La importancia de cuidar la salud mental en el entorno de trabajo

DESARROLLO PERSONAL Y PROFESIONAL.

El entorno laboral sitúa a los trabajadores ante una montaña rusa emocional en la que se intercalan momentos de satisfacción con posibles contratiempos o sobrecargas que generan estrés y malestar.

Cuidar la salud mental es esencial para lograr un buen desempeño y esto es especialmente importante si acabas de comenzar tu trayectoria laboral. Te contamos algunas claves que te permitirán mantener el bienestar emocional y tu productividad. Sigue leyendo.

La Organización Mundial de la Salud comparte habitualmente informes en los que destaca la importancia que tienen instituciones y empresas en la protección de la salud mental de sus empleados. En este sentido, llama la atención sobre la importancia que tiene el lugar de trabajo, ya que “puede constituir un entorno que amplifique problemas generales que afectan negativamente a la salud mental”.

Teniendo en cuenta esa responsabilidad externa, el propio trabajador también puede establecer medidas propias de cuidado de su salud mental y que son especialmente importantes en los profesionales junior, que aún deben acomodarse a las demandas y situaciones propias de los puestos de trabajo. A continuación, os damos algunos consejos o estrategias que pueden ser útiles para crear un lugar de trabajo mentalmente saludable:

1. Atiende a tus sentimientos: habla sobre ellos.

Hablar o mencionar problemas relacionados con el estrés, la depresión, la ansiedad u otras enfermedades mentales es visibilizar el tema y también educar a los gerentes o jefes acerca de posibles signos de problemas de salud mental. Si acabas de empezar a trabajar, una charla con tu responsable podría ser fundamental para animar a una persona a buscar ayuda.

Pero no solo con tus responsables. A veces, puede ser difícil hablar de los sentimientos en el trabajo así que si tienes compañeros con los que puedes dialogar de forma abierta, aprovecha estas situaciones para hablar sobre cómo te sientes.

2. Todos cometemos fallos: asúmelos para poder mejorar y pon límites.

Laura, de @aprendeconlauu destaca que lo más importante es cuidarse a sí mismo y para ello es necesario poner límites. “Si tenemos una carga de trabajo muy grande y no paramos de decir que sí, eso nos puede crear ansiedad y estrés porque el trabajo se acumula y no podemos con todo. Lo mejor es terminar una tarea y hacer la siguiente de una forma organizada”.

Si somos personas muy perfeccionistas, debemos asimilar que cometer errores es de humanos. Hemos de permitirnos ser humanos y actuar como tales.

3. Fomenta las relaciones personales y el trabajo en equipo.

Las relaciones son clave para nuestra salud mental y nuestro bienestar. Cuando agregamos valor (ya sea liderando un proyecto, ofreciendo nuestra propia visión o simplemente aportando un talento al equipo), nos sentimos valorados y agradecidos y esto nos hace sentir mejor.

Además, “trabajar en equipo y en grupo se construye porque lo que no piensa uno, lo piensa la otra y al final el trabajo resulta”, afirma Laura.

La interacción cara a cara permite ver expresiones faciales, escuchar el tono de voz y lograr una mejor comprensión de una situación por lo que debemos esforzarnos por fomentar nuestras relaciones personales. Estar un poco menos conectado puede ayudarnos mucho a sentirnos más conectados con quienes nos rodean.

4. Organízate para tener tiempo libre y no te olvides de seguir aprendiendo.

¿Qué te gusta hacer? ¿Qué disfrutabas en el pasado que ahora no haces? “Organizar el horario de una manera correcta es fundamental. Por la mañana el trabajo y por la tarde tener tiempo para uno mismo e ir a yoga, a pasear, quedar con los amigos o la pareja, desconectar al máximo y así, al día siguiente, comenzar la mañana de una manera más activa”, aconseja Laura. Hacer una actividad que disfrutas mucho significa que eres bueno en ella y esto puede aumentar también tu autoestima.

En el trabajo es posible que tengas una afición que te gustaría compartir con tus compañeros: un club de lectura, salir a montar en bici o crear un grupo de manualidades puede ser una buena manera de compartir una pasión con otros.

Aprender algo nuevo también nos da un mayor sentido de propósito en el mundo y si somos capaces de aplicar lo que aprendemos en reuniones o en nuestro propio trabajo nos sentiremos más realizados. El aprendizaje continuo ofrece sensación de bienestar, un mejor mecanismo de afrontar el estrés y elevar nuestra autoestima.

5. Aún estás aprendiendo: alza la voz.

Todos, a veces, nos cansamos o nos sentimos abrumados por cómo nos sentimos o cuando las cosas no salen como hemos planteado o simplemente porque acabamos de empezar y nos surgen mil dudas; es importante no callarse y alzar la voz.

Los departamentos de recursos humanos de las empresas empiezan a dar importancia a tener un programa de asistencia al empleado donde este puede hablar de forma confidencial y sentirse libre para contar lo que le pasa.

Es cada vez más frecuente en la sociedad y en el lugar de trabajo la necesidad de contar con medidas adecuadas para abordar la salud mental porque es una forma de crear conciencia, desarrollar formación, eliminar barreras y fomentar conversaciones positivas sobre este tema.

Cada vez más personas comienzan a hablar sobre los problemas que les afectan y, a medida que la sociedad se vuelve más consciente y acepta estos problemas, los lugares de trabajo experimentan una transformación mucho más positiva. Esto tendrá un impacto en una fuerza laboral mentalmente más saludable, productiva y feliz.

Sitio Fuente: Universia México