Radiografía de… Tamal rojo La Costeña (110 g, 1 pieza)
CUIDADO DE LA SALUD.
- 609 mg de sodio por tamal, 30% del sodio diario recomendado para un adulto y 40% para un infante.
- 27 diferentes ingredientes, entre ellos glutamato monosódico.
Tamal rojo La Costeña (110 gramos, 1 pieza):
Sodio:
609 mg (miligramos) por tamal.
Esta cantidad cubre el 30.4% del sodio total recomendado para un adulto (2,000 mg) y el 40.6% del total recomendado para un niño o niña.
La cantidad de sodio que contiene este producto es alta, ya que en un solo tamal una persona estaría consumiendo entre la tercera parte y casi la mitad del sodio recomendado para todo el día.
La OMS y expertos han hecho llamados contundentes a la industria a regular el contenido de sodio que se encuentra en los productos procesados, ya que frecuentemente es alto y muy por arriba de las recomendaciones, y a los consumidores a reducir el consumo de sal.
Al consumir cantidades tan elevadas de sodio se genera un desequilibrio en la célula provocando deshidratación o muerte celular, entre otros problemas orgánicos con los que se le ha asociado.
En los productos procesados las cantidades de sodio que se incorporan suelen ser elevadas para así alargar su vida de anaquel (a diferencia de lo que se pudiera añadir a un alimento casero), pero a costa de la calidad del producto y a costa de la salud de la población.
Regularmente los consumidores ingerimos varios productos en el trayecto del día, lo que al final suman mucho más sodio del que se recomienda. Se ha visto que en México se ingiere más del doble del sodio recomendado.
En la actualidad esta situación está provocando graves daños a la salud como hipertensión. En la población mexicana el 31.5% se encuentra ya diagnosticada con presión alta y casi la mitad de esta población desconoce tener la enfermedad.
La OMS recomienda rebajar el consumo de sodio a fin de reducir la tensión arterial y el riesgo de enfermedades cardiovasculares, accidentes cardiovasculares y cardiopatía coronaria entre los adultos como recomendación firme, lo cual quiere decir que se tiene la total certeza de los efectos negativos que provoca en el organismo la alta ingesta de sodio.
Ingredientes:
Agua, trocito de tomate, harina de maíz nixtamalizado, carne de cerdo, manteca de cerdo, sal yodada, cebolla, chiles, almidón modificado de maíz, emulsionantes (estearoil, lactilato de calcio, mono y diglicéridos, lecitina, celulosa, CMC sódica), polvos para hornear (difosfato disódico, bicarbonato de sodio, almidón, carbonato de calcio, aceite de soya, cilantro, caldo de pollo en polvo, ajo, soya, trigo, glutamato monosódico y apio.
El producto está compuesto por 27 ingredientes diferentes, entre ellos glutamato monosódico, otros aditivos (espesantes y aglutinantes), tomate (se desconoce la cantidad) y grasas.
Para ser un tamal, la cantidad de ingredientes es muy alto, y entre ellos varios son componentes químicos, algunos con afectación directa a la salud. Por ejemplo, el glutamato monosódico que se ha demostrado ser un neurotóxico.
En productos como éste observamos cómo la industria procesadora de alimentos al querer “imitar” alimentos caseros termina siendo sólo en apariencia, ya que al ser industrializados los contenidos cambian abismalmente a lo que podría ser un producto “casero”.
La industria procesadora de alimentos sí podrían generar productos de calidad sin ingredientes que sean de impacto negativo a la salud o que sean de características deficientes, pero eso implica menos ganancia para ellos.
Por eso se utilizan ingredientes de mala calidad: aditivos, conservadores, colorantes, saborizantes químicos para dar la apariencia de comida cuando realmente no lo es, pues terminan siendo productos de consumo que sólo se asemejan a comida (como lo han denominado algunos autores).
Etiquetado:
El etiquetado es sencillo, con la imagen de un tamal en medio y con las orillas del empaque rojas (sabor del tamal).
En la parte trasera se encuentran los ingredientes enlistados, así como la información nutrimental.
La información se encuentra con letra contrastante, lo cual facilita su lectura. Esto es un avance en materia de etiquetados, ya que frecuentemente las letras son muy pequeñas y con colores poco contrastantes.
Aquí lo único es que no se logra detectar es la cantidad de sodio tan elevada que contiene por tamal, lo cual implica un riesgo para una persona con hipertensión.
Por ello, los etiquetados del estilo semáforo son los ideales para la orientación de los consumidores, como el tipo de etiquetado que se aprobó en Ecuador.
De esta forma, las decisiones de compra pueden estar basados en información, y ya cada consumidor podrá evaluar qué opción será la mejor de acuerdo con sus propios gustos, hábitos, economía y costumbres.
Los consumidores frecuentemente buscamos opciones prácticas dado el nuevo ritmo de vida tan acelerado, lleno de exigencias y actividades.
La industria procesadora de alimentos podría contribuir ofreciendo a la población productos con ingredientes de buena calidad y que no tengan impacto en la salud.
Sin embargo, sucede todo lo contrario. Para abaratar costos y generar mayores utilidades, se incorporan ingredientes de mala calidad como el glutamato monosódico o algunos colorantes que afectan la conducta en niños y niñas (para el caso del tamal dulce se incorpora rojo 40).
Nuestra valoración:
Evitar por el glutamato monosódico. Se puede consumir de manera esporádica.
Pacientes con hipertensión, evitar.
Te proponemos:
Tamal casero, preferentemente que no se haya preparado con manteca vegetal.
Sitio Fuente: El Poder del Consumidor