniente de la investigación en una gama de campos. "La evidencia que se genera debe asegurar que los sistemas de prestación de atención de salud del futuro sean de mejor calidad, universalmente accesibles y más transparentes, democráticos y receptivos”, declaró la Directora de la OPS.

Una meta central de esta investigación debe ser determinar las características de la resiliencia de los sistemas de salud. Los resultados podrían llevar a introducir “pruebas de estrés” que permitan evaluar la capacidad de respuesta de los sistemas de salud y detectar los puntos débiles que deben abordarse.

Es particularmente urgente empezar con esta clase de investigación puesto que el proceso de establecer sistemas de salud resilientes tomará tiempo.

“El establecimiento de sistemas de salud con las debidas características no sucede de la noche a la mañana. Requiere estabilidad política, social y económica duradera y un amplio compromiso de los países de invertir en la salud y el desarrollo”, señaló Etienne. “Debemos trabajar juntos para encontrar soluciones”.

Sitio Fuente: OPS