¿Por qué una Semana Mundial de la Vacunación?

CUIDADO DE LA SALUD.-

El riesgo de no vacunarse es alto tanto para los niños y niñas, como para toda la población.

Desde UNICEF queremos celebrar la Semana Mundial de la Vacunación y demostrar que las vacunas infantiles funcionan y son seguras. Actualmente, el 80% de los niños y niñas del mundo recibe vacunas esenciales para su supervivencia.

Aún así, la negativa a vacunarse en algunas partes del mundo, y en ciertas comunidades, es ya una de las principales amenazas para la salud pública.

23 millones de niños no cuentan con las vacunas necesarias para hacer frente a enfermedades prevenibles. En este momento, de especial sensibilidad con la vacunación, tenemos la oportunidad de hacer un esfuerzo colectivo para erradicar estas enfermedades y llegar a todos los niños con vacunas infantiles rutinarias y servicios de salud.

¿Cuál es la importancia de las vacunas para niños?

- Las vacunas ayudan a salvar vidas, hasta 3 millones de vidas al año, ya que protegen de enfermedades potencialmente mortales y altamente infecciosas, sobre todo en el caso de los niños que aún tienen sus sistemas inmunitarios en desarrollo.
- Una parte importante de las muertes de niños menores de 5 años se deben a neumonía, diarrea y sarampión, y la mayoría se podrían evitar con la vacunación.

Uno de los principales avances en materia de salud pública lo constituyen las vacunas infantiles, un medio muy rentable para promover el bienestar en la población. Gracias a ellas, los niños y niñas desarrollan actividades de su vida diaria tan sencillas como caminar, jugar o aprender. Y, a su vez, cuando los niños están vacunados, los beneficios repercuten en sus comunidades.

Las vacunas también tienen efectos a más largo plazo, como evitar la reaparición de enfermedades muy contagiosas como el sarampión, la difteria y la poliomielitis, que ya se han erradicado en muchos países.

¿Por qué hay niños sin vacunar?

Todos los niños deberían vacunarse, aunque hay razones complejas por las que millones de niños todavía no reciben las vacunas infantiles que necesitan. En países en desarrollo, muchos de estos niños no tienen acceso a servicios de vacunación debido a la fragilidad de los sistemas de salud. Otros niños viven en situaciones de conflicto donde se ha debilitado o destruido la infraestructura sanitaria, o donde no pueden acceder a ella como resultado de la marginación geográfica o socioeconómica.-

Una niña espera ser vacunada en clínica apoyada por UNICEF.

Es el caso de Bwanga, a quien conocimos en una de las clínicas que apoyamos en República Democrática del Congo.

La historia de esta madre nos conmovió. Había perdido a dos de sus hijos a causa del sarampión, una enfermedad prevenible pero que ella no conocía. "Fue mi hija Mireille la que enfermó primero", recuerda Bwanga, y el miedo que sintió cuando su pequeña tuvo fiebre y su cuerpecito empezó a llenarse con un preocupante sarpullido. "La llevamos a una clínica local y le dieron algunos medicamentos. Pero al cabo de unos días, murió".

Tras esta tragedia, su hijo Prince también empezó a tener temperatura elevada y la misma erupción escarlata. Bwanga corrió a llevarlo a un doctor, pero no podía pagar el dinero que le pedían. Les rechazaron y Prince murió de camino a casa. "Ya he perdido a dos niños porque no estaban vacunados", dice Bwanga mientras nos muestra su foto. "Por eso he venido a vacunar hoy a Dieu Merci a esta clínica de UNICEF. Para que la enfermedad no se la lleve. No podría soportarlo".

No vacunarse, una amenaza contra la salud pública.

Muy diferente es el caso de los países de ingresos medios y altos, donde hay padres que están retrasando o negándose a vacunar a sus hijos debido a la incertidumbre o el escepticismo sobre la seguridad y la importancia de vacunarse, muchas veces basados en los falsos mitos sobre las vacunas.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la indecisión, las reticencias o la negativa a inmunizarse pese a la disponibilidad de vacunas infantiles, constituye una de las principales amenazas para la salud pública.

La pandemia de COVID-19 que vivimos puede empeorar aún más el estado de la salud pública. Algunos países, sumidos en un caos económico y con los servicios de salud al límite o interrumpidos, se enfrentan a la amenaza de un aumento asolador de las muertes infantiles prevenibles que se podrían evitar con la vacunación.

La vacunación, en el corazón de nuestro trabajo.

Llevamos más de 75 años impulsando los derechos de los niños en todo el mundo y la inmunización ha estado siempre en el corazón de nuestro trabajo:

- Desde UNICEF estamos luchando para que ningún niño muera por una causa prevenible: en los últimos 20 años, más de 1.100 millones de niños han sido inmunizados.
- Estamos liderando el despliegue histórico de las vacunas contra la COVID-19 a través del Mecanismo COVAX.
- Ponemos en marcha programas de inmunización en más de 100 países junto con sus gobiernos y otras organizaciones.
- Buscamos los medios para llegar con vacunas a todos los niños, estén donde estén, a través de cualquier tipo de transporte: animales de carga, motos, canoas o incluso drones.
- Hacemos un trabajo constante para reforzar los sistemas de salud de los países, mejorando infraestructuras, equipos, protocolos y la formación y equipamiento del personal de salud.
- Somos el mayor suministrador de vacunas del mundo: distribuimos millones de dosis de vacunas para llegar a casi la mitad (45%) de los niños y niñas de hasta 5 años de todo el mundo.

Por todo esto, es más necesario que nunca celebrar la Semana Mundial de la Vacunación. Todo el año protegiendo a los niños contra las enfermedades, con los kits de vacunas de UNICEF... y siete días impulsando la importancia de este trabajo.

Sitio Fuente: UNICEF