Estrategias para mantener una buena salud mental en la búsqueda de empleo

DESARROLLO PERSONAL Y PROFESIONAL.-

Desde enero de 2022, la Organización Mundial de la Salud reconoce el burnout como un diagnóstico médico legítimo, tal como se establece en la Clasificación Internacional de Enfermedades.

Este síndrome no solo está relacionado con un ritmo de trabajo excesivo o malas condiciones ambientales, sino que incluso la búsqueda de empleo puede ejercer presión sobre la salud mental.

De hecho, buscar trabajo o nuevos clientes suele ser una tarea agotadora que requiere mucho tiempo y paciencia. Especialmente para aquellas personas que buscan su primer empleo, la experiencia puede ser realmente frustrante. Tirarse de cabeza sin un plan de acción, arrojando CV al azar con la esperanza de que alguien responda, no suele ser una táctica ganadora. Por eso es recomendable seguir una estrategia precisa, combinada con algunas reglas de comportamiento para permanecer mentalmente sanos en el camino.

Entre los primeros factores a tener en cuenta está el período más favorable para buscar trabajo. De hecho, no todos los meses son iguales. Diciembre y enero, por ejemplo, son críticos debido a las vacaciones y las aprobaciones presupuestarias. Lo mismo ocurre con el periodo estival (julio y agosto), donde los cierres por vacaciones podrían poner en stand-by la selección de nuevos candidatos. Los periodos más recomendados para encontrar trabajo son:

- de marzo a junio, cuando las empresas empiezan a tomar medidas para las nuevas contrataciones urgentes antes del verano;
- de septiembre a octubre, cuando todo vuelve a funcionar tras las vacaciones y se ponen en marcha nuevos proyectos.

Ahora veamos algunas simples estrategias para mantener una buena salud mental durante la búsqueda de trabajo.

Portfolio. El candidato debe dar visibilidad a sus habilidades, a lo que sabe hacer. Especialmente para los trabajadores STEAM, es fundamental contar con un portfolio en línea. No hace falta que esté repleto, basta con unos pocos trabajos, siempre que estén bien hechos y seleccionados con criterio: calidad antes que cantidad.

Presencia en redes sociales. Es útil tener al menos dos cuentas en las redes sociales más adecuadas al trabajo que se está buscando. Facebook, Instagram, Twitter o LinkedIn funcionan de manera diferente y tienen diversas audiencias potenciales. No es necesario estar presentes en todas las plataformas, pero sí seleccionar las más útiles y concentrar allí los esfuerzos, para no volverse locos cuidando demasiados perfiles. Las redes indexan muy bien en los buscadores.

Networking. Las redes sociales también son muy útiles para el 'boca a boca' entre conocidos o antiguos empleadores, ya que representan una de las puertas de entrada más efectivas para conseguir un nuevo trabajo. Detrás del networking no hay ciencia, sino simple sentido común y la capacidad de relacionarse civilizadamente. Hay que moverse con cautela, para evitar parecer inapropiados. Evitar los mensajes demasiado directos y descarados: establecer relaciones de confianza lleva tiempo, y el tiempo es precioso para todo el mundo.

Portales de empleo. Además del clásico currículum que se envía por correo electrónico, es bueno tener un perfil laboral detallado y actualizado, publicado en algunos portales dedicados al empleo. Los reclutadores, de hecho, contrastan la información que reciben por correo e incluso pueden 'cazarnos' directamente desde la red.

Saber seleccionar.

No tiene sentido apuntarse a cada oferta. Para mantener una buena salud mental a la hora de buscar trabajo, conviene hacer una selección de las mejores plataformas y, sobre todo, tener claro lo que se busca. De esta manera, el candidato no se verá abrumado por alertas, correos y notificaciones de docenas de portales con anuncios de trabajo que realmente no le interesan o para los que no cuenta con las habilidades adecuadas. Esto también disminuye el sentimiento de rechazo e inutilidad del esfuerzo.

Hay que decir que muchas veces ni siquiera los que publican las ofertas de trabajo parecen tener las ideas muy claras. Por eso es mejor desconfiar de anuncios confusos como, por ejemplo: “Buscamos Diseñador UX/UI recién graduado con diez años de experiencia en programas lanzados ayer, para edición de vídeo, copywriting, manejo de redes sociales, ADV , etc”).

Todo trabajo tiene valor, esta es una verdad que siempre hay que tener muy clara. Aunque se trate de las primeras experiencias, el trabajo debe ser remunerado adecuadamente. Cualquiera que busque un empleado para 40 horas a la semana pero quiera pagarle como un tiempo parcial no merece recibir atención.

A medida que se avance en el proceso de búsqueda y se construyan más relaciones, encontrar clientes y trabajo será menos estresante. Como en todo, se necesita paciencia y perseverancia: confiar en encontrar el trabajo perfecto de inmediato es ilusorio, por eso mejor calibrar las expectativas, que no pueden ser las mismas entre un profesional junior y un senior. Es correcto ser ambiciosos, pero también hay que ser realistas.

Saber quiénes somos y qué podemos dar es fundamental para mantener una buena salud mental durante la búsqueda de empleo. Además, es necesario diversificar las energías. De hecho, se puede caer víctima de una sensación de vacuidad por el tiempo que dedicamos al proceso sin recompensa inmediata, por lo que es recomendable dedicarse a algún proyecto paralelo que nos ofrezca un propósito y una meta.

En este sentido, se puede ir mejorando el portfolio con proyectos realizados de forma independiente, o emprender actividades de voluntariado, así como seguir formándose para poder aspirar a un mayor número de puestos. Nunca detenerse, sino profundizar las habilidades para aumentar nuestro valor en el mercado laboral. Finalmente, en una época en la que ya no se reparten currículum personalmente, sino que los días se pasan frente al ordenador, hay que recordar salir de casa, comer bien, respirar y hacer deporte.

Sitio Fuente: Universia México