Latinoamérica y el Caribe está casi a mitad de camino de alcanzar el 100% de donantes voluntarios de sangre

Bajo el lema "La sangre nos conecta a todos. Comparte vida, dona sangre", este 14 de junio se celebra el Día Mundial del Donante de Sangre. La campaña 2016 busca agradecer a los donantes y destacar la solidaridad y conexión que existe entre donante y paciente.

La sangre y los componentes sanguíneos son imprescindibles para ayudar a las personas a sobrevivir condiciones graves de salud, procedimientos médicos y quirúrgicos complejos, partos y lesiones causadas por accidentes y desastres. Cada donación voluntaria de sangre puede salvar salvar hasta tres vidas.

Las investigaciones muestran que un suministro adecuado y fiable de sangre segura sólo puede asegurarse mediante donantes de sangre voluntarios regulares no remunerados. En América Latina y el Caribe, poco más del 45% de las aproximadamente 9,2 millones de unidades de sangre recolectadas en 2014 para transfusiones provino de donantes voluntarios, mientras que casi el 55% restante fue por reposición, lo que fuerza a las personas a dar sangre con urgencia cuando algún familiar o allegado lo requiere.

El porcentaje de donantes voluntarios ha crecido levemente, 4 puntos porcentuales entre 2010 y 2014 (del 41% al 45%), según los últimos datos disponibles. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) está llamando a las personas a aprovechar este día mundial para convertirse en donantes voluntarios y regulares de sangre.

"Los países de las Américas han hecho grandes avances para asegurar la suficiencia y seguridad de los suministros de sangre, pero siguen enfrentando grandes desafíos", dijo la Directora de la OPS, Carissa F. Etienne. En muchos países, la demanda de sangre excede el suministro disponible. "Solamente al recolectar suficiente sangre de donantes voluntarios no remunerados podremos garantizar su disponibilidad, calidad y seguridad", aseguró.

La OPS estima que al menos el 2% de la población debería donar sangre de manera repetitiva para cubrir las necesidades de sangre y otros componentes sanguíneos de un país. En promedio, los países de América Latina y el Caribe recogen sangre equivalente al 1,5% de su población.

Actualmente, en 9 países y territorios de Latinoamérica y el Caribe, además de en Estados Unidos y Canadá, el suministro nacional de sangre proviene en su totalidad de donantes voluntarios no remunerados. Otros 7 países de la región han hecho grandes progresos y más del 50% de las donaciones son voluntarias. Sin embargo, el resto sigue dependiendo en más de la mitad de los casos de donaciones de familiares o allegados.

Con el fin de motivar a los donantes habituales a que sigan donando sangre y alentar a las personas que gozan de buena salud y nunca han donado, en especial a los jóvenes, a que empiecen a hacerlo, la Asamblea Mundial de la Salud instituyó en 2004 el Día Mundial del Donante de Sangre. La campaña de este año llama la atención sobre la importancia de los sistemas de donación voluntaria como vía para fomentar el cuidado del prójimo y la cohesión comunitaria.

"La participación de la comunidad es fundamental para lograr el acceso universal a un suministro de sangre segura, suficiente y sostenible, que garantice que la sangre y componentes sanguíneos estén disponible cuando y donde se necesiten", sostuvo María Dolores Pérez-Rosales, asesora de Servicios de Sangre y Trasplantes de la OPS. "Necesitamos el compromiso de las autoridades de salud y la solidaridad de toda la comunidad, porque donar sangre, varias veces por año, es un acto sencillo que salva vidas".

La OPS, oficina regional para las Américas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), trabaja con los países de la región para que obtengan la totalidad de la sangre que transfunden de donantes voluntarios para 2019, una meta ambiciosa pero posible.

En ese sentido, brinda cooperación técnica para promover la donación voluntaria a través de apoyo a acciones de capacitación del personal de los servicios de salud, educación a la comunidad y planificación de las necesidades de sangre, entre otras cosas.

También, colabora en la implementación de programas de gestión de la calidad en la cadena transfusional, incluyendo que el 100% de las unidades de sangre sean tamizadas para descartar agentes infecciosos transmitidos por transfusión (como por ejemplo el VIH, hepatitis B y C, sífilis y Trypanosoma cruzi), además de promocionar el uso adecuado de la sangre y hemocomponentes; así como en el fortalecimiento de la vigilancia sanitaria, la hemovigilancia, la gestión del riesgo, el monitoreo y evaluación.

Sitio Fuente: OPS