El poder de… El ajo

CUIDADO DE LA SALUD / ALIMENTACIÓN.-

- El ajo se cultiva en 21 entidades de México, destacando Guanajuato, Zacatecas, Puebla, Baja California y Sonora.

- Posee un alto valor nutricional y contiene muy pocas calorías, es rico en vitaminas C, B6 y manganeso.
- Por su sabor tan único es un ingrediente fiel en la cocina mexicana. Se utiliza tanto en salsas como en moles o caldos.

Además de nuestras habituales y renovadas radiografías de productos, te compartimos estas otras radiografías que muestran el poder de alimentos y bebidas saludables.

¿Qué es?

El ajo es una planta que perteneciente a la familia Allium (cebolla) y está estrechamente relacionada con las cebollas, los chalotes y los puerros.

Es de origen centro asiático y representa uno de los ingredientes fundamentales de la cocina mediterránea.

El ajo es una de las hortalizas más antiguas usadas por la humanidad, se extendió al sur de Europa y llegó al continente americano durante la ocupación española. Posteriormente, fue adoptado en diferentes gastronomías, entre ellas, la mexicana.

La cabeza de ajo entera recibe el nombre de bulbo de ajo, mientras que a cada segmento se le conoce como diente. En uno solo bulbo de ajo hay entre 10 y 20 dientes.

Hay muchas variedades de ajo, siendo el más común el ajo blanco, aunque también lo hay rosa o morado, gigante y miniatura.

En México se prefiere el ajo morado de Guanajuato, estado que, además, tiene el volumen más alto de producción nacional, seguido de Zacatecas.

Este cultivo se produce en altitudes que van desde los 600 a los 3,500 metros sobre el nivel de mar.

El periodo de siembra tiene una duración que varía de 120 a 150 días, dependiendo de la variedad utilizada y de la altura del lugar. Se adapta a lugares con temperaturas que oscilan entre los 10° y 34°C, con una media óptima de 18°C.

Hoy en día, se le considera como una de las hortalizas más rentables a nivel nacional. Se cultiva en 21 entidades del país. Los principales estados productores son Guanajuato, Zacatecas, Puebla, Baja California y Sonora, mismos que aportan el 87.1% de la producción nacional. Otras entidades que también lo producen en menor medida son Veracruz, Aguascalientes, Nuevo León, Oaxaca, Querétaro, Durango, San Luis Potosí, Hidalgo, Guerrero, Jalisco, Tlaxcala, Baja California Sur, Coahuila y Michoacán.

¿Qué nutrimentos y beneficios aporta?

El ajo posee un alto valor nutritivo y contiene muy pocas calorías, es rico en vitaminas C, B6 y manganeso. Cada 100 gramos (g) de ajo aporta 149 calorías, 0.5 g de grasa, 33.1 g de carbohidrato y 6.4 g de proteína.

El ajo tiene múltiples beneficios nutrimentales. Disminuye los niveles de colesterol y contiene antioxidantes que protegen del daño celular y el envejecimiento. Contribuye a reducir el riesgo de desarrollar Alzheimer y demencia, además, disminuye la circulación sanguínea debido a que provoca vasodilatación, es decir, aumenta el diámetro de los vasos sanguíneos, permitiendo que la sangre fluya con más facilidad y disminuya la presión.

Se ha comprobado que el consumo habitual de ajo puede disminuir la frecuencia de los resfriados en adultos. Lo anterior se debe a que es una beneficiosa fuente de fitoquímicos, ideales para aumentar las defensas del cuerpo, con efectos antivirales, fungicidas y antibacterianos.

¿Cuánto cuesta?

El ajo se encuentra siempre disponible, ya que se cosecha a lo largo de todo el año.

El precio varía dependiendo del lugar de compra, así como el sitio donde te encuentres.

El cuarto de kilo (250 gramos) de ajo oscila entre los $16 y los $40 pesos.

Depende de la cantidad que decidas usar, pero entre 4 y 7 bulbos pueden durar hasta dos semanas.

¿Cómo se recomienda consumirlo?

El uso de ajo es muy flexible en la cocina. De hecho, puede consumirse crudo o cocido. Y aunque no es del gusto de todas las personas, su sabor potencializa cualquier platillo.

En México, su uso es tan extendido que ya no se percibe como algo extraño, por lo que podemos decir que es parte de la cultura mexicana.

Algunas personas gustan de usar los dientes de ajo crudos, enteros y pelados, para frotarlos directamente sobre el pan y así aromatizarlo. También se licua en salsas, moles y pepianes.

El ajo picado se utiliza para sazonar verduras crudas o para dar sabor a mantequillas o salsas como alioli, pastas de aceitunas con ajo (tapenade) y/o pesto, prensado sirve para aromatizar aceites.

Los dientes de ajo cortados en láminas o picados y cocidos se utilizan en preparaciones salteadas (pescados, carnes, caracoles, jitomates, papas, hongos, sofritos) y los dientes enteros cocidos, con o sin piel, acompañan guisos, estofados, asados y sopas.

Como puedes ver, el ajo es un fiel ingrediente de nuestra cocina. No falta el ajo en preparaciones mexicana, desde una salsa común hasta un mole o un caldo. Este mes es temporada de ajo, ¡que no falte en tu cocina y en tus platillos!

Sitio Fuente: El Poder del Consumidor