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El Ceprodac reúne a especialistas para analizar el tema Danza y homofobia en México

CULTURA.-

Se conmemoró el Día Internacional de la Lucha Contra la Homofobia, Transfobia y Bifobia, este 17 de mayo, con la conferencia Danza y homofobia en México: apuntes teóricos para reflexiones en movimiento, a cargo del coreógrafo Alonso Alarcón Múgica.

- En el marco del Día Internacional de la Lucha Contra la Homofobia, Transfobia y Bifobia, el coreógrafo Alonso Alarcón Múgica participó con Miguel Mancillas y Yale FruGue en conferencia virtual.

El Centro de Producción de Danza Contemporánea (Ceprodac), del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), conmemoró el Día Internacional de la Lucha Contra la Homofobia, Transfobia y Bifobia, este 17 de mayo, con la conferencia Danza y homofobia en México: apuntes teóricos para reflexiones en movimiento, a cargo del coreógrafo Alonso Alarcón Múgica.

“Estos días son importantes para reflexionar, desde nuestros espacios más íntimos —nuestras escuelas de danza, colectivos artísticos y compañías—, sobre estos temas de los que, si bien han sido tocados desde las prácticas artísticas, falta mucho por hacer”, dijo el también bailarín, quien dialogó con el director de la compañía Antares Danza Contemporánea, Miguel Mancillas, y el egresado de la Escuela Nacional de Danza Folklórica del Inbal, Yale FruGue.

Alarcón Múgica recordó que se designó esta fecha en conmemoración del día en que se desclasificó a la homosexualidad como una enfermedad mental por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y agregó que México ocupa el segundo lugar a nivel mundial en crímenes de odio por orientación sexual.

Para el creador, ser homosexual y dedicarse a la danza implica no sólo estar expuesto a la homofobia, sino ser una minoría dentro de una minoría: “Desde mi experiencia puedo decir que en México ser bailarín, tener piel morena, dedicarse a la coreografía, tener rasgos totonacos y ser homosexual, todo al mismo tiempo, implica poner el cuerpo en el espacio del dolor”.

Comentó que de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), las personas LGBTTTIQ+ son minoría y dentro de esa minoría, quienes están en la danza son también minoría. “Como artistas nos toca inaugurar realidades, como dice Lukas Avendaño, y reconocer que desde esta disciplina ponemos el cuerpo en el acto escénico para abrir realidades, donde coreógrafas y coreógrafos se han preocupado en tratar este tema”.

El coreógrafo abundó que cuando se habla de homofobia, transfobia o bifobia, no se puede dejar de mirar las opresiones en torno a la raza, el género, la sexualidad, la clase, y esto implica también una mirada interseccional desde la perspectiva feminista, pues esta propone una lucha en contra de todos los sistemas de opresión.

“En la danza, particularmente, tendríamos que hablar del sistema de opresión laboral y educativo, y la homofobia forma parte de ese sistema. En el territorio de la danza resulta importante abrir estas reflexiones, porque es un arte donde ponemos el cuerpo para estar, enunciar, denunciar, transgredir y celebrar”.

Por su parte, el coreógrafo Miguel Mancillas resaltó la importancia que tienen los estudios realizados desde la academia para contribuir a una reflexión más enriquecida sobre la violencia en contra de la comunidad LGBTTTIQ+ que se pueda definir y verbalizar para entender el problema. Subrayó que nadie se puede excluir de estos temas, pues atañen a toda la sociedad en conjunto.

“Me gustaría creer que el arte salva y es por lo que apuesto. Dentro de la danza me he dedicado a eso, porque creo que hay una posibilidad de acercarnos a lo que nos asusta, de tocar eso que nos da terror para permitir una transformación”, y agregó que a lo largo de los años “la danza ha sido un espacio de reflexión y representación de la diversidad”.

Yale FruGue destacó que se han ganado espacios, sin embargo, falta el reconocimiento a otras disidencias sexogenéricas, así como la creación de espacios artísticos, académicos, laborales y de profesionalización abiertos a distintas interseccionalidades que no pertenecen a las hegemonías ni heteronormas.

Deconstruir el binarismo.

Durante la charla, los creadores consideraron necesario que, en la danza, en todas sus especialidades, trascienda el binarismo, no sólo para dar cabida a la diversidad, sino para frenar la violencia: “En el territorio de la danza folclórica escénica se sigue edificando a la pareja binaria heterosexual como la única versión obligatoria y válida. En México debemos preguntarnos por qué no están las representaciones de los muxes de Oaxaca, pues forman parte de las expresiones artísticas, culturales, sociales, que nos representan como país”, comentó Alarcón Múgica.

Añadió que es necesario reflexionar, como coreógrafas y coreógrafos, cuál es el discurso que se está colocando en la escena, porque los públicos reciben esos mensajes que los creadores refrendan, fortalecen o invisibilizan, y recordó que coreógrafos como Raúl Flores Canelo, el mismo Mancilla, Cecilia Appleton, José Rivera Moya con la Cebra Danza Gay, la Compañía Nacional de Danza (CNDanza) con la coreografía Rey y rey, de 2018, así como el trabajo de Pablo Parga o Juan Carlos Palma en la danza folclórica, han sido las excepciones a la regla.

Por su parte, Yale FruGue expresó que a pesar de las investigaciones que se han realizado en torno al género y la danza, como las de Margarita Tortajada o Patricia Camacho, deconstruir el binarismo puede ser complejo y difícil, dado que la danza folclórica sigue permeada por la necesidad de representar el ideal nacionalista del hombre sin miedo y la mujer coqueta que lo acompaña.

“Es difícil hablar de esto porque, incluso, desde una perspectiva educativa, se evalúa desde un parámetro binario: que las mujeres faldeen bien y los hombres macheteen bien. Para las personas disidentes de la heteronorma, esta situación se torna compleja”, y agregó que todavía es “difícil encontrar espacios para poder experimentar otras formas de hacer danza o generar nuevas narrativas desde la danza folclórica”.

“Construir espacios seguros en la danza es también erradicar imposiciones y hostilidad. El activar de los alumnos ha movido engranajes y generado iniciativas desde la institución para ofrecer espacios seguros”, finalizó.

Sitio Fuente: Secretaria de Salud