Duerme lo que necesitas: tips para aprovechar las siestas cortas

CUIDADO DE LA SALUD.

Si te cuesta dormir a la noche o tus horas de sueño son muy pocas, puedes aprovechar las siestas para recuperar la energía.

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En la actualidad, muchas personas suelen vivir contrarreloj para poder realizar todas las tareas del día a día. El trabajo, los estudios y los quehaceres del hogar dejan poco tiempo a las personas para dormir, uno de los hábitos más necesarios de los seres humanos para poder llevar una vida plena. Dormir poco puede ser una costumbre muy dañina para nuestra salud física y mental, es por ello que las siestas son una práctica recomendada cuando habitualmente se duerme poco en la noche.

Las exigencias de la vida laboral y académica muchas veces hacen que las horas de sueño se vean afectadas, quedando muy poco tiempo para el descanso. Dormir poco repercute no solo en el propio individuo, sino también es la calidad de su trabajo y sus relaciones sociales. Para evitar tales problemas, es necesario aprovechar cada minuto del día y buscar un momento y espacio ideal para la siesta, para poder recuperar energías y rendir el resto del día.

La siesta es una práctica bastante extendida en muchos países, que hoy en día parece una costumbre perdida por la falta de tiempo. Consiste en hacer una pausa y dormir de unos 15 a 30 minutos luego del mediodía, para poder seguir con las tareas de la tarde. La siesta tiene múltiples beneficios para la salud y el espíritu, porque ayuda a descansar, a prevenir el estrés y a renovar energías para continuar el día.

Al contrario de lo que se piensa, dormir una siesta no es imposible, simplemente hay que encontrar el lugar y momento adecuado para hacerlo. Para quienes duermen poco de noche esta costumbre es perfecta para descansar lo necesario y sacar el máximo provecho de los “minutos muertos” del día.

Si quieres implementar la siesta en tu vida, debes tener en cuenta que esta no debe sobrepasar la media hora, de lo contrario, podrías despertarte aún más cansado que antes. Si bien el mejor lugar para dormir la siesta es tu casa, hay quienes no pueden pasar en la tarde por su domicilio. En estos casos, deberás ingeniártelas para sestear en otro lugar; los más indicados son:

En la oficina: cuando termines de almorzar y si te sobran minutos de tu descanso, aprovéchalos para dormir una pequeña siesta. No necesitas un lugar donde acostarte, puedes dormir recostado a un banco o sentado en el comedor. Una vez que vuelvas esta práctica un hábito, verás sus beneficios al finalizar el día.

En el metro: si te trasladas de un lado a otro en metro, ya sea de tu casa al instituto, o del instituto al trabajo, aprovecha para dormir una siesta durante el viaje. Calcula cuánto tiempo demoras en llegar a destino y programa el despertador del celular para asegurarte de no dormirte y terminar tu viaje en otro lugar.

Sitio Fuente: Universia México